Judicial
Así fue el asesinato a sangre fría de la madre de Mauricio Leal
Jhonier Leal la atacó con un cuchillo. Luego subió el cuerpo sin vida a la habitación donde se encontraba agonizando el estilista.
La Fiscalía General realizó la reconstrucción de los últimos minutos de vida de Mauricio Leal y su madre Marleny Hernández. En la audiencia de imputación de cargos en contra de Jhonier se advirtió que existió toda una escenificación con el fin de presentar al reconocido estilista primero como el asesino de su progenitora y luego de haber tomado la decisión de acabar con su vida.
En la noche del domingo 21 de noviembre, Jhonier se encontraba en la casa de su hermano ubicada en el municipio de La Calera (Cundinamarca). Así lo revelan las celdas de su teléfono celular y varios elementos materiales probatorios. “El conjunto cuenta con buena seguridad y resulta imposible el tránsito de alguna persona ajena a dicho conjunto, lo que hace poco probable, que otra persona distinta hubiese entrado a la vivienda donde fueron asesinados”.
A las 7:14 de la noche del 21 de noviembre Marleny le envió un mensaje de voz mediante la plataforma de mensajería WhatsApp. Después, a las 7:40 de la noche del 21 de noviembre, la mujer estuvo en una llamada telefónica con un familiar. La conversación, según el informe del CTI de la Fiscalía General, duró 28 minutos.
Después el teléfono celular de Marleny no se volvió a utilizar. Para la Fiscalía General, según las pruebas técnicas recolectadas, Jhonier atacó con un cuchillo a su madre en su habitación y luego se dirigió al lugar donde se encontraba dormido Mauricio y, con el mismo elemento, lo atacó.
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“(…) con el mismo cuchillo que atacó a la madre ataca al hermano, con la mala fortuna que ese cuchillo se quedó incrustada la hoja en el cuerpo de Mauricio”, detalló el fiscal. Este incidente lo llevó a buscar otra arma blanca para seguir atacando a su hermano, amenazándolo para que escribiera la carta en la que pedía perdón por lo que había hecho y dejara clara instrucción que todo quedaba para sus hermanos y sobrinos.
Después de verificar que los dos estaban muertos, Jhonier adelantó una modificación de la escena de crimen para hacer parecer todo como un suicidio. De esta forma, trasladó el cuerpo sin vida de su madre hasta el tercer subnivel de la vivienda, donde se encontraba Mauricio y ubicó el cadáver.
Sin embargo, cuando estaba revisando se encontró con una mancha de sangre en el primer escalón, hecho que lo obligó a buscar una toalla en su habitación para limpiarla. Este elemento fue hallado por las autoridades y analizado por los expertos de Medicina Legal, que determinaron el grado de consanguinidad del ADN.
Tal vez movido por el desespero que “el plan perfecto” se le estaba cayendo a pedazos, Jhonier utilizó un trapero, un balde, un limpiavidrios y un frasco de un producto bastante conocido para limpiar los pisos. Las empleadas domésticas que trabajaban por días en la casa del estilista aseguraron que él uso de esos productos no era común.
En el baño de la habitación del cuarto de Jhonier se encontró sangre humana, al parecer, en la ducha intentó lavar los elementos que utilizó para limpiar las manchas.
Las pruebas recolectadas precisaron además que, teniendo conocimiento de las claves de acceso, utilizó el teléfono de su madre para borrar mensajes y enviar otros con el fin de evitar llamar la atención de sus familiares y amigos.
Jhonier, según las pruebas recolectadas, estuvo en la vivienda hasta las 11 de la mañana del lunes 22 de noviembre. Es decir, que prácticamente durmió con los cadáveres de su hermano y su madre.
En la tarde de ese día llegó en compañía del conductor de confianza de Mauricio. Ahí se encontraron los cuerpos sin vida del estilista y su madre.