Los congresistas que tienden puentes de diálogo con la primera línea.
Los congresistas que tienden puentes de diálogo con la primera línea. | Foto: SEMANA

POLÍTICA

Así fue el encuentro de cuatro congresistas con la primera línea en Bogotá

Dos dirigentes del Partido Verde, uno del conservatismo y uno más del Centro Democrático hablan con los jóvenes y buscan alternativas para propiciar el diálogo. Temen que el problema pase de castaño a oscuro. La cita de ayer fue en la capital.

3 de agosto de 2021

No tienen otro objetivo distinto que escuchar, tender puentes y entender a uno de los nuevos y mayores problemas que enfrenta la fuerza pública y la institucionalidad actualmente: la primera línea. Los congresistas Gabriel Santos, del Centro Democrático; Adriana Magali Matiz, del Partido Conservador; Mauricio Toro y Juanita Goebertus, del Partido Verde, han adelantado una gira por el país en busca de jóvenes e integrantes de este enigmático grupo para hablar con ellos. Lo hicieron en Cali, Pereira, y este lunes en Bogotá con el apoyo de la organización Ideas para la Paz.

SEMANA conoció que en una de las localidades de la ciudad se realizó el encuentro que se extendió durante seis horas. Y allí, frente a frente, destaparon sus cartas. Algunos de ellos se mostraron desconfiados y portaron capuchas. Otros no tuvieron problema en exponer sus rostros. Los congresistas, sin cámaras y micrófonos, escucharon a uno de los tres grupos fuertes de la primera línea que permanece en Bogotá. El del encuentro lo conforman 35 personas, en su mayoría jóvenes. Al comienzo de las protestas eran más de 300, pero se ha ido diluyendo. Algunos de los integrantes se desmotivaron.

Los jóvenes estuvieron inicialmente prevenidos porque temen una persecución de la fuerza pública. No obstante hablaron del empleo digno y el primer empleo para los mayores de 18 años en el país. Y eso que en la primera línea de Bogotá hay empleados, ciudadanos que mezclan entre su trabajo y la protesta en las calles. También médicos, ingenieros, contadores, enfermeros, entre otros profesionales. Desde luego, también desempleados.

Por esto, una de las quejas recurrentes fue la estigmatización de los empleadores a la hora de conocer el barrio donde viven los jóvenes. Les hacen estudio de seguridad y los descartan de las ofertas laborales, se quejaron con los congresistas.

También se refirieron a la gratuidad en la educación superior para los estratos 1, 2 y 3 que Iván Duque ya subsidió al menos para el actual semestre. Pero más allá de eso, exigen una ampliación de cupos que les permita ingresar con más facilidad a las instituciones universitarias.

SEMANA también conoció que insistieron en solicitar a los congresistas la reforma a la policía. Y no precisamente por las marchas de 2021. Dijeron que viven atemorizados y perseguidos por la fuerza pública. Es más, piden que los uniformados tengan una mejor remuneración económica para evitar los hechos de corrupción, además de un plan de ascensos, le contó a este medio uno de los asistentes al encuentro.

El tema de salud sexual y reproductiva ocupó parte del encuentro con los congresistas. Piden más información, educación, y revelaron cómo algunos de ellos se convirtieron en padres a los 14 y 15 años. E incluso algunas niñas se embarazaron después de su primer ciclo menstrual.

Les manifestaron a los parlamentarios que llevan días sin salir a las calles, aunque aceptaron que ha habido desmanes y excesos por parte de algunos de sus miembros.

Dejaron claro que quieren participar en política, como lo han venido divulgando a través de la cuenta en Twitter denominada primera línea política. Ninguno- dijo un dirigente que participó de uno de los encuentros y pidió reserva de su identidad-, ha dicho que deben tumbar al gobierno. Los jóvenes se concientizaron que por la fuerza no lograrán su objetivo de atacar a la institucionalidad. Y ahora quieren llegar al Congreso por la vía democrática. No quieren pertenecer a ningún partido, ni siquiera la Colombia Humana, añadió la fuente.

Los cuatro parlamentarios, que además van por las regiones hablando con emprendedores, empresarios y demás jóvenes, les dejaron claro a los miembros de la primera línea que son de diferentes partidos, que buscan tender puentes, fijar proyectos que atiendan las necesidades, y tratar de buscar canales de entendimiento porque tienen claro que hay que escucharlos. De lo contrario, se corre el riesgo de que se conviertan en un dolor de cabeza, los grupos armados los capten y terminen, posiblemente, armándolos a futuro en las ciudades.