Así fue el operativo contra poderosa red de trata de personas en Cartagena. Un alemán, capturado; sus mansiones, incautadas

Adolescentes eran expuestas como mercancía en catálogos físicos y virtuales en Cartagena. Los clientes eran turistas extranjeros que llegaban a La Heroica inspirados en un deseo perverso de sexo con menores de edad y el anfitrión era un ciudadano alemán que encontró un millonario negocio en la explotación sexual de menores.

En mansiones ubicadas en distintos puntos de Cartagena se organizaban los encuentros que eran suculentas fiestas llenas de mujeres, droga, alcohol y los turistas, también con las menores de edad que previamente los clientes seleccionaban de los catálogos construidos con las fotos de las adolescentes desnudas.

“La Fiscalía General de la Nación, en una acción articulada con la Dijín de la Policía Nacional, impactó de manera estructural a una red señalada de captar menores de edad en Cartagena, Bolívar, para explotarlas sexualmente, en medio de condiciones degradantes como el consumo descontrolado de bebidas embriagantes y estupefacientes”, explicó la Fiscalía.

La organización criminal tenía unos roles definidos para cada uno de los integrantes, que fueron capturados por la Policía y la Fiscalía en un gigantesco operativo, pues eran los encargados de contactar a las víctimas y a los clientes para ubicarlos en lujosas viviendas en las afueras de Cartagena para organizar las fiestas en las que se concretaba la explotación sexual.

“Estas personas, al parecer, contactaban a adolescentes entre 14 y 16 años, a través de redes sociales y sistemas de mensajería móvil. Las jóvenes eran ciudadanas colombianas y extranjeras en condición de vulnerabilidad, a las que les ofrecían dinero, ayudas económicas para sus hogares y familias, y otros supuestos beneficios para que accedieran a tener encuentros con extranjeros”, señaló el ente acusador.

Los catálogos no solo incluían las fotos desnudas de las víctimas, sino la clase de servicio que ofrecían y los lugares donde podrían sostener los encuentros sexuales con las menores de edad, los clientes ciudadanos extranjeros pagaban en efectivo los encuentros sexuales y su estadía en las casas de lujo de Cartagena.

“Los hombres interesados pagaban diversas sumas de dinero, que dependían de los lugares y el tipo de acompañamiento que realizaban las víctimas. Algunas veces en apartamentos, y en otras oportunidades en fiestas programadas en establecimientos nocturnos y en una mansión lujosa”, advirtió la Fiscalía tras los operativos.

Entre los siete capturados, la Fiscalía destacó la participación de un ciudadano de nacionalidad alemana que tenía en Cartagena una lujosa vivienda donde se desarrollaban las fiestas; era este alemán el encargado de contactar a los turistas extranjeros y hacer los ofrecimientos sexuales con menores de edad, además de coordinar con el resto de la banda las actividades criminales.

“Una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos presentó a los presuntos implicados ante un juez de control de garantías y les imputó, de acuerdo con su posible participación, los delitos de trata de personas con fines de explotación sexual agravada; y concierto para delinquir con fines de trata de personas, proxenetismo con menor de edad y demanda de explotación sexual de menores”, dijo Hugo Tovar, director contra de las violaciones a los derechos humanos.

Como parte de los operativos que llevaron a la captura de los señalados responsables, la Fiscalía también inició procedimientos de extinción de dominio a por lo menos tres bienes que eran usados justamente en las actividades de explotación sexual de menores. Las propiedades están avaluadas en más de 18.000 millones de pesos.

Los capturados

• Luis Eduardo Gómez, alias Timcol, presunto cabecilla de la red. Estaría involucrado en la captación de las jóvenes y la creación de perfiles en las redes sociales para atraer a las víctimas y pactar los encuentros sexuales.
• Angie Marcela Jiménez y Daniel Alexander Abreu, presuntos responsables de contactar y captar a las adolescentes.
• Luis Carlos Granados sería el encargado de convencer a las menores de edad para que aceptaran los ofrecimientos de la red y de realizar un supuesto proceso de selección en el que sostenía relaciones sexuales con las jóvenes.
• Dayana Torres Hernández, quien presuntamente daba las instrucciones a las adolescentes de cómo posar para las fotografías del catálogo y los videos que les compartían a los extranjeros.
• Dennis Klein, ciudadano alemán que permanecía de manera irregular en Colombia. Este hombre, al parecer, organizaba las fiestas y los encuentros sexuales en una mansión ubicada en Punta Canoa (Cartagena).
• Mario Pacheco, trabajador de la lujosa propiedad, que estaría implicado en la distribución del catálogo en el que se ofrecían los servicios sexuales de las menores de edad.