Nación
Así fue la captura del hermano de Piedad Córdoba en Antioquia
Según la Policía, sobre el familiar de la exsenadora existe una orden de extradición de Estados Unidos por delitos de narcotráfico.
Álvaro Córdoba, el hermano de la senadora Piedad Córdoba, fue capturado en las últimas horas por la Policía en medio de un proceso por delitos relacionados con narcotráfico. Según el director de la Policía, el general Jorge Vargas, Colombia está cumpliendo con una petición de las autoridades de Estados Unidos, que son las que tienen en su poder las pruebas que implican a Córdoba.
“La Policía Nacional hace efectiva una orden de captura con fines de extradición proveniente del Distrito Sur de Nueva York. Es una orden de captura emitida por juez de los Estados Unidos contra tres personas, cumple todos los trámites legales, la Fiscalía General de la Nación a través de ese trámite emite una orden de captura para ubicar físicamente a estas personas, la Policía lo que hace es cumplir con ese mandato judicial internacional y ponerlos a disposición de la autoridad competente”, explicó el oficial.
El oficial señaló, además, que “a partir de esa orden de captura se ubican a las personas, las ubicamos físicamente en Medellín, en una zona del sur de la ciudad y procedimos a ponerlas a disposición de la Fiscalía General de la Nación por delitos de tráfico de cocaína por más de cinco kilos y uso de armas de fuego, es una orden de captura proveniente por un juez de los Estados Unidos, el proceso judicial está en otro país, lo que hacemos las autoridades colombianas es ubicar y capturar para que afronten el proceso en los Estados Unidos en este caso en el distrito sur de Nueva York”.
Respecto a la captura de Álvaro Córdoba, Piedad Córdoba dijo en sus redes sociales que “basta de persecución política contra mí y contra mi familia. Ni mi hermano Álvaro Córdoba ni yo tenemos relación alguna con narcotráfico ni con grupos armados. Reto que se muestren las pruebas que soportan este nuevo montaje judicial”.
“En @ComisionVerdasC ya denuncié los sucesivos montajes aún no esclarecidos en mi contra. Esta nueva agresión por mi retorno a la política no me va amilanar, como no lo han hecho las anteriores”, agregó.
“¿Por qué si mi hermano fue capturado desde el día de ayer se le mantuvo retenido y aislado hasta el día de hoy? ¿Por qué se guardó secreto sobre su retención? ¿Por qué sus captores le preguntan sobre mí? ¿Qué pruebas sustentan esta intervención en las elecciones?”, añadió la exsenadora.
Es de anotar que el año pasado Córdoba habló con la Comisión de la Verdad, mecanismo de la Justicia Especial para la Paz, con el propósito de pedir garantías de seguridad.
SEMANA conoció, en su momento, la carta en la que la exsenadora Córdoba solicitaba ser escuchada en la Comisión de la Verdad para hablar de varios temas, entre ellos: la conformación del paramilitarismo, parapolítica y paraeconomía; también sobre el acuerdo humanitario y labores como facilitadora de paz; de igual manera, de testimonios secretos recogidos de actores del conflicto armado, así como sobre temas de victimización y persecución política en su contra; además, de actores internacionales en lo que consideró la guerra y la paz en Colombia. En la carta conocida por este medio de comunicación, dice Córdoba que hablaría de la afectación del conflicto armado en comunidades afrocolombianas.
Hay que recordar que en reiteradas ocasiones Piedad Córdoba ha manifestado que teme por su vida y que para ella no se trató de un simple atraco, haciendo referencia a una situación en particular que se presentó con su esquema de seguridad en 2021. “Respetuosamente me permito preguntar, ¿quién moviliza ocho hombres armados en varios vehículos para atacar a una camioneta y finalmente solo robar un arma?”, escribió la exsenadora en sus redes sociales, cuando se presentó el incidente con su esquema de seguridad.
Al conocerse la intención de la exsenadora de acudir a la Comisión de la Verdad, esta le respondió señalando que “las puertas de dicha institución estaban abiertas para todas las voces que quieran ayudar a construir un relato colectivo, que dignifique a las víctimas, sobre todas, las voces de los responsables de quienes espera el reconocimiento de sus actos de cara país”.