CONSULTA
Venezolanos armaron la fiesta en Bogotá
Miles de ciudadanos del vecino país participaron de la consulta popular contra el gobierno de Nicolás Maduro. Así se vivió la jornada en los dos puntos de votación habilitados en la capital colombiana.
Bogotá parecía ser la capital de Venezuela. Por la Carrera Séptima, una de sus principales vías, se escuchaba el "Gloria al bravo pueblo..." del himno venezolano, y el centro de la ciudad fue testigo de una masiva jornada de protesta en contra del gobierno de Nicolás Maduro. La consulta popular, promovida por la oposición venezolana, y que se celebró a solo dos semanas de las elecciones de los miembros de la Asamblea Constituyente que promueve el gobierno de Venezuela, convocó a más de 20.000 patriotas residentes en Bogotá, quienes, desde muy temprano, se aglutinaron en los puestos de votación habilitados y así sentar su voz de protesta.
La jornada en la capital tuvo dos epicentros. La Plaza de Bolívar y el parqueadero de la calle 125 en el sector de Santa Bárbara. Ambos puntos contaron con la asistencia de miles de venezolanos que con pitos, pancartas y cánticos clamaban por un cambio para su país.
El puesto de votación más concurrido fue la Plaza de Bolívar, que durante nueve horas se vistió de vinotinto, el color de la camiseta de la selección de fútbol del vecino país. Desde muy temprano cientos de venezolanos equipados con sus gorras tricolor asistieron a las mesas de votación dispuestas por el comité organizador de la consulta popular.
Las votaciones transcurrieron sin mayores inconvenientes, salvo uno que otro provocador. Los voluntarios del comité verificaron que los asistentes, con cédula en mano, fuesen aptos para ejercer su voto. De acuerdo con el comité, cualquier persona mayor de 18 años y con cédula venezolana podía participar de la consulta.
Una vez se verificaba que los asistentes fuesen aptos para votar, los voluntarios los dirigían a las mesas donde registraban su nombre, firma y huella en el cuaderno electoral y así recibir la papeleta de la consulta, compuesta por tres preguntas.
Y mientras los ciudadanos votaban dentro de las mesas la Plaza era una fiesta. Con cánticos en contra de Nicolás Maduro y al ritmo del himno nacional, los venezolanos radicados en Bogotá se unieron en una sola voz. Los cantos y el olor a las arepas venezolanas que se vendían en la calle hicieron que los venezolanos se sintieran como en Caracas, así estuvieran a kilómetros de distancia.
“Ver tanta gente de Venezuela junta es gratificante y nos recuerda de dónde venimos y por qué queremos un cambio”, contó a SEMANA Francine Howard, coordinadora del punto de votación en la Plaza de Bolívar. De acuerdo con los representantes del movimiento Voluntad Popular en Colombia, la participación en este punto fue de más de 15.000 venezolanos.
Dentro de los asistentes a la jornada electoral estuvo el concejal de Bogotá Marco Fidel Ramírez, quien fue invitado por el comité organizador de la consulta para ser uno de los veedores internacionales. “El pueblo hermano de Venezuela nos necesita y aquí estamos los colombianos para darles una mano frente a la tiranía”, dijo a SEMANA. También se vio a otros dirigentes, como el exvicepresidente Francisco Santos.
La votación en el norte
El parqueadero de la calle 125 con autopista norte parecía estar más lleno que la misma Plaza de Bolívar. Los votantes hicieron filas de horas para poder pronunciarse en las urnas frente a un gobierno al que califican como “corrupto” y “dictador”. “Llevo hora y media esperando poder votar, pero creo que es la fila que más feliz he hecho en mi vida”, le dijo a SEMANA una de las venezolanas que asistió a la consulta.
El espacio destinado para el sufragio parecía más una pequeña colonia venezolana en Bogotá que un puesto de votación. Al ritmo de canciones tradicionales venezolanas, interpretadas por una banda musical, y de cánticos en contra de Nicolás Maduro y su gobierno, los asistentes se paseaban por los puestos de votación con sus gorras, cachuchas y chaquetas mientras se refrescaban con una Maltín Polar, la bebida más popular del vecino país.
“Es sentirse un poquito como en casa. Sé que estamos lejos, pero estar rodeado de toda esta gente es muy gratificante y conmovedor”, comentó uno de los asistentes mientras hacía la fila para poder votar.
La jornada culminó aproximadamente a las 5:00 de la tarde, después de que los últimos en la fila ingresaran sus votos en las urnas. Una vez cerrado el sufragio, el comité organizador se dispuso a contabilizar los votos y enviar las actas vía internet a Caracas, donde se centralizó el conteo. Fue el día en que los venezolanos residentes en Bogotá volvieron a sentirse como en casa.