NARCOTRÁFICO

Así logró el narco Invisible meter más de 8.500 millones de pesos a su casa de lujo

Semana conoció en exclusiva las alianzas que habría hecho Lucio Burbano Portilla para lograr tener en su casa millonarias sumas de dinero en efectivo.

13 de noviembre de 2020
Lucio Burbano, alias Invisible.
Lucio Burbano, alias Invisible. | Foto: Montaje Semana

Lucio Burbano Portilla, conocido como El Señor o El Invisible, movía, según las autoridades, la mercancía y el dinero producto del narcotráfico a través de las rutas más cuidadas por los grupos armados ilegales en la selva y la costa nariñenses. Burbano traficaba narcóticos hacia Centroamérica saliendo de la frontera ecuatoriana. Ese negocio ilegal fue el que le permitió atesorar millonarias sumas de dinero y bines de lujo como los que revelaron en las últimas horas las autoridades.

1. Convirtió un obstáculo en un aliado

En Tumaco y sus alrededores dos grupos disidentes de las guerrillas mandan la parada desde hace unos años. Por un lado, está el grupo Oliver Sinisterra, que lideró en su momento Walter Patricio Arízala, alias Guacho. Y por el otro, las Guerrillas Unidas del Pacífico, que durante muchos años estuvo bajo el mando de Víctor David Segura, alias don David. Las dos organizaciones se han declarado la guerra, pues luchan por el control territorial y no dejan que terceros se involucren.

Lucio Burbano no pertenecía a ninguna de estas organizaciones, pero con tal de tener éxito en el negocio del narcotráfico logró aliarse con los dos bandos y llegó a un acuerdo de no agresión: nadie podía atacar a quién trabajara para el narco Invisible.

2. ¿Cómo los convenció?

Según fuentes consultadas por Semana, Lucio Burbano le propuso a cada cabecilla que los ayudaría a financiar sus organizaciones, las cuales cada mes gastaban millones de pesos en pagos de armamentos, abastecimiento y manutención de los miembros los grupos ilegales, entre otros gastos.

Él garantizaba que tanto la Oliver Sinisterra como las Guerrillas Unidas del Pacifico, recibirían ganancias por la fabricación y distribución de clorhidrato de cocaína. Las dos organizaciones contaban con laboratorios de coca en la zona.

Adicional a eso, alias don David tenía entre la espesa selva de Nariño, talleres de semisumergibles artesanales que también puso a disposición de la organización que según las autoridades era liderada por Lucio Burbano. Convertir en aliados a los cabecillas de las disidencias se convirtió en un negocio redondo.

3. Los momentos difíciles

Cuando todo parecía marchar a la perfección fue abatido alias don David, en septiembre de 2018. Ese fue uno de los golpes más fuertes que dieron las autoridades colombianas: participaron la Policía, la Armada Nacional y la Fuerza Aérea de Colombia con el apoyo de la Fiscalía General de la Nación.

El negocio para El Invisible empezó a tambalear, pero el golpe más duro se dio cuando meses después, cuando dieron de baja a alias Guacho. Una vez las autoridades tomaron control de la zona de la organización que al parecer dirigía Lucio Burbano y que tenía como centro de operaciones el Valle del Cauca, el negocio empezó a decaer, pero sería por poco tiempo.

4. El resurgimiento que llevó a El Invisible a tener su casa llena de billetes

Una vez fuera de combate alias Guacho, otro líder narco conocido con el alias de el Gringo o Fabian tomó el control de la Oliver Sinisterra. Quién llegó a remplazar a alias don David fue alias Borojó. Estos dos volvieron a hacer contacto con la gente de confianza de Lucio Burbano y empezaron a abrir las nuevas rutas. En esta oportunidad no solo ayudaban a salir los narcóticos, sino que ayudaban a ingresar el dinero producto del negocio, camuflándolo en tanques de combustible.

El dinero se movía por las carreteras que comunican al departamento de Nariño con el Valle del Cauca, y lo escondían en caletas como la que encontraron las autoridades en una de las casas que pertenecía a la organización que según los investigadores lideraba Lucio Burbano.

Cabe recordar que en la “narcocaleta” encontraron 8.500 millones de pesos en efectivo, 3.700 dólares, 11 relojes lujosos, armas de fuego y documentación con información privilegiada sobre actividades judiciales y de la fuerza pública. Todo el material fue incautado por las autoridades.