Atlas del Nazismo

Así operó el partido nazi en Colombia

Fueron 290 los afiliados al Partido Nazi en Colombia, entre ellos once pilotos, operadores de radio y mecánicos de Scadta. Algunos fueron considerados “héroes nacionales” y hasta recibieron la Cruz de Boyacá.

5 de diciembre de 2021
Nazis en Colombia 
Credito: Archivo General de la Nación
| Foto: Archivo General de la Nación

El Partido Nazi tenía un brazo que operaba fuera de Alemania, la Organización del Partido para el Extranjero o AO, por sus siglas en alemán: Auslandsorganisation der NSDAP. Desde mediados de los años treinta hubo actividades nazi en Barranquilla pues ya se había formado un grupo de apoyo o Stützpunkte, como se conocía el colectivo de alemanes de la ciudad. El colectivo tenía un jefe que era además el jefe del Partido Nazi en Colombia, Emil Pruefert. Su cargo oficial era Landesgruppenleiter o jefe del grupo nacional. Pruefert rendía cuentas ante el jefe del AO en Berlín.

La influencia nazi empezó por la transformación de una revista que publicaba noticias para la comunidad alemana de Barranquilla. En 1937 se convirtió en el Karibischer Beobachter (Observador del Caribe), en el que se publicaban artículos a favor del nacionalsocialismo, algunos enviados desde Alemania.

El entusiasmo que el nazismo despertó entre los alemanes de Barranquilla antes de la guerra se conoció de manera contundente en 1986 cuando mi esposa Silvia Galvis y yo publicamos en el libro Colombia nazi fotografías inéditas que encontramos en Washington en el National Archives. Gigantescas cruces gamadas adornaban las paredes del Club Alemán cuando se realizaban fiestas. Las reuniones del partido se iniciaban con la entrada de banderas en que ondeaba la cruz gamada. Los asistentes a almuerzos y otras reuniones mostraban brazaletes con el símbolo del nazismo, la siempre presente cruz gamada. El juramento de fidelidad al Führer y al Reich se hacía bajo enormes pendones y banderas. En esa y en otras ceremonias detrás del atril se observa la figura del Landesgruppenleiter, Emil Pruefert.

La propaganda era una de las actividades de Pruefert. En 1938 logró que una emisora de Barranquilla retransmitiera un discurso de Hitler. En el consulado alemán funcionaba un radio transmisor para comunicarse con Alemania. Pero Pruefert no estaba solo. Karl von Wahlert, gerente de Pfaff, que vendía máquinas de coser, “tiene agentes en cada municipio de alguna importancia en el país”, según la policía colombiana.

Nazis en Colombia
Nazis en Colombia | Foto: Derecho de fotografía autorizado por Archivo General de la Nación

Lorena Cardona, profesora de la Universidad de Caldas, publicó en 2018 los nombres de otros alemanes que la policía consideraba líderes del Partido Nazi, tomados del archivo de actividades nazis que reposa en el Archivo General de la Nación en Bogotá: Heinrich Kreie, jefe en Cali y sucesor de Hans Puttfarcken, Wilhelm Kropp y Gunther Schrader; Walter Hans Ehlers y sus antecesores Woelpert, Adolf Koch y Hans Neumoeller, en Cartagena; E. Broeller, también de Cartagena, “adicto fanático al nazismo”; en Buenaventura, Robert Kilian; Kurt Friedrich, jefe de la célula de Manizales; Carlos Reger y Hans Pruhns en Barrancabermeja; en el punto de apoyo de Medellín, Adolf Stober y “nazis definidos y peligrosos” como Reinhard Gundlach, Enrique Kausel, Karl August Kanterreit, Guenter Mundt Sander, Hans Simon, Teodoro Sohn, Hans Schwerdtfeger, Adolf Stap, Otto Thiel y Erhard Ziegler, “entre otros que sería largo enumerar”.

En un registro a la vivienda de Alfonso Friedrich Batting en Barranquilla la policía encontró imágenes que mostraban que los partidarios de Hitler desde 1936 “han estado realizando reuniones donde alternan la pompa militar germana y los ridículos ritos introducidos por el nazismo”.

En Barranquilla la policía señalaba a Emil Pruefert, Otto Kindermann, Emil Rathje, Fernando Wedeking, Nicolas Senning, Francisco Bracht, un señor Ritzel y a Georg Roppel, que fue segundo director de la Scadta.

En agosto de 1941 la policía interceptó una llamada del cónsul alemán en Medellín, Reinhard Gundlach al Dr. Fritz Blass, jefe del Partido Nazi en Medellín, según el trabajo de la profesora Lorena Cardona. El cónsul decía: “Esto está como grave, yo creo que todos los gobiernos están tomando medidas contra la propagación de nuestro régimen y nos están observando”.

Sede Nazis en Barranquilla
En la fotografía, se aprecia la presencia de Emil Pruefert, Kaiser, Emil Rathje, Johst, Whedekind y Jost; simpatizantes nazis en un evento en Barranquilla. | Foto: Derecho de fotografía autorizado por Credito: Archivo General de la Nación

La Cruz de Boyacá

Fueron 290 los afiliados al Partido Nazi en Colombia, entre ellos once pilotos, operadores de radio y mecánicos de Scadta. Uno de ellos, el piloto Hans Werner von Engel, ya era miembro del partido en 1933 cuando el Gobierno colombiano lo condecoró con la Cruz de Boyacá por sus servicios durante la guerra con el Perú. La imposición de la Cruz de Boyacá se realizó en la inauguración de la base aérea de Palanquero en Puerto Salgar. Otro condecorado fue Fritz Jessen von Heydebreck, piloto que ingresó al partido el año siguiente. En esa ocasión también fueron condecorados el capitán Herbert Boy y otro aviador, Herman von Oertzen. En Colombia eran vistos como héroes nacionales.

Poco después también recibieron la Cruz de Boyacá uno de los fundadores de la aerolínea, Peter Paul von Bauer, considerado “fundador de la aviación en Colombia”, y el gerente de Scadta, Herman Kuehl. Este no era nazi, lo que generó protestas ante el Gobierno alemán, según pesquisas del historiador Luis Eduardo Bosemberg. En septiembre de 1938 los jóvenes pilotos alemanes y el jefe de pilotos, Hans Dietrich Hoffman, se quejaron ante el Ministerio de Aviación en Berlín. El resultado fue negativo para los quejosos. Habían cometido un acto en contra de la disciplina por haber apelado directamente ante el Ministerio de Aviación, omitiendo los conductos regulares. Además, les respondieron que “Era mejor tener un gerente que no fuese nazi para que no hubiera problemas con Colombia”.

Adaptando los aviones civiles de Scadta a fines militares, los pilotos y directores de la compañía crearon de facto la Fuerza Aérea Colombiana, que no existía cuando el primero de septiembre de 1932 los peruanos se tomaron Leticia, apresaron a las autoridades colombianas y se apoderaron del trapecio amazónico. Esos aeroplanos, que eran apenas 25, y la flota naval adquirida a las volandas en Europa por el general Alfredo Vázquez Cobo, que con gran celeridad remontó el Putumayo, determinaron la huida de las fuerzas peruanas de Tarapacá.