NACIÓN
Así reclutaban las FARC a los menores de edad para la guerra
Se conocen imágenes de la barbarie de la entonces guerrilla, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Manos Rojas, que lucha contra el reclutamiento de menores.
En los informes Génesis y Aletheia que entregaron las Fuerzas Militares a la Justicia Especial de Paz se documentan varias acciones de barbarie que cometió la entonces guerrilla de las FARC durante el conflicto armado.
Uno de los capítulos que contienen esos documentos es sobre el reclutamiento forzado que hizo la guerrilla de las FARC de los menores de edad en diferentes regiones del país.
Entre ellos se encuentra la denominada operación Berlín, en la que se encontró que 150 integrantes de la Columna Móvil Arturo Ruiz de las FARC eran menores de edad entre los 9 y los 17 años, así como casos de resistencia de comunidades campesinas e indígenas que sufrieron amenazas por oponerse al reclutamiento forzado de sus hijos.
En documentos recopilados en Génesis consta que, desde los inicios mismos de las FARC como grupo armado, a mediados de la década de los 60, alias Jacobo Arenas plasmó en el Diario de la resistencia de Marquetalia que “un muchacho educado en la escuela de las luchas armadas revolucionarias es casi seguramente un buen guerrillero” y destacaba que “allí también se movilizaron hasta los niños para romper el cerco tendido sobre la región por el Ejército”.
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“Posteriormente, en 1967, bajo la dirección de Jesús Trujillo Alape, alias ´Ciro Trujillo´, con el ánimo de expandir su accionar delictivo, inicia un desplazamiento hacia la región del Quindío para la conformación de nuevas estructuras guerrilleras y en este movimiento pierde el 70 % de sus hombres, lo que significó un fuerte golpe para la organización. Como consecuencia, en su Tercera Conferencia Nacional Guerrillera (1969) se emitieron órdenes estrictas a los integrantes del Estado Mayor Central para iniciar una etapa de reclutamiento que los llevara a salir de la crisis, órdenes que se ratificaron en el segundo pleno (1970)”, señala el informe del Comando Conjunto Estratégico de Transición de las FF. MM.
Otro método, utilizado desde el año 2001, eran los Clubes Infantiles Bolivarianos, creados por el Bloque Oriental para adoctrinar a los menores de edad y entrenarlos para sus fines.
Así quedó demostrado en la “Guía para el trabajo de los clubes infantiles bolivarianos”, presente en el informe Génesis, en donde el objetivo de estas organizaciones era reclutar a niños entre 5 y 12 años, para “despertar su creatividad hacia el bien común para que desde temprana edad sea un luchador por los cambios sociales convirtiéndose en un revolucionario”. Desde el año 2003 existen sentencias condenatorias al secretariado de las FARC por hechos de reclutamiento.
Los apartes de los informes se conocen en el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Manos Rojas, que lucha contra el reclutamiento de menores para la guerra y que se lleva a cabo todos los 12 de febrero.
Testimonio de la barbarie del reclutamiento
Uno de esos testimonios que conoció SEMANA fue el de Lorena Murcia, quien señala que no ha sido fácil dejar el pasado atrás, pues cuando tenía 10 años fue reclutada por la extinta guerrilla de las FARC en una vereda de San Vicente del Caguán.
Con el paso del tiempo, entre los muchos papeles que tenía que cumplir al interior de la subversión, estaba ir a los pueblos a hacer investigaciones. “A mí me llevaron a la fuerza, no porque yo quisiera ir, ni como dicen otros políticos que era porque me hacían falta toallas higiénicas, o era porque me hacía falta el paquete de galletas. No, a mí me llevaron a la fuerza, y no es historia, no es un cuento de hadas, ni era un parque ecológico donde nos llevaban a un tour”, dijo Lorena Murcia.
“La única persona que lo puede ayudar a uno en el monte es Dios, y yo estoy con vida en estos momentos para contar mi historia, gracias a la fe que tengo en él, y yo todos los días le pedí que me sacara de ese infierno; en las noches, cuando desayunaba, almorzaba, cuando estaba prestando guardia, cuando tenía que salir a una misión de las FARC (...) yo creo que Dios escuchó mis súplicas y gracias a mi fe hoy estoy viva para contarlo porque eso sí nunca me lo pudieron matar en las FARC, porque allá era prohibido creer en Dios”, agregó Murcia.