NACIÓN
Así se habrían gastado $2,3 billones en publicidad y eventos
La Contraloría revela que sólo en pendones las entidades invirtieron más de $6.000 millones. ¿Derroche o inversión?
El pasado lunes, luego de un Consejo de Ministros, el presidente Juan Manuel Santos, aunque dijo que la economía colombiana “va por buen rumbo”, pidió a los ministerios y sus entidades adscritas hacer un esfuerzo adicional para racionalizar los gastos de funcionamiento del Estado.
Eso sí, Santos aclaró que durante los primeros cuatro años, su gobierno ha sido austero y muy eficaz en el gasto, y para dar muestras de ello, dijo que aunque los gastos de funcionamiento aumentaron el 8 %, eran un 30 % menos que lo que tuvo como gastos de funcionamiento el gobierno anterior.
Sin embargo, Santos también dijo que este gobierno encontró un “descuadre” entre los ingresos y los egresos del Estado. Se refería a un déficit de más del 4,1 % del PIB.
Por eso, el “apretón del cinturón” que Santos les propuso a sus ministros, y que llamó “plan de austeridad”, tiene como objetivo ahorrar un billón de pesos.
Ese día llamó la atención de que el principal gasto que se comprometió a reducir fue el de la publicidad estatal. Prometió bajarla en 40 %, lo mismo los gastos de viaje y viáticos en 15 %, el gasto de celulares y papelería en 10 %, a la vez que los gastos en vehículos, gasolina, esquemas de seguridad y escoltas. De momento, la nómina quedará congelada.
El hecho de que la publicidad haya sido el área de la contratación estatal que el presidente se comprometió a reducir no es gratuito. Durante su primer cuatrienio, la publicidad contratada por el Estado fue millonaria y según una evaluación de los organismos de control, pudo haber supuesto un gasto excesivo.
Semana.com conoció un informe de la Contraloría que reveló que las entidades del Estado gastaron en publicidad y eventos la nada despreciable suma de $2,3 billones entre el 2012 y enero del 2014. Es decir, algo más del doble del ahorro fiscal que ordenó el presidente Santos.
Algo que llama la atención del informe es que la mitad de ese rubro fue contratado por el Estado entre el 2013 y el 2014, es decir en periodo preelectoral.
Mientras en el 2012 el Estado gastó en eventos y publicidad $ 946.000 millones ($55.000 millones correspondieron a la Cumbre de las Américas), y en el 2013 $177.210 millones, entre julio del 2013 y enero del 2014, el gasto fue de $1,1 billones: $686.000 millones en eventos y $502.538 en publicidad.
Para la Contraloría llama poderosamente la atención que en época preelectoral, y en sólo siete meses, se igualaran los montos de publicidad entre el 2012 y el primer trimestre del 2013.
Más sorprendente aún fue el descubrimiento que hizo la Contraloría de que en esa época preelectoral el 91 % de los contratos fue para publicidad informativa y sólo el 9 % para publicidad pedagógica. La publicidad informativa corresponde a mostrar la gestión realizada, mientras que la pedagógica es el tipo de información necesaria e indispensable para el ciudadano, para acceder a los bienes y servicios públicos ofrecidos por las entidades. Esto significa que las entidades adscritas al Gobierno invirtieron, en plena época preelectoral, $456.939 millones para publicitar su gestión.
Otro de los hallazgos de la Contraloría es que ocho de cada 10 contratos en publicidad fueron adjudicados mediante contratación directa. Es decir que contrató $1.188 billones a dedo.
En el informe hay otros datos que llamaron poderosamente la atención. Por ejemplo, entre los$686.198 millones invertidos en eventos (capacitaciones, actividades institucionales, y desarrollo de programas o proyectos) en época preelectoral, $ 6.775 millones correspondieron al suministro de pendones para dichos eventos. La Registraduría Nacional contrató $2.150 millones en pendones.
El informe también señala las entidades del Estado que más contratan en publicidad. El Departamento para la Prosperidad Social, Ministerio de Educación, Ministerio de Defensa, Ministerio del Trabajo, Ministerio de Industria y Turismo, Ministerio de Agricultura, Ministerio de las TIC,
Ministerio de Minas, y el Ministerio de Protección Social. Estas nueve entidades controlan el 80 % de los contratos por publicidad y eventos.
Estos gastos en publicidad fueron calificados como “exagerados y desproporcionados” por el senador uribista Iván Duque. Según le explicó a Semana.com, el gasto en este rubro entre julio del 2013 y enero del 2014 (época preelectoral), $1,18 billones, es igual a lo invertido por el Gobierno en mejoramiento y mantenimiento de la red vial nacional. “Si el gasto en publicidad se mantiene en los próximos tres años, se aproxima a lo que se obtendría por la venta de ISAGEN”, afirmó.
Duque también consideró que el monto de contratación en publicidad y eventos invertido por el Gobierno es mayor al monto de inversión del sector ambiente y al de inversión para ciencia y tecnología. “Con la contratación en publicidad y eventos de las cinco primeras entidades se podría pasar de 129.000 becas educativas a 429.000”, agregó.
Aunque en el informe de la Contraloría no se denuncia ningún tipo de corrupción por contratar en publicidad, el ente de control sí advierte un vacío jurídico para limitar este gasto. “La normatividad que rige la publicidad en nuestro país no limita expresamente ni un mínimo ni un máximo en lo que a dineros públicos se refiere”, dice la Contraloría. Y en su informe agrega: “en conclusión, para efectos de la inversión del erario en publicidad NO existe límite alguno, salvo los principios de austeridad en el gasto público”.
Y es que en Colombia existía un decreto, el 1474 del 2011, que establecía un tope del 30 % del presupuesto de todas las entidades estatales para invertir en publicidad. Sin embargo, la ley para modernizar la organización y el funcionamiento de los municipios (Ley 1551 del 2012), que el entonces ministro del Interior Germán Vargas Lleras hizo aprobar en el Congreso, derogó aquel artículo.
Ante ese vacío jurídico, el senador Duque presentó un proyecto en el Senado para regular el gasto de publicidad y eventos, que en los últimos tres años ha sido de $2,3 billones.
Aunque la oposición es la que ha calificado este rubro como una muestra de derroche del Gobierno, algún mea culpa hay en el presidente Santos, pues para ahorrar $1 billón de pesos, decidió bajarle al 40 % los gastos para la propaganda estatal y los eventos sociales y corporativos.