SALUD

Las enfermedades de Esimed: así se vive un día de protestas en la Clínica Jorge Piñeros Corpas

La falta de pagos de recargos, cesantías y salarios provocó que funcionarios de Esimed detuvieran sus labores para protestar en frente de la clínica y la sede administrativa.

17 de octubre de 2018

Desde la sede de la Clínica Jorge Piñeros Corpas a la sede administrativa de Esimed hay 10 cuadras sobre la autopista -de la 104 a la 94-, y por ellas se ve a grupos de enfermeras que regresan del plantón para volver a sus puestos de trabajo porque según ellas "tenemos que protestar pero no podemos descuidar a los pacientes". Varios funcionarios van y vienen, con el uniforme puesto y armados con pitos, trompetas y pancartas.

La entrada de la sede administrativa, y parte de la fachada de la clínica, están llenas de carteles que piden salarios, recargos, vacaciones y liquidaciones. A Marcela Rivera, una auxiliar de enfermeria que está embarazada, le deben todos los recargos que ha hecho este año. En cinco años le deben todavía tres vacaciones, porque no las puede pedir porque el personal es muy poco, y todo su salario del mes de septiembre. 

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Cada vez que un médico la ve por su embarazo tiene que ser por urgencias, porque asegura que no tiene EPS ni ARL ni pensión. "A todos les deben sus cesantías". Dice que la situación ya ha llegado al punto de que cuenta las monedas para pagar el pasaje de TransMilenio y para comer. Y renunciar no es una opción porque sería perder el tiempo que ha invertido trabajando, y porque cree que no es fácil que la contraten en otro lado.

La Policía tuvo que hacer presencia en el lugar debido a que varios funcionarios que no habían recibido sus pagos deseaban entrar al edificio

Esimed en un comunicado dijo que "La clínica se encuentra abierta y funcionando normalmente con personal de enfermería y médicos suficientes en las áreas de triage, consulta de urgencias y observación”.

El caso hace parte de la larga lista de problemas producto de la situación de Medimás donde confluyen las denuncias por ineficiencia, mal servicio y complejidad del sistema de salud. A eso se le suma quién responderá por tratamientos y exámenes médicos de los 4,7 millones de usuarios y con este plantón aparece una nueva arista: los funcionarios de la salud también sufren, pero por la ausencia del pago en sus cuentas. 

Luz Marina Franco, otra auxiliar de enfermería, dice que por la falta del pago de sus recargos y su salario del mes de septiembre está a punto de que la echen de su apartamento en arriendo. Muestra los chats en donde un abogado le dice que está cerca de que se haga un desalojo forzoso. "Desde marzo no me llegan mis recargos, no me alcanza para transoprte ni comida".

La Procuraduría ha entregado balances sobre cómo ha funcionado Medimás. La agente especial liquidadora de Saludcoop EPS, Ángela María Echeverri, comunicó en ese entonces la decisión de echar para atrás la venta de Cafesalud.

La revocatoria de venta fue un requerimiento de la Procuraduría. Saludcoop-Cafesalud se acogieron a trasladar sus acciones al consorcio Prestasalud.

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Enfermeras y médicos se agruparon para gritar arengas mientras una escuadra de policías con escudos, cascos y bolillos hizo presencia para que la protesta no se fuera a salir de control. Dos delegadas de la Procuraduría intentaban ingresar por la entrada de vehículos. Pero la Policía no dejaba por miedo a que quienes protestaban entraran al edificio. Finalmente, lo hicieron por la puerta principal con uniformados a lado y lado para que el desorden no se desatara.


Alirio Toloza, uno de los funcionarios administrativos fue enfrentado en la calle.

Uno por uno varios funcionarios aprovecharon para salir del edificio, cuando le tocó el turno a Alirio Toloza, algunas enfermeras se le acercaron para gritarle que él era uno de los supuestos culpables de lo que les estaba pasando. El descontento hacia Toloza fue bullicioso y lleno de ahínco. "Es que Toloza fue vicepresidente del Sindicato Conaltrasaco del grupo Saludcoop, y ahora es funcionario de Esimed". Con más rabia que con argumentos, muchos lo acusan de haber recibido dinero y un puesto administrativo "porque era una piedra en el zapato".

En 2017 el consorcio Prestasalud se quedó con los usuarios de Saludcoop-Cafesalud y a cambio firmaron el compromiso de pagar 1,4 billones de pesos y el derecho a operar, administrar o adquirir las 18 clínicas de Esimed, estructura de Saludcoop. Pero los problemas han persistido.

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Zulay Pareja, médico general del CAU 68 en el barrio Granjas de Techo, trabaja desde hace cuatro años en Esimed. Primero fue en la clínica de maternidad y en marzo fue trasladada. Allí encontró camillas sin sábanas, ausencia de anestesia en la sala de urgencias, y pocos medicamentos. Lo que más la indignó fue que gracias a una visita de la secretaria de salud maravillosamente las falencias del CAU 68 desaparecieron momentáneamente. A la doctora Pareja no le han pagado sus cesantias, tampoco tiene su salario de septiembre, aunque un comunicado de Esimed decía que pagarían este martes pero al final no sucedió. Está en vacaciones, pero sigue usando su uniforme azul, "es que aunque yo esté en vacaciones no tengo a dónde irme porque no me han pagado, por eso vengo aquí aunque yo regreso el 23 de octubre".

Pero la Policía no logró contener la indignación de los protestantes. Sobre la tarde un funcionario administrativo tuvo que salir escoltado por una camioneta de la Policía, lo que causó indignación entre los médicos y enfemeras que protestaban. Varios aseguran haber sido agredidos por las autoridades. Parece que el problema está lejos de terminar.

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