Asociación Colombiana de Actores lanza dura crítica ante accidente de bailarina que se quemó gravemente; “pudo ser presionada”

El pasado fin de semana, Laura Villamil una bailarina del conocido restaurante Andrés Carne de Res, ubicado en el municipio de Chía, terminó envuelta en llamas, mientras adelantaba un acto de entretenimiento en el reconocido lugar. De acuerdo con varios testigos, el traje que llevaba se prendió fuego en cuestión de segundos y hoy se debate entre la vida y la muerte en la Fundación Santafe, pues terminó con quemaduras en el 80 % de su cuerpo.

Frente al hecho se pronunció la Asociación Colombiana de Actrices y Actores, ACA. Mediante un comunicado divulgado a través de las redes sociales de la entidad, aseguró que en este delicado suceso, que involucra a una artista del mundo escénico, es urgente revisar varios aspectos, entre ellos si el sitio contaba con un protocolo establecido para este tipo de emergencias, si Villamil usaba un traje adecuado para la manipulación de fuego y si es posible que la artista haya recibido algún tipo de presión para exponer su vida de esa manera en este espectáculo.

“Más allá de establecer las responsabilidades del caso, que es labor de las autoridades correspondientes, hay que hablar de las obligaciones del contratante previas al accidente. Independientemente de la modalidad del contrato bajo la cual Laura estuviera contratada, la empresa para la que estaba realizando su trabajo debía tener un protocolo de seguridad, ya que se estaba trabajando con fuego”, sostiene ACA en el documento.

Dichos protocolos, agrega ACA, incluyen la “presencia de personal capacitado y extintores cerca del lugar en el que se realizaría la acción. Contar además con una ruta para la atención de emergencias, una brigada contra incendios, una persona con conocimiento sobre el tipo de vestuario y materiales a utilizar a la hora de trabajar con fuego, entre otras medidas preventivas”.

Un detalle importante teniendo en cuenta que, a la luz de lo que se muestra en los videos del lugar, al momento del accidente la bailarina no estaba ataviada con un traje especial para este tipo de espectáculos.

Además, subraya la Asociación Colombiana de Actrices que es importante “investigar con qué nivel de riesgo se estaba pagando su ARL”, debido a la peligrosidad que implica la manipulación de fuego como parte de su actividad artística.

Y enciende la polémica, al preguntarse si cabe la posibilidad de que Laura Villamil estuviera expuesta a “situaciones de presión que pudieran tipificar acoso laboral y abuso, que habría inducido a la artista a realizar este acto sin la protección debida”.

Para la ACA: “Este hecho demuestra bien la situación de vulnerabilidad en la que vivimos los artistas escénicos y prende una alarma que el Ministerio de Trabajo deberá atender con prontitud. Poner sus ojos allí y empezar a hacer inspecciones en lugares como este”.

Según la asociación, este tipo de establecimientos no están entrenados “en estas actividades y lleva décadas haciéndolas (...) así como también a otras empresas de BTL o entretenimiento, que puede caer de manera recurrente en este tipo de prácticas abusivas en la contratación, los pagos y sin ofrecer las garantías de seguridad que este tipo de trabajos requieren”.