VALLE DEL CAUCA
“Aspersión con glifosato es irresponsable, criminal e ineficiente”: Alcalde de Jamundí, Valle
El mandatario local dijo que este método envenena las tierras y genera efectos adversos en la salud de los campesinos.
Andrés Felipe Ramírez, alcalde de Jamundí, Valle, se fue lanza en ristre contra la posibilidad de que en la lucha contra los cultivos ilícitos se retorne a la aspersión aérea con glifosato. El mandatario dijo que insistir en este método es “irresponsable, criminal e ineficiente”.
“El glifosato es por definición un veneno. Insistir en su uso como método para atacar los cultivos de coca es irresponsable, criminal e ineficiente (...) Estudios de la Universidad de los Andes demuestran que por cada 10 matas que son asperjadas solo se logra impacta a una o máximo dos matas, demostrando una poca efectividad. Para lograr acabar con diez plantas debe repetirse la dosis al menos nueve veces más”, sostuvo el alcalde Ramírez.
Jamundí, que está ubicado en el sur del Valle y comparte frontera con Cauca, alberga en su zona rural al menos 1.400 hectáreas de cultivos ilícitos y la presencia de la disidencia de las Farc Jaime Martínez, al mando de Jhoany Noscué, alias Mayimbú, por quien las autoridades ofrecen hasta mil millones de pesos en recompensa.
“Tenemos aproximadamente 1.400 hectáreas de coca, que es la mitad de lo que hay en el Valle, según las cifras. Nosotros tenemos varias dificultades: el mayor conflicto se da allá es por el comercio ilícito de las drogas, no solamente de los cultivos, sino también de los insumos, y que nos volvemos en el paso obligado hacia el Naya y la ruta del Pacífico, y Jamundí se ha vuelto el corazón, porque todo lo que viene del sur atraviesa el municipio”, dijo en octubre del año pasado el alcalde Ramírez en entrevista con SEMANA.
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En aquella ocasión recalcó que lo que está pasando en Jamundí “es lo más parecido al Cartel de Cali”. “Lo primero que tengo que decir es que a tan solo 15 minutos de Cali, zona rural alta de Jamundí, se libra una guerra entre el narcotráfico, a la cual nos hemos enfrentado con los escasos recursos del gobierno local, pero necesitamos la presencia del Estado. El Gobierno nacional debe tomar este problema con mayor seriedad. Lo que que estamos viviendo en la zona rural es lo más parecido al cartel de Cali, pero hoy trasladado a la zona rural alta del municipio. En 2018 hubo una disputa entre Los Pelusos y las disidencias de las Farc, que también generó una presión de violencia fuerte por el control territorial. Hoy estamos casi en lo mismo. Los cultivos han crecido, por el abandono de más veinte años de estas comunidades. Nosotros venimos haciendo esfuerzos enormes para llegar con soluciones”, puntualizó el mandatario.
No obstante, asegura que el glifosato no es la salida a esos problemas: “La aspersión aérea es la salida fácil. Sobre las montañas y lo que habita en ellas caerá una lluvia tóxica que afectará gravemente a nuestros campesinos, niños, mujeres en embarazo, a nuestra biodiversidad y nuestros ríos, un atentado contra los derechos humanos y los derechos de la naturaleza”.
Para el alcalde de Jamundí, la mejor manera de acabar con los cultivos ilícitos en el país está la inversión social en la zona rural que permita el desarrollo de las comunidades que hoy viven en el atraso y son blanco de la delincuencia.
“Hemos llegado a la zona rural placas huellas, promoción de rutas turísticas, presupuestos participativos, asistencia técnica agropecuaria y sobre todo presencia permanente en lugares donde nunca iba un alcalde”, agregó Ramírez.
Y asimismo subrayó que: “Todo esto es insuficiente sino garantizamos seguridad territorial, sustitución de cultivos y desarrollo rural desde la comercialización de sus productos”.