Judicial
¿Atacante de Natalia Ponce de León podría pedir libertad condicional? Se revive el aterrador ataque con ácido que cumple 10 años
La joven colombiana ha recibido varios reconocimientos por proteger los derechos de las víctimas de ataques con ácido.
Natalia Ponce de León se convirtió en uno de los rostros de los terribles ataques con ácido de los que han sido víctimas miles de mujeres en el mundo. Su caso sirvió para impulsar la ley 1773 que endureció las penas en Colombia contra este tipo de victimarios y su historia de resiliencia sigue inspirando a muchos.
La joven colombiana es reconocida a nivel mundial por su valor y constante lucha tras ser agredida con ácido el 27 de marzo del 2014, ataque perpetrado por Jonathan Vega, un hombre obsesionado con Ponce, que sin ningún reparo atentó contra su vida, generando graves quemaduras en su rostro y en algunas partes de su cuerpo.
En las últimas horas, se dio a conocer que Jonathan Vega, quien fue condenado a 21 años y diez meses de prisión por ser acusado de ser el autor de perpetrar el ataque, podría acudir ante los jueces para pedir su libertad condicional, según pudo corroborar la emisora La Fm.
La coordinadora del Grupo Penitenciario Inpec, habría confirmado a la emisora que Jonathan Vega no ha asistido a las citas que fueron programadas con el psicólogo para recibir una asistencia especial requerida. Según pudo confirmar el medio, el joven atacante tampoco ha asistido a las clases previstas para su formación en desarrollo humano ni formación académica.
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La Fm pudo revisar los registros penitenciarios donde se pudo evidenciar que pese a que Vega ha incumplido en algunos puntos de su condena también logró tres rendiciones por estudio que al sumarse a los 10 años en tiempo que ha permanecido en la Picota, suman más de 11 años y cinco meses de sentencia cumplida, algo que abriría la puerta a una posible libertad condicional.
Según el artículo publicado por la emisora colombiana y citando a una profesional especializada del Inpec, pese a que el interno ha tenido una buena conducta, pues no se presentan registros de altercados con otros reclusos, no corresponde a lo que sería el tratamiento que necesita para tratar sus problemas de violencia y su obsesión que fue lo que lo llevó a atacar a Natalia Ponce de León.
SEMANA consultó con Johan Andrés Montenegro abogado especialista en Derechos Humanos y experto en temas constitucionales, la posibilidad de que Vega logre la libertad condicional y en general sobre las penas por agresión personal con ácido, un tema que ha causado mucha controversia en nuestro país.
“Respecto a la ley Natalia Ponce de León, ley 1173, hay que indicar que en efecto se endurecieron las penas de cara a quien cometa la lesión personal con ácido o sustancia química y que sobrevenga hacia una mujer. Ese endurecimiento de pena por sí solo no va a garantizar que la tasa que está en un 0.7% por cada 100.000 habitantes vaya a mejorar o cambiar”, dijo el experto.
“Creo que mejora las condiciones de cara al acceso a la justicia por parte de las víctimas y de cara a las garantías que tenían quienes cometieran este tipo de actos, es decir, permite que el procedimiento judicial sea más estricto y duro contra un acto infame como es el de atentar contra una persona con ácidos o sustancias químicas que deterioran notablemente e irreversiblemente la vida de las mujeres o los hombres que son atacados”, agregó Montenegro refiriéndose al proceso judicial.
“Es necesario que los gobiernos se comprometan con una política pública en contra de la violencia contra la mujer. En este caso debe haber un muy buen control de medios o publicación de la norma que permita indicar a los ciudadanos las consecuencias de este tipo de conducta”, terminó diciendo el abogado a SEMANA.
Natalia ha demostrado que seguir adelante pese a las circunstancias es el mejor camino para afrontar las adversidades, motivo por el que ha protagonizado varias campañas no solo para llamar la atención sobre los ataques con ácido que sufren muchas mujeres cada año en Colombia y en el mundo, sino para ayudar a aquellas demás víctimas que han pasado, al igual que ella, por difíciles momentos a nivel físico y psicológico.