NACIÓN
Ataque con explosivos dejó al menos un soldado muerto y más de 10 heridos en Norte de Santander
Los uniformados implicados en este cruel ataque pertenecen al batallón Hermógenes Maza y el Batallón Especial Energético y Vial número 21.
El lamentable hecho se registró en la vía que comunica a la ciudad de Cúcuta con el municipio de Tibú en el sector conocido como ‘El Tablazo’, lugar donde según las autoridades hay presencia del ELN y de las disidencias del Frente 33 de las FARC.
De acuerdo con lo registrado por varios medios locales, un ataque con ráfagas de fusil y explosivos a una patrulla militar del Ejército en la zona del Catatumbo dejó como resultado un soldado muerto y otros 11 más heridos.
El ataque a los miembros del Ejército se da luego de los contundentes golpes que en las últimas semanas las fuerzas armadas han dado a los criminales al desmantelar laboratorios, capturar a varios de sus integrantes y enfrentarlos en zona donde disputan territorios.
Otros sectores afectados por la presencia de disidencias armadas
Al igual que en este sector del Catatumbo, las comunidades indígenas y afro del Alto Baudó, en Chocó, continúan en una zozobra por una guerra sin cuartel entre el ELN, las disidencias de las Farc y los grupos post-justicia y paz como la Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) en ese territorio.
Según la Defensoría del Pueblo, hay 4.741 personas en medio de las balas y las amenazas.
La situación en la región es tan complicada que el ministro de Defensa, Diego Molano, y el ministro del Interior, Daniel Palacios, anunciaron una avanzada militar en la zona, además de la llegada de una misión humanitaria encabezada por la Cruz Roja Internacional y en la que también estará la Unidad de Víctimas y varias organizaciones de la comunidad internacional.
Según la misma gobernación, en la zona ya está el batallón de combate terrestre número 26 del Ejército, que se unió a los operativos de la Fuerza de Tarea Titán, que desde hace varios años le sigue los pasos a las organizaciones criminales.
Como suele suceder en estas regiones, quienes toman la vocería son los líderes sociales y religiosos. En días pasados, el obispo de Istmina, Mario de Jesús Álvarez, obispo del municipio, les pidió a los grupos armados que miraran “el sufrimiento de nuestras comunidades”, levantando así un clamor para que en medio de la guerra no caigan personas inocentes que están al margen de las dinámicas violentas.
Desde septiembre de 2019 la Defensoría del Pueblo emitió una alerta temprana con la que donde se alertó del riesgo que corre población civil “debido a la disputa territorial entre el ELN y el Grupo Armado postdesmovilización de las AUC-AGC”.
En un reciente comunicado, la Defensoría dijo: “Participamos del Comité de Justicia Transicional para evaluar la situación y solicitamos a las autoridades activar la ruta de protección, atención y prevención para las comunidades e iniciamos una Misión de Verificación a la zona para monitorear la evolución de la calamidad pública”.
Y agregó: “La comunidad está sin alimentación, sin recursos y confinadas en el resguardo, y otras personas en desplazamiento. Estas familias pertenecen a la comunidad indígena moamía”.