Nación
Atención: Con corona fúnebre, amenazan de muerte al vocero de los extraditables
Se trata de Alex Morales, del Movimiento Social por la Reconciliación y la Convivencia Sinergia, a quien le mandaron un ramo fúnebre y un sufragio en el que anunciaban su muerte. Denuncia que además le retiraron el esquema de seguridad.
Con la muerte respirándole en la nuca, no solo a él, sino a su familia y a círculo más cercano, se siente Alex Morales, el defensor de derechos humanos que se ha dado a la tarea de articular a los 279 extraditables que plantean subirse a la propuesta de cambio profundo a la política de extradición, frenando esos envíos a cambio de verdad y reparación de las víctimas.
El asunto es dramático y aterrador, al punto que Morales ya tomó la decisión de no volver a su casa y a su sitio de trabajo porque considera que en cualquier momento lo van a matar. Y no es para menos, ayer, en horas de la tarde llegaron dos jóvenes al conjunto residencial donde vive en Medellín, señalando que tenía una encomienda para el abogado y defensor de Derechos Humanos, pero que se lo tenían que entregar personalmente.
Ante la tardanza de Alex Morales, los jóvenes finalmente decidieron entregarle la atemorizante encomienda: un ramo de flores fúnebres con una cinta atravesada que tenía el nombre Alex Morales.
Pero ese no era el único elemento, lo acompañaba una carta que puso en pánico a la familia. Decía: “Condolencias a familiar y amigos de Alex Alberto Morales Córdoba”, un mensaje demoledor.
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SEMANA habló con el abogado y defensor de derechos humanos, quien es consciente que su labor en las cárceles puede resultar incómoda, pero también alertó por la falta de medidas de las autoridades para proteger su vida, en últimas, su gestión no es de poca monta. Se ha reunido con 279 extraditables, hombres y mujeres, quienes ya están avanzando en el compromiso de contar la verdad, reparar y hasta desnudar el negocio del narcotráfico para evitar su envío a Estados Unidos.
Narró lo sucedido con sus propias palabras, “siendo las 6 de la tarde, del 13 de septiembre de 2022, en mi lugar de residencia recibí un ramo de flores blancas con una cinta con mi nombre y una tarjeta de condolencia a familiares y amigos de este defensor de derechos humanos. El ramo fue recibido por mi suegra y cuñada, quien se negó a recibirlo, pero la persona que lo entregó insistió en que debería hacerlo”.
“Por seguridad tuve que abandonar nuevamente mi lugar habitual de residencia y mi sitio de trabajo, porque son constantes estas amenazas. Informó que para este defensor no es casual esta situación, pues, vengo denunciando desde el año 2018 el Modus Operandi de la Unidad Contra el Crimen Organizado, en la ciudad de Medellín, en la utilización de falsos testigos”, denunció Morales.
El asunto es de vida o muerte, mientras los extraditables están dispuestos a contar su relación con los delitos, en especial el narcotráfico, fuera de las cárceles hay capos que ven el asunto como un riesgo para su negocio criminal.
Morales advierte que en ocasiones son los mismos funcionarios o el cuerpo de vigilancia quienes están detrás de los hostigamientos. Indicó que “el proceso de denuncia contra los Fiscales y Funcionarios de la Sijin y Dijin se caracteriza por ser lento, omisivo, dilatorio y han tratado de judicializarme”.
Lo más grave, mientras en su casa hay un ramo fúnebre y una invitación a sus exequias, no tiene esquema de seguridad. “A pesar de estar calificado en riesgo extraordinario, se me levantó el esquema de seguridad hace una semana. Presente una tutela el 7 de septiembre, para la protección de mis derechos a la vida, seguridad, entre otros, pero esta tutela ha pasado de juez en juez por competencia y solo hasta el día de ayer pude lograr que llegara a un magistrado del Consejo de Estado, pero hasta este momento no se me ha resuelto la medida provisional”, denuncia el defensor Alex Morales.
Con la muerte a la vuelta de la esquina, sin protección y escondido como si se tratara de un delincuente que no puede ir a su casa ni a su trabajo, Alex Morales solo se atreve a dictar una última sentencia: “Responsabilizo a las autoridades de cualquier hecho que atente y pongan en peligro mi vida, la de mi familia y la de terceros. Solicito que se le brinde protección a mi integridad y a los testigos que sirven para clarificar las actividades irregulares de algunos funcionarios que ostentan poder judicial y armamentístico”