Judicial
Atención | Capturan al senador liberal Mario Castaño, señalado de participar en una poderosa red de corrupción
La detención se produjo este martes a las afueras del Congreso de la República. En marzo, SEMANA destapó una sofisticada red de corrupción, de más de 70 personas, que compromete al congresista.
Poco pudo disfrutar la curul en la que fue reelegido el senador liberal Mario Castaño, quien al parecer era la máxima cabeza de una organización que tenía tentáculos en los departamentos de Caldas, Cauca, Chocó, Risaralda, Tolima y Valle del Cauca, en donde saqueaba el erario con apoyo de alcaldes y dirigentes en estas regiones. Castaño presuntamente estaba pendiente de los contratos y los presupuestos que se movían para direccionarlos en favor de personas cercanas, y ahora tendrá que responder por los delitos peculado, interés indebido en la contratación y concusión.
Según la Fiscalía, no hay duda de que se trata de una banda criminal conformada en torno al dirigente que fue reelegido a su tercer período, y quien “en virtud de los cupos indicativos viabilizó la financiación de proyectos al interior de entidades del orden nacional y se interesó de manera indebida, junto con su grupo delincuencial, en varios proyectos y contratos”.
La operación criminal para robarse los recursos públicos de parte del senador Mario Castaño fue denunciada en exclusiva por SEMANA, en marzo, cuando publicó una investigación en la que quedaba claro cómo el parlamentario del Eje Cafetero tenía articulada toda la red criminal. Pero ese fue apenas el principio de una serie de pruebas que fueron saliendo y que fueron publicadas sobre la forma de operar de la organización de Castaño, de la cual la Fiscalía, con pruebas, ya puso tras las rejas a nueve de sus compinches en Bogotá, Manizales y el Chocó.
Los capturados, presuntos socios criminales del recién capturado senador Castaño, son: Lorena Cañón, Santiago Castaño y su hermana, Claudia Marcela Castaño; Alejandro Noreña, Juan Sebastián Vargas, Daniela Ospina, Jeiler Javier Sánchez, Wílmar Herrera y Harvis Arturo Rentería.
Según las investigaciones, el apetito del senador Castaño frente a los recursos públicos es voraz. Según los cálculos preliminares, la banda habría desfalcado al Estado en por lo menos 60.000 millones de pesos, aunque se cree que la cifra podría ser mayor.
Son horas de grabaciones las que están en poder de las autoridades y que dan cuenta del comportamiento presuntamente criminal del senador liberal, quien al parecer llevaba delinquiendo desde 2018.
En una comunicación entre Castaño y Juan Carlos Martínez, a quien los investigadores señalan como su hombre de confianza, ambos se jactan delante de dos mujeres porque se apropiaron de la prórroga de un contrato de licores en el Chocó que, según confiesan, les dejaría utilidades anuales por 15.000 millones de pesos y durante 15 años.
En la llamada, Martínez les cuenta a las mujeres, a petición del senador, anécdotas en torno a cómo se concretó ese negocio. “Este hijueputa llega, y se va hacer un negocio, y le digo: ¿Mario y qué va hacer? Dijo: no, voy a prolongar lo de licores, eso me deja por ahí de 15 a 20 mil millones por año, y yo: ah hp, ¿y eso por cuánto? Dijo: por 15 años… no, pues… y sale de allá y le digo: ¿Cómo le fue? Y me dijo: bien, hermanito. ¿Y le renovaron eso? Dijo: sí, me renovaron eso y me dieron el tránsito, y yo: eh no joda hijueputa, o sea que usted queda lleno y pide postre”.
Además, en el mismo diálogo, se habla que en Chocó también les habrían prometido entregarles el negocio del “tránsito”. Castaño y Martínez, en otra comunicación, hablan de montar Centros de Diagnóstico Automotor (CDA), donde los conductores tienen por obligación tramitar la revisión técnico-mecánica de sus vehículos.
“Me puse a estudiar eso de los CDA y ya tengo la vuelta; cómo es esa vuelta, papi, pero esa vuelta hay que montarla, acreditarla y después habilitarla, porque las resoluciones cambiaron, o sea uno tiene que hacer el CDA, comprar la maquinaria, hacer un CDA completo, de cero vale lo que yo le digo a usted y usted no me creía”, le dice Martínez al senador.
El congresista le responde que en el Cauca ya tiene alcaldes que podrían ayudarlo para los CDA y le reprocha a su asesor que hay que estar pendientes de la plata: “Juan, usted, marica, se va pa’ allá, a pensar solo en votos y hay que pensar primero en el billete, güevón, uno tiene que ser empresario primero que ser político, güevón, usted es muy bobo, güevón”.
Las marionetas
La Fiscalía le hizo un seguimiento detallado y por varios meses al senador liberal Mario Alberto Castaño dentro de un expediente que denominó “Las marionetas”, el cual recogía los movimientos corruptos de cada una de las nueve personas, ya capturadas, que harían parte de la organización, encargada de direccionar de manera irregular miles de millones de pesos de contratos públicos en cinco departamentos del país y que presuntamente habría terminado en los bolsillos de esta red.
Además de la intención corrupta de esta red, también buscaban fortalecer el poder del senador Castaño, pues era precisamente su investidura de senador la que les permitía rastrear las inversiones y contratos y darles manejo como si fuera dinero de su bolsillo. Eso se vio reflejado en el resultado electoral para la reelección en el Congreso de la República.
Pese a que su posible vinculación como cabeza de la red de corrupción fue un escándalo nacional que se dio apenas unas semanas antes de las elecciones, eso pareció no hacer mella en su red electoral, pues fue reelegido con más de 68.700 votos.
Para lograr esto, conformó un grupo encargado de identificar contratos públicos, negociar con alcaldes, funcionarios y particulares su entrega y, con estos mismos mandatarios locales, socios de las “vueltas”, promover la candidatura.
En su momento, SEMANA preguntó al jefe del Partido Liberal, Cesar Gaviria, si mantenía al parlamentario en su lista pese a las evidentes pruebas en su contra y no hubo respuesta. Escasamente, la colectividad abrió una investigación interna, pero era claro que el destino sería una prisión y, de acuerdo con la norma, será una silla vacía para el liberalismo.
Sacúdete en La Merced
Según las investigaciones, el senador Castaño no tenía pudor para apuntar hacia la contratación pública. Así pasó con el programa Sacúdete, que es impulsado directamente por el presidente Iván Duque y en especial por su esposa, María Juliana Ruiz. Esto porque es inversión tiene toda la vocación dirigida a montar espacios para niños y jóvenes y mantenerlos lejos de la delincuencia o malos pasos.
En el municipio de La Merced, el senador Castaño habría puesto sus tentáculos. Allá se cuadró la entrega de contratos relacionados con ‘Sacúdete al parque’, el programa que promueve la construcción de canchas sintéticas, proyectos viales, alumbrado público, acueducto y alcantarillado, y que cayó en manos de esta red. “Se prevaleció el interés particular sobre el general, así como el económico”.
Entre estas irregularidades está el direccionamiento de contratos para la construcción de un parque recreativo en este municipio que tuvo un valor de 24 millones de pesos; mantenimiento de la casa de la cultura y acondicionamiento del espacio público, por otros 24 millones; suministro del cielo raso en el palacio municipal por $12 millones; canchas sintéticas por $1.249 millones, y cambio de luminarias por $692 millones. Para esto fue clave la participación de los funcionarios de la Alcaldía.
En una extensa conversación, Lorena Cañón –quien era la lobista encargada de los departamentos del Tolima y Valle del Cauca– le asegura al senador Castaño que el contrato de la biblioteca para Armero, por un valor de 900 millones de pesos, ya está más que listo. El alcalde se había comprometido a la entrega de ocho puntos (es decir, el 8 por ciento del contrato).
En otra conversación relacionada con el contrato del programa ‘Sacúdete al parque’, Lorena le menciona al congresista liberal que se han presentado demoras constantes para finiquitar todo, debido a que faltaba muy poco para las elecciones al Congreso.
El senador se muestra preocupado e incluso le llama la atención a su lobista en el departamento del Tolima.” (…) Tienen demasiados compromisos con los del Centro Democrático, pero ahí estamos tratando que todo salga adelante (…) Falta ahora la resolución de las ambulancias”, le asegura Cañón al senador Castaño, quien le pide resultados y que exija el cumplimiento del dinero que él ya había entregado. Igualmente, le hace una petición para que tome la distancia necesaria con el fin de que “no salga enredada”.
En todas las comunicaciones se hacen señalamientos directos al papel y conocimiento de Medardo Ortega en estos casos, indicando que las charlas se habían complicado, puesto que él hablaba de un dinero cuyo origen y destino era desconocido por la organización. “Eso no puede ser así”, reclama el senador Mario Castaño.
Los cuatro lobistas de Castaño le ponían de presente las arduas labores y contactos que estaban haciendo para conseguir los contratos del Ministerio del Interior, del programa ‘Sacúdete al Parque’.
Con las pruebas sobre la mesa, con la Fiscalía respirándole en la nuca, con un escándalo nacional que tenía su nombre y apellido, el senador Mario Alberto Castaño no tuvo escrúpulos para retirar su aspiración a ser reelegido en el Congreso, el Partido Liberal tampoco se lo pidió, puso la cara dura y se lanzó de nuevo para ocupar un puesto en el Capitolio y lo logró. Irónicamente, el CTI de la Fiscalía lo capturó a la salida de este lugar, al que parecía aferrarse, pero ahora su próximo destino puede ser la cárcel.