Nación
Atención: cayó alias Payaso, presunto jefe de las ‘Tomaseras’, terror de sus víctimas a punta de escopolamina
La Fiscalía logró la captura de alias Payaso, responsable, según las víctimas, de secuestro y hurto, mediante la escopolamina.
La aterradora historia de un hombre que fue escopolaminado, secuestrado, torturado y atracado en Bogotá tiene mucho de común con otras víctimas del mismo modus operandi de una banda, bastante conocida en la capital: las llamadas “tomaseras”. Un grupo de mujeres que, en compañía de otros criminales, escopolaminan a ciudadanos para manipularlos y obligarlos a entregar las claves de sus cuentas bancarias.
La investigación de la Fiscalía logró establecer la modalidad de esta organización criminal, que parece, resurgió de la cárcel, donde estaban metidos la mayoría de sus integrantes. Ahora, quien llevaba las riendas de la banda de delincuentes era un hombre conocido con el alias de Payaso, por fortuna capturado.
“Por solicitud de la Fiscalía General de la Nación, un juez de control de garantías impuso medida de aseguramiento privativa de la libertad en centro carcelario a Briam Stiv Patiño Ordoñez, alias Payaso, presunto articulador principal de una banda delincuencial conocida como ‘Las Tomaseras’, que sería la responsable de hurtos y secuestros en Bogotá”, dijo la Fiscalía.
Alias Payaso tiene muy difícil desprenderse de su responsabilidad en un reciente atraco que arrancó en el sector de Galerías y terminó en la localidad de Suba, con la víctima secuestrada y sometida. El ahora capturado aparece en videos de seguridad y fotografías en un recorrido criminal que hicieron con sus cómplices y con la víctima medio dormida, todo por cometer el error de acercarse a las “Tomaseras”.
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“Abundante evidencia técnica da cuenta de que este hombre habría planeado y participado en el robo a un mayor en retiro de la Policía Nacional, al que retuvieron ilegalmente durante más de 24 horas y le quitaron una camioneta de gama alta, en hechos ocurridos el pasado 18 de mayo, en la localidad de Teusaquillo”, explicó José Manuel Martínez, director seccional de fiscalías en Bogotá.
La víctima llegó a un establecimiento, que tenía atención al aire libre, sin embargo, minutos antes, dos taxis y tres hombres, lo tenían “marcado”. Dos mujeres recibieron la señal y se acercaron a la víctima que estaba sentado, le hicieron una pregunta y lo invitaron a acompañarlas en la mesa de junto, luego de un par de minutos apareció alias Payaso y el resto se borró de la memoria.
“Al parecer, alias Payaso condujo el automotor y, en compañía de sus posibles cómplices, llevó al mayor en retiro a una vivienda, donde permaneció encerrado y fue golpeado para que entregara las claves de las cuentas bancarias. La víctima logró escapar del lugar; sin embargo, le arrebataron la camioneta y un arma de fuego”, señaló el ente acusador.
Con la víctima sometida y a merced de las “Tomaseras”, alias Payaso tomó el control de la situación. En videos de seguridad quedó el minuto a minuto del atraco. Desde que la víctima llega al establecimiento, aparecen los taxis, los atracados y finalmente las mujeres, las “Tomaseras”. En esas mismas imágenes se ve cómo alias Payaso se sube al vehículo de la víctima y se lo lleva. El afectado fue metido en la parte trasera de su propio carro.
“Luego de obtener suficiente material de prueba, personal del CTI de la Fiscalía capturó a Briam Stiv Patiño en la localidad de Suba. En el procedimiento de allanamiento se incautaron varios celulares, un datáfono, dinero en efectivo y un arma traumática con sus accesorios”, resaltó el fiscal Martínez.
Todo el material de prueba fue presentado ante una juez de control de garantías para imputar cargos por delitos como secuestro, lesiones personales y hurto agravado. Cargos que no fueron aceptados por alias Payaso, pero suficientes en criterio de la juez para ordenar una medida de aseguramiento en centro carcelario. Lo enviaron a prisión.
La Fiscalía aseguró que la captura de alias Payaso y la eventual detención de las “Tomaseras” se convierte en un golpe para estas organizaciones criminales que tenían azotada la seguridad en zonas de Bogotá como Galerías, donde los ciudadanos esperan pasar un buen momento y terminan secuestrados, incluso en riesgo de morir por cuenta de dosis no calculadas de escopolamina.