Nación
Cirujano Antonio Figueredo, acusado de acceso carnal violento, no se presentó a la imputación
La representación de víctimas estudia la posibilidad de pedir una orden de captura.
El médico cirujano Antonio Figueredo, quien tiene todos los reflectores encima por las acusaciones de maltrato contra mujeres y acceso carnal violento, usó la ya conocida estrategia de presentar una excusa médica para no asistir a la diligencia de imputación de cargos, que estaba programada para este miércoles.
En este caso, la excusa que presentó Figueredo para justificar su ausencia resulta contradictoria, pues en síntesis dice que se encuentra en perfecto estado de salud, pero, aun así, le dieron una incapacidad de cuatro días, con lo cual evadió su responsabilidad.
Jaime Lombana, abogado de María Paula Pizarro, una de las víctimas, la primera en acusarlo públicamente, manifestó abiertamente su molestia por la ausencia de Figueredo. “La audiencia de imputación y medida de aseguramiento no se pudo realizar porque el médico Figueredo, a través de su abogado, presentó una excusa de la Clínica Marly, lo cual es increíble por tener una diarrea con una incapacidad de cuatro días”.
Lombana calificó de contradictoria la excusa al señalar que “dice que se encuentra hidratado, está consciente y afebril, pero eso se ha utilizado como excusa para aplazar y no comparecer a la audiencia de imputación y medida de aseguramiento. Es lamentable y desde el punto de vista de la víctima es repudiable esta revictimización y esta manipulación a la administración de justicia”.
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Son varias las denuncias que corren en contra del médico cirujano Antonio Figueredo. La primera, radicada por su colega María Paula Pizarro, lo tiene a las puertas de una imputación de cargos por los delitos de violencia intrafamiliar y acceso carnal violento. SEMANA conoció que la Fiscalía tiene lista la fecha de la diligencia en la que incluso solicitarán una medida de aseguramiento.
En poder de la Fiscalía hay tres denuncias que dejan al cirujano como responsable de atacar a varias mujeres mientras sostenía con ellas una relación sentimental. Los hechos fueron narrados a los investigadores que este 15 de diciembre presentarán el material probatorio en contra del médico y ante un juez de control de garantías en Floridablanca, Santander.
El cirujano tendrá que asistir con su abogado y conocer de voz del fiscal del caso los señalamientos que tienen en su contra y que fueron suficientes para citarlo a imputación de cargos. Además, los investigadores tratarán de demostrar al juez el peligro que representa el médico para las víctimas, ahora testigos de los hechos, y de esta forma obtener la medida de aseguramiento correspondiente.
La Clínica Cardiovascular de Bucaramanga, donde trabajaba este médico decidió, luego de conocer las denuncias, apartarlo de su cargo, mientras las autoridades adelantan las investigaciones del caso y es la justicia la encargada de definir la responsabilidad que tendría Figueredo en las graves conductas advertidas por tres mujeres.
“Como institución que trabaja por el cuidado de la vida, la FCV rechaza rechaza tajantemente cualquier acto de violencia que afecte la dignidad y vulnere los derechos humanos. Profesamos como un valor fundamental el respeto hacia nuestras colaboradoras y colaboradores en su integridad física, moral y emocional”, dice uno de los apartes del comunicado de la clínica.
Las primeras denuncias en contra de Antonio Figueredo surgieron de María Paula Pizarro y Érika Plata, dos mujeres que no callaron los maltratos que sufrieron y que motivaron nuevas denuncias. Una tercera mujer, que reservó su nombre por seguridad, relató de qué manera se convirtió en víctima de violencia intrafamiliar a manos del cirujano.
“Me cogió del cabello, me entró a rastras y me cogió a patadas. Yo gritaba y le decía que por favor no, que qué le pasaba. Él, con malas palabras, me decía que yo era lo peor, eran puras palabras groseras. Yo como pude me quedé en el cuarto con él hasta que se quedó dormido y pude salir para mi casa”, cuenta la mujer, quien prefiere guardar su identidad por protección a sus hijos y familiares, pero que decide contarle esta historia a SEMANA luego de seis años de haberle sucedido.
Esta nueva víctima aseguró que guardó silencio por varios años hasta que las denuncias se conocieron públicamente. Eso le dio fuerzas para advertir lo que padeció al lado de Figueredo y la relación que sostuvieron por cerca de un año. “Yo, la verdad, viví ese drama sola, no conté. Cuando veo esta historia, hubiese demandado también. Pero no lo hice por evitar problemas, por mis hijos; entonces, admiro el caso de estas niñas que son más jóvenes, no tienen hijos”, dijo la víctima.
La imputación a pesar de ser un acto de mera comunicación, se convierte a la vez una vinculación directa a un proceso penal, con las implicaciones legales que conlleva incluso una medida de aseguramiento que según conoció SEMANA sería una solicitud adicional de la Fiscalía el próximo miércoles.