Juan Guillermo Monsalve
Juan Guillermo Monsalve | Foto: Archivo particular

POLÍTICA

Atención: Corte Suprema niega traslado de celda de Monsalve, pese a sus bacanales en la cárcel

La Sala de Instrucción de la Corte Suprema negó la solicitud del director del Inpec.

22 de abril de 2021

En una carta dirigida al director del Inpec, general Mariano Botero Coy, la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia negó la solicitud hecha por esa entidad para trasladar de celda a Juan Guillermo Monsalve, el testigo estrella contra el expresidente Álvaro Uribe, y recluido en una casa fiscal de La Picota. Allí, tal como lo denunció SEMANA, Monsalve ha protagonizado bacanales y son comunes sus excesos.

Según la carta, el traslado se niega por motivos de seguridad de Monsalve. La Corte habla de “serios motivos para considerar que la seguridad del testigo Juan Guillermo Monsalve podría verse en riesgo no solo por la naturaleza y gravedad de sus declaraciones, sino por cuanto incluso están documentados dos atentados contra su vida o integridad personal, sucedidos al interior de los centros carcelarios donde se encontraba recluido, el último de ellos en el año 2013, precisamente en los patios ordinarios de la penintenciaría La Picota”.

En la carta se señala, por lo tanto, que no se autoriza al Inpec el traslado que solicitó para Monsalve. “En cambio se reiteran las medidas especiales de seguridad, siendo de carga del establecimiento carcelario mantenerlas y extremarlas, para garantizar una efectiva e idónea seguridad y protección del interno”, dice la comunicación.

El abogado Miguel Ángel del Río, apoderado de Monsalve, dijo en Twitter: “La corte le niega al Inpec y al Ministerio de justicia cualquier traslado de Monsalve por petición de las víctimas y exige explicaciones a la Fiscalía. una forma de garantizar la verdad por encima de los shows mediáticos”.

Los bacanales de Monsalve

Juan Guillermo Monsalve, el principal testigo contra el expresidente Álvaro Uribe, tiene sorprendidos a los investigadores. A medida que avanzan las pesquisas en su contra, ha venido quedando al descubierto quién es el verdadero Monsalve: un hombre misterioso que por su testimonio ha gozado de la protección de las autoridades, pero que, a simple vista, ha abusado de su condición a tal punto que la casa fiscal en la cárcel La Picota, donde se encuentra, parece más el centro de operaciones del líder de una organización criminal que la celda de un condenado a 40 años de cárcel por secuestro extorsivo, porte ilegal de armas y concierto para delinquir. El lugar, además, se ha convertido en el epicentro de sus bacanales románticas y todo tipo de celebraciones.

EXCESOS Y LUJOS EN LA PRISIÓN Fotos de Juan Guillermo Monsalve consumiendo licor en la casa fiscal de La Picota.
EXCESOS Y LUJOS EN LA PRISIÓN Fotos de Juan Guillermo Monsalve consumiendo licor en la casa fiscal de La Picota.

En prisión, las imágenes revelan que Monsalve ha gozado de privilegios como pocos reclusos, y sus excesos son evidentes. Esto demuestra que tiene cómplices en la guardia. Monsalve tenía una obsesión por grabarse a sí mismo, en algunas ocasiones con sus familiares y muchas veces acompañado de mujeres. Por lo general, aparece con licor y escuchando música, en lo que parecen ser unas verdaderas bacanales en La Picota. En el centenar de imágenes y videos se ven los comportamientos del testigo en la celda, que no son propios de un condenado a 40 años de cárcel. Todo el registro está contenido en un computador portátil y siete sim cards que usaba para comunicarse. En varios audios se escucha a Monsalve contactando servicios sexuales. En uno de los episodios, planeó ingresar a su celda a una abogada venezolana.

Juan Guillermo Monsalve
Juan Guillermo Monsalve | Foto: SEMANA

Sobre los excesos, Monsalve ha logrado contener las sanciones con el argumento de que afronta problemas de seguridad. Sin embargo, es claro que nada tiene que ver el consumo de licor, el uso de elementos prohibidos, sus posibles negocios y las bacanales en la cárcel con las amenazas que pueda tener en contra. Por ejemplo, en enero de 2020, cuando le decomisaron el celular, el computador, siete sim cards y dinero en efectivo, en el área común de las casas fiscales había hasta videojuegos. A sus compañeros los trasladaron de inmediato como castigo, pero a él solo le cancelaron algunas visitas, y la Corte Suprema le mantuvo su sitio de reclusión.