POLÍTICA
Atención: El Partido Verde dejaría en libertad a sus dirigentes en las elecciones presidenciales de 2022
La decisión tomó fuerza después de varias reuniones entre Antanas Mockus, Carlos Ramón González, Antonio Navarro y la senadora Angélica Lozano. El Verde no iría con precandidato presidencial. La decisión se ratificaría en una dirección nacional.
Dos semanas de encuentros, reuniones y conversaciones al parecer no sirvieron para poner de acuerdo a los dirigentes del Partido Verde en el rumbo que deberían tomar en la campaña presidencial de 2022. Después de múltiples intentos, avanzan en la propuesta de dejar en libertad a sus militantes, no ir con precandidatos a la presidencia y permitirle a sus líderes que apoyen al candidato de su preferencia. Esa fue la decisión que tomó fuerza en un ejecutivo este jueves, aunque debe validarse en una Dirección Nacional programada en los próximos días.
La senadora Angélica Lozano luchó hasta última hora en intentar conducir a la Alianza Verde hacia la Coalición de la Esperanza y competir por una candidatura presidencial de la centroizquierda, pero hasta ahora no parece lograr su objetivo. El codirector Carlos Ramón González se inclinó por el Pacto Histórico, mientras el profesor Antanas Mockus y Antonio Navarro buscaron un consenso, pero cada vez se hace más difícil.
En ese orden de ideas, el mejor camino- coinciden- podría ser la libertad de sus dirigentes. Eso implica que, si se ratifica la decisión, las precandidaturas presidenciales de la Alianza Verde mueren. Según las primeras informaciones, la campaña de exgobernador de Boyacá Carlos Andrés Amaya, el exgobernador de Nariño Camilo Romero, y la senadora Sandra Ortiz quedarían sin respaldo del partido si al final, se toma la decisión.
Aunque hasta el comienzo de la semana tomó fuerza la posibilidad de una consulta exclusivamente del Partido Verde en marzo de 2022, es decir, sin la Coalición de la Esperanza y sin el Pacto Histórico, al final la decisión no parece cuajar. Internamente entendieron que ninguno de los precandidatos, pese a recorrer el país y a adelantar foros, marcan en las encuestas como esperaban y lo mejor es que cada quien tome partido.
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Eso sí, en aras del equilibrio, la contraparte lograría que la lista al Senado de la Alianza Verde se conforme en conjunto con la Coalición de la Esperanza.
Los grandes perdedores, en caso de ratificarse la decisión, serían los precandidatos presidenciales del Verde porque estaban entusiasmados con sus campañas, recorrían el país y adelantaban conversatorios en busca de que la ciudadanía los conociera. No obstante, la senadora Sandra Ortiz podría ser la más afectada porque no podría saltar de su partido a otro, pues tiene carnet de la Alianza Verde y podría incurrir en doble militancia.
Cosa contraria sucedería con el exgobernador Camilo Romero y Carlos Andrés Amaya. Los dos, aunque pertenecen al Verde, no hacen parte de las directivas y no tienen credencial. En ese orden de ideas, lo más probable es que, en caso de ratificarse la decisión, Romero se vaya finalmente al Pacto Histórico, mientras Amaya llegue a Verde Oxígeno, el partido que la Corte Constitucional le revivió a través de una sentencia a la exsecuestrada Íngrid Betancourt.