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Atención | El poderoso narcotraficante alias Gordo Lindo seguirá detenido, por un proceso pendiente no podrá recuperar la libertad
Aunque se había anunciado que saldría de la cárcel La Picota por el cumplimiento de su pena, Francisco Javier Zuluaga Lindo, alias ‘Gordo Lindo’, tendrá que continuar tras las rejas. Estuvo en el proceso de paz con los paramilitares, pero fue expulsado por considerarse para la justicia como un “narco puro”.
Se quedó con las maletas listas. Eso le acaba de ocurrir a Franciso Javier Zuluaga, alias Gordo Lindo, quien fuera un poderoso narcotraficante, que incluso pagó a los paramilitares para que lo incluyeran en sus listas al momento de la negociación con el gobierno para obtener beneficios jurídicos, que le fueron retirados por ser considerado un “narco puro”.
Con bombos y platillos fue anunciado hace un par de días que Gordo Lindo regresaba a la libertad y que incluso se iba a comprometer con la búsqueda de la paz total que ha planteado el presidente Gustavo Petro. Sin embargo, una información conocida por SEMANA deja claro que las puertas de la cárcel seguirán cerradas para él.
El asunto es que tenía pendiente otro proceso, ”en la fiscalía 7 de la Dirección Especializada Contra el Narcotráfico, que lo investiga por el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes agravado en concurso homogéneo no ha ordenado la libertad del señor Francisco Javier Zuluaga Lindo, y aún sigue siendo requerido por este despacho para cumplir con las finalidades de la medida impuesta”.
Así lo señala un documento, conocido por este medio, que mantiene a Zuluaga en su lugar de reclusión en la cárcel La Picota.
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En 2018 regresó a Colombia tras cumplir una condena de nueve años en los Estados Unidos por delitos relacionados con el tráfico de drogas. Una vez en territorio nacional le fue notificada la existencia de una medida de aseguramiento en su contra, por lo que fue enviado a la cárcel.
El juzgado quinto de ejecución de penas de Bogotá reseñó que a Gordo Lindo, el 30 de junio de 2021, el juzgado cuarto especializado de Cali lo condenó a 66 meses y 18 días de prisión, y una multa de 451,4 salarios mínimos legales vigentes, por el delito de lavado de activos. En esa decisión se le negó la libertad condicional o la detención domiciliaria, que ahora es un saludo a la bandera.
“Por los hechos que dieron origen a la condena, el interno ha estado privado de la libertad desde el 30 de abril de 2018″. Frente a este caso, se le reconoció una rendición de seis meses y cuatro días en la sentencia emitida por buena conducta, estudio y trabajo.
Por esta situación se consideró que Gordo Lindo ya había cumplido su condena. “Es claro que el sentenciado Francisco Javier Zuluaga Lindo debe recobrar su libertad, por lo que a través de este proveído se decretará la extinción de la pena, la liberación definitiva y como consecuencia de ello, su libertad por pena cumplida en lo que respecta a este proceso”.
El juzgado le envió la decisión al Instituto Penitenciario (Inpec) y a la cárcel La Picota para que emitan la respectiva boleta de libertad, que tendrá que esperar mientras se resuelve el otro proceso que tiene pendiente.
Igualmente, se reseña que esta libertad se hará efectiva siempre y cuando Zuluaga Lindo no cuente con otro requerimiento judicial, como una medida de aseguramiento privativa o una orden de captura.
El narcotraficante que solamente buscaba los beneficios de Justicia y Paz
El 17 de septiembre de 2013, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Medellín ordenó la exclusión de Gordo Lindo del proceso de Justicia y Paz por considerar que incumplió en el precepto de verdad sobre su pertenencia a ese grupo armado ilegal. En la decisión firmada por los magistrados Rubén Darío Pinilla, María Consuelo Rincón y Juan Guillermo Cárdenas, concluyeron que Zuluaga compró el Bloque y se hizo pasar como paramilitar para recibir los beneficios judiciales.
En la decisión se reseña que mintió reiteradamente tras presentarse como jefe financiero del Bloque Calima de las Autodefensas Unidas de Colombia. Las declaraciones de los comandantes paramilitares Helbert Velosa, alias ‘H.H’ y otros integrantes de esa estructura fueron clave para definir que nunca hizo parte de las filas de las AUC.
Las pruebas sí revelaron que en su práctica de tráfico de drogas tuvo contacto con los cabecillas paramilitares, entre ellos los hermanos Carlos y Vicente Castaño Gil, con los que tuvo negocios y aportó dinero para la financiación de las estructuras paramilitares en diferentes regiones del país.