Nación
Estas son las impactantes imágenes en las que Gabriel Esteban, de 5 años, se ve por última vez con vida: su padre y asesino lo acompañaba, mientras el niño se despedía de unos peces de acuario
Es justo en el lobby del Hotel El Rey donde se alojaron y el niño fue asfixiado hasta la muerte. Lo que parecía un paseo familiar terminó en este asesinato por venganza contra la mamá del menor y expareja del asesino.
Mientras su papá y asesino, Gabriel Enrique González, realizaba el registro de ingreso al Hotel El Rey y lo atendía un hombre con camiseta roja y jean azul, que tomaba todos los datos; el pequeño de solo cinco años se distraía jugando y viendo a través de los vidrios de las peceras ubicadas a un costado del lobby, tenía una sudadera oscura, tenis blancos y un tapabocas. Por momentos se acercaba a contarle a su verdugo lo que veía a través del cristal, finalmente, luego de completar la información y disponer de las llaves, el empleado los acompaña. El niño Gabriel Esteban repentinamente vuelve a aparecer en escena, parece despedirse de los peces, y se va. No hay más registro. (Ver video)
Ese fue el último registro del menor antes de que fuera brutalmente asesinado por su papá, el mismo que le cargaba la maleta, que lo llevaba de la mano y al que le había prometido un paseo a “tierra caliente con piscina”, lo engaño y lo mató.
La Fiscalía ya recogió todos estos registros de video que ahora forman parte del material probatorio en contra de este monstruo capaz de asesinar a su propio hijo por un desamor, por la ruptura y separación de Consuelo Rodríguez, así lo deja claro la nota postuma que resulta más una suerte de epitafio: “Ahora sí puedes disfrutar sola sin ‘trisitico’ y sin mí. Felicidades. Usted escogió al campesino. Hasta nunca”.
En estas últimas imágenes del pequeño Gabriel, su papá actuaba con normalidad, hasta el dueño del hotel donde se alojaron le dijo a SEMANA que se veían felices y era una relación cariñosa. Pero no sabía lo que había detrás de ese hombre que usaba una gorra blanca, chaqueta negra y un tapabocas, que terminó asesinando a su hijo en el hotel.
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La venganza contra su esposa la ejecutó, y hasta le mandó todas las pruebas que hoy lo incriminan. La memoria USB, los chats de whatsapp, imágenes, reproches, todos elementos que no dejan espacio para discusión, casi que el juicio contra este asesino será un asunto de mero trámite, la responsabilidad es evidente. Gabriel Enrique González fue trasladado de Melgar al municipio de Nilo, donde se van a realizar las audiencias, reservadas por tratarse de un menor de edad.
La historia
El cuerpo del niño fue encontrado tapado de pies a cabeza con una sábana, así lo fue ubicado en el Hotel El Rey, ya no había nada que hacer, y por los mensajes que recibió su mamá Consuelo Rodríguez, el crimen habría sido cometido horas antes, en la madrugada. Él mismo fue el encargado de informarle el brutal hecho, reprochándole, como si fuera su responsabilidad.
No se sabe y eso solo dirán las investigaciones, cuánto tiempo duró Gabriel Enrique González Cubillos planeando el homicidio de su hijo. Lo que sí es claro es que la vida de Consuelo se había convertido en un tormento, la perseguía, la asediaba, la seguía, le reclamaba por abandonarlo, le hacía la vida imposible. SEMANA fue hasta el lugar que habitaba con el niño, una casucha ubicada en el barrio Sierra Morena, en el sur de Bogotá. Sus vecinos de inmediato contaron de los escándalos y cómo ella tuvo incluso que acudir a las autoridades para tratar de quitárselo de encima.
También hablan del pequeño Gabriel, un niño que pasaba el día jugando por la cuadra, de temperamento dulce, quien repetía que cuando fuera grande y trabajara le iba a regalar una casa a su mamá; seguro a su corta edad era consciente de la pobreza que representaba su hogar, esa casita de latas en donde vivió hasta el Parecía una sorpresa, iba a llevar al niño de paseo y, con la excusa del viaje, pidió el baño prestado. Ahí dejó escondida una memoria USB, donde estarían más y más reproches, y el anuncio de la tragedia que estaba por venir encima.
Padre e hijo tomaron camino a Melgar, se hospedaron en el Hotel El Rey y ahí empezó a desenredar la madeja del crimen que había planeado con premeditación. Llamó a su hermana, le dijo que en la moto había un paquete con ocho millones de pesos, y le dio instrucciones claras de qué hacer con eso.
En seguida llamó a su expareja y mamá del pequeño Gabriel, Consuelo Rodríguez. Allí el hombre había dejado dos videos en los que le reclamaba cosas que habían vivido cuando eran pareja y el por qué había terminado su relación y otro en el que aseguraba que el niño perdería la vida. Al parecer, el padre del pequeño tenía problemas mentales, lo que habría dificultado la relación.
Ese mismo sábado puso en práctica el plan. Primero dejó su moto en la casa de su hermana en el barrio Castilla, en la localidad de Kennedy. De ahí salió para Sierra Morena a recoger a su hijo, no era algo que no fuera habitual, pues luego de la separación que se negaba a aceptar, se habían repartido la custodia y él podía ir a recoger al pequeño Gabriel el fin de semana.
La mujer estaba nerviosa, preocupada; ella aún no sabía que estaban en Melgar, así que trató de dar con el paradero del menor llamando a las autoridades de Tocancipá, donde vivía su papá. Pero fue cuando recibió el mensaje de WhatsApp confirmando el asesinato que todo se vino al piso. El mundo se le acabó.
Las esperanzas de encontrar al pequeño con vida quedaron enterradas cuando el padre del menor envió una fotografía a la madre en la que dio a conocer que el menor había fallecido. Su cuerpo fue hallado en dicho lugar de hospedaje.
Tal como lo había descrito, así apareció el pequeño Gabriel, brutalmente asesinado por su padre, quien lo ahogó hasta matarlo.
“Lamentablemente, encontramos al menor sin vida en un hotel del municipio de Melgar. Activamos todas las capacidades institucionales para capturar a los presuntos responsables. La Policía Nacional rechaza rotundamente la violencia contra niños y niñas. Solicitamos a la ciudadanía información por nuestras líneas de emergencia”, declaró el coronel Néstor Raúl Cepeda Cifuentes, comandante de la Policía del departamento del Tolima.
En la tarde del martes fue capturado por miembros de la Policía Gabriel Enrique González Cubillos. No opuso resistencia y terminará en la cárcel, por homicidio, con el agravante de la premeditación y el vínculo familiar que no impidió la tragedia. Irónicamente, no fue capturado por el crimen, aún no había orden de captura expedida en su contra. La Policía lo detuvo cuando lo requirieron para identificarlo y trató de sobornar al agente.
Por ahora el cuerpo del menor está en Ibagué, donde le están haciendo el análisis de Medicina Legal, allá llegó su mamá. En Melgar está el padre y homicida, allá le están haciendo la legalización de captura y le seguramente le imputarán los cargos.
Así fue la captura
El capturado fue identificado como Gabriel Enrique Cubillos, un hombre de 50 años de edad y que sería el responsable de asesinar a su propio hijo, luego de llevárselo de Bogotá hasta el municipio de Melgar, en el Tolima, y dejar el cuerpo abandonado en un hotel.
La investigación de la Fiscalía, luego de la denuncia de la mamá del pequeño Gabriel Esteban, es que el hombre llegó a su vivienda, durante el fin de semana, y con la excusa de tener la custodia del niño durante estos días, se lo llevó hasta Melgar, donde, de acuerdo con la denuncia, lo asesinó y envió un aterrador mensaje a la mujer, informando que mató al niño como venganza.
En un operativo, la Policía y la Fiscalía trabajaron para dar con la captura de este hombre que finalmente fue encontrado, en un vehículo mientras se movilizaba entre los municipios de Melgar, escena del crimen, y Girardot, donde, al parecer, esperaba esconderse de las autoridades.
La Fiscalía confirmó la captura del hombre y el procedimiento que sigue con esta persona que será presentada ante jueces de Control de Garantías para imputar cargos por homicidio agravado. Los investigadores a cargo del proceso aseguraron que tienen todo el material probatorio para demostrar la presunta responsabilidad en el brutal crimen.
En audiencias de Control de Garantías, la Fiscalía presentará el material de prueba y solicitará, dada la gravedad de los hechos, una medida de aseguramiento en centro carcelario. El hombre tendrá la posibilidad de aceptar su responsabilidad en el macabro hecho y avanzar en una eventual condena en su contra.
Los investigadores tenían, desde que se denunciaron los hechos y la desaparición, la plena identidad del presunto asesino; incluso con nombres, apellidos y número de cédula. Todos estaban confiados en lograr la captura, que por fortuna se logró en las últimas horas, gracias al apoyo conjunto de todas las autoridades.
SEMANA llegó hasta la humilde vivienda que compartía el pequeño Gabriel con su mamá en la localidad de Ciudad Bolívar, en el sur de Bogotá, y allá los vecinos aseguraron que el ahora capturado sometía a graves maltratos verbales y a violencia psicológica al menor, al punto que debieron denunciar lo que estaba pasando.
“Llegaba acá, me saludaba, me abrazaba, jugábamos, hablábamos, lo que hace un niño, acababa de cumplir cinco años. El sábado por la mañana fue la última vez que lo vi, estaba alegre porque iba a estar el fin de semana con su papá y yo le dije que portara juicioso, que se acordara que la mamá lo esperaba”, dijo un vecino a SEMANA.
De acuerdo con lo que explicaron desde la Fiscalía, las audiencias preliminares de legalización de captura, imputación de cargos y solicitud de medida de aseguramiento se adelantarán en la capital del departamento de Tolima, por razones de jurisdicción. Es decir, en Ibagué, Gabriel Enrique Cubillos será presentado ante los jueces de Control de Garantías como el presunto asesino de su propio hijo.
Durante las audiencias, los investigadores presentarán elementos de prueba que incluyen documentos para advertir que, con anterioridad, la mamá del pequeño Gabriel y algunos vecinos, anticiparon del riesgo que corría el menor cuando se encontraba al lado de su padre, será parte de la evidencia para insistir en una medida de aseguramiento.