Nación
Atención: Gobierno y Segunda Marquetalia de ‘Iván Márquez’ anuncian inicio de diálogos de paz y compromiso de acabar con secuestros
En un documento de once puntos, solicitan a los gobiernos de Cuba, Noruega y Venezuela sus buenos oficios para el desarrollo de este proceso.
En un documento de once puntos, dado a conocer por el alto comisionado de paz, se dio a conocer que el Gobierno nacional y la Segunda Marquetalia de ‘Iván Márquez’ dan inicio formal de un proceso formal de diálogos de paz.
En el texto indican: “Hemos decidido dar continuidad a los desarrollos alcanzados en los intercambios sostenidos entre el señor Danilo Rueda Rodríguez, cuando se desempeñó como alto comisionado para la paz del gobierno de la República de Colombia, y el comandante Iván Márquez, en representación de la dirección nacional de la organización armada rebelde Segunda Marquetalia; y, en particular, a los acuerdos contenidos en el acta del 26 de febrero de 2023″.
En los puntos que desglosan, señalan que se “inicia formalmente un proceso de diálogos sociopoliticos conducentes a la firma de un acuerdo de paz entre el gobierno de Colombia y la organización armada rebelde Segunda Marquetalia”.
#Atención 🚨 I Declaración conjunta entre el Gobierno Nacional y la organización armada rebelde Segunda Marquetalia. pic.twitter.com/TEcL3kOPxD
— Alto Comisionado Paz (@ComisionadoPaz) February 9, 2024
Este anuncio se da como resultado de la reunión que sostuvieron entre el Gobierno, representado por Otty Patiño Hormaza, actual consejero comisionado de paz, y el comandante Iván Márquez, en nombre de la dirección nacional de la Segunda Marquetalia (Segunda Marquetalia - Coordinadora Guerrillera del Pacífico - Comandos de Frontera).
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También resaltan en la misiva que se van a “desarrollar de manera inmediata acuerdos previos para el desescalamiento del conflicto”, por lo que solicitan a los gobiernos de Cuba, del Reino de Noruega y Venezuela sus buenos oficios para el desarrollo de este proceso.
También resaltan sus coincidencias en torno a la necesidad de la construcción de la paz para Colombia, “de hacer todos los esfuerzos posibles para dignificar la vida de las colombianas y colombianos, y contribuir a resolver los problemas que afectan las condiciones de existencia del ser humano, incluyendo los asociados con los impactos del cambio climático”.
Uno de los puntos más importantes que se destaca en el documento es el relacionado con su compromiso de acabar con los secuestros con fines económicos, al tiempo que buscan “priorizar el diálogo con empresarios, ganaderos, comerciantes y demás gente pudiente del país, para buscar, por esa vía, su contribución al progreso de las comunidades rurales y urbanas”.
Además de mostrar su interés en impulsar la conformación de zonas fronterizas de paz, “en las que se estimulen nuevas economías, relacionamientos no depredadores de la naturaleza y del medio ambiente, se respeten y garanticen los derechos de la población en general y de los pueblos étnicos en particular”.
Las dos partes coincidieron, según lo expresado en el documento, en la necesidad de llevar a cabo un proceso de paz “ordenado, ágil, riguroso y respetuoso, que brinde tranquilidad y certezas a la sociedad colombiana en el compromiso genuino de la solución política y la construcción de la paz”.
Entre los temas que dan prioridad para adelantar un proceso de paz es que se garantice la vida y la seguridad de quienes se comprometan “sin incumplimientos ni entrampamientos a fin de brindar la debida confianza y superar prácticas contrarias y recurrentes de quienes han gobernado el Estado colombiano”.
“En particular, los propósitos de adelantar diálogos regionales para construir e implementar acuerdos que contribuyan a superar la violencia y el conflicto armado y transformar la vida de poblaciones y comunidades en los territorios, como se aprecia, por ejemplo, en la iniciativa que se adelanta en el departamento de Nariño”, remarcan en el texto.
Esto unido a que otorgan el mayor significado a la organización y puesta en marcha de Territorios de Paz, como parte de su política de paz integral, con justicia social y democracia verdadera.
Con esta declaración cojunta, dan inicio formal a un proceso de paz “al que le seguirá la definición de la agenda, los protocolos de negociación y la instalación de la Mesa de Diálogos de Paz”.