Bogotá
Atención: identifican al agresor que abusó de una joven en una estación de TransMilenio
La Policía ofreció una recompensa de hasta 30 millones de pesos para quien dé información que ayude a dar con su paradero.
Las investigaciones que adelantan la Policía Metropolitana de Bogotá y la Fiscalía General de la Nación para dar con el responsable de la agresión a Hilary Castro, la joven de 17 años que fue víctima de abuso sexual en la estación de TransMilenio La Castellana, al norte de la capital del país, ya está dando los primeros resultados.
Fuentes cercanas al proceso investigativo le afirmaron a SEMANA que el agresor ya fue identificado, pero se abstuvieron de dar detalles para no entorpecer la investigación. De hecho, las autoridades ya están próximos a la captura.
Por este hecho, la Seccional Bogotá de la Fiscalía General de la Nación dispuso de dos fiscales especializados en delitos sexuales, quienes, junto a un equipo destacado del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) y la Sijín de la Policía Nacional, buscan dar con el presunto responsable del abuso sexual del que fue víctima la joven, a quien además le fueron hurtadas sus pertenencias.
El trabajo articulado entre la Fiscalía General y la Policía Nacional está atendiendo de manera prioritaria este caso para dar con la captura del responsable de este acto delictivo.
Asimismo, la Policía Metropolitana de Bogotá anunció una millonaria recompensa para quien dé información que ayude a dar con el paradero del responsable de agredir a la joven.
“Es un hecho que rechazamos. Todas las capacidades de la Policía están trabajando para identificar e individualizar a este delincuente que cometió este delito en contra de una menor de edad. La capacidad tecnológica e investigadores y hombres de inteligencia de la Policía Nacional están al servicio para lograr llevar ante la justicia a este delincuente. En consecuencia, también ofrecemos una recompensa de hasta 30 millones de pesos para quien nos suministre información”, aseguró el comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, brigadier general Carlos Fernando Triana.
Este es el impactante relato de la joven víctima de abuso sexual
La joven había tomado la ruta B13 que conduce al norte de Bogotá, se bajó en la estación de La Castellana, en esa misma descendió un hombre que miraba para lado y lado mientras sacaba algo de la maleta, describe la joven. En el lugar estaban solo los dos, así que la adolescente empezó a agilizar el paso con angustia.
“Era una estación en la que no había un solo policía, ni un solo celador. Este hombre llega detrás mío y me amenaza con un cuchillo”, relata. Inicialmente todo parecía un atraco, porque el hombre, que según describe la niña, tenía aspecto de habitante de calle, le pidió que le entregara todo lo que llevaba. Así que ella se quitó un canguro –bolso pequeño– que tenía terciado sobre su pecho. Él la empieza a requisar de arriba abajo sin encontrar su celular.
Mientras la amenazaba con el cuchillo se acerca a su cuello y “empieza a decirme muchas cosas obscenas, dice que quiere coger y no sé qué. Y entro totalmente en shock y no puedo responder absolutamente nada”, indica que trataba de reaccionar frente a todo lo que estaba pasando y no podía del mismo susto.
El hombre la tomó de la mano para obligarla a salir de la estación de TransMilenio. Una vez lo logró valiéndose de amenazas, el celular que ella escondía en su busto se asomó y sin dudarlo él se lo arrebató. La llevó atrás de la estación y allí todo empeoró.
“Se bajó los pantalones mientras me seguía teniendo amenazada y me obligó a practicarle sexo oral. Intentó tocarme por debajo del short (yo llevaba un short puesto) y acá –señala los senos–. Yo intentaba correrlo con las pocas fuerzas que tenía porque por el miedo no podía hacer absolutamente nada”, describe entre lágrimas.
Fueron dos jóvenes que caminaban por el lugar los que motivaron a que la agresión parara. La adolescente señala que ellos se percataron de que algo estaba pasando y buscaron acercarse, en ese momento el abusador se va corriendo. La menor corre hacia los jóvenes para pedirles ayuda. Una vez le facilitan el celular, la joven se comunica con las amigas con las que se iba a encontrar y que la estaban esperando. Sus amigas llegaron a recogerla y por más que intentaron buscar al agresor no volvieron a verlo.