Nación
Atención: reaparece el exnarcotraficante Carlos Lehder, exsocio de Pablo Escobar y Gonzalo Rodríguez Gacha; le escribió al fiscal Barbosa. ¿Cuál fue el motivo?
Lehder fue el primer gran narco colombiano extraditado a los Estados Unidos. Fue condenado a cadena perpetua, pero por su colaboración con la justicia de ese país fue dejado en libertad tras 33 años de condena. Señalo a la exfiscal Ana Catalina Noguera.
Carlos Lehder fue uno de los más grandes narcos colombianos, en los años 80 se codeaba con criminales de la talla de Pablo Escobar Gaviria y Gonzalo Rodríguez Gacha el ‘Mexicano’, también fue el primer narco de ese nivel que fue extraditado a los Estados Unidos, a donde se creía iba a morir en prisión, pero, luego de una negociación con la justicia terminó pagando 33 años y recuperó su libertad.
Ahora se encuentra en Alemania, no habla, no se sabe nada de él, vive ahí desde 2020, cuando recupero su libertad luego de la rebaja de pena que recibió tras delatar las relaciones del exdictador panameño, Manuel Antonio Noriega con el narcotráfico.
Ahora volvió a aparecer con el envío de una carta al fiscal general de la nación, Francisco Barbosa, con la que busca sacudirse de un nuevo lío que tiene que ver con la incautación de bienes para extinción de dominio que realizó el ente acusador a otro narco, este nombre Juan Diego Montoya Bernal, alias Mechas, a quien señalaban como su heredero.
El asunto tiene que ver con la extinción de dominio a supuestos herederos mafiosos de Lehder. De acuerdo con el informe de la Policía Nacional de ese momento, las propiedades que fueron cobijadas con la medida fueron 133 inmuebles, 19 vehículos y 9 sociedades. Se ubican en Antioquia (Medellín, La Estrella, Envigado, Bello, Itagüí y Rionegro), Cartagena y Santander (Bucaramanga, Vélez y Puerto Parra).
Lo más leído
Su dueño, señalaron, era Juan Diego Montoya Bernal, alias “Mechas”, un presunto narcotraficante capturado en 2010 en Uruguay y extraditado a EE.UU.
“Se inició en el mundo criminal a partir de su relación con el clan de Benjamín Herrera, apodado “el Papa negro de la cocaína” socio de Carlos Ledher Rivas. La esposa de ‘Mechas’ es sobrina de este individuo, quien ayudó a Ledher para establecer un punto de escala en Bahamas a fin de almacenar cocaína, que luego era despachada a EE.UU.”, decía el informe policial.
La versión de Lehder
Según la carta que envió Lehder a la Fiscalía, radicada el 6 de octubre de este año, bajo el asunto ‘Caso Juan Diego Montoya Bernal’, Fiscalía de Medellín, él no tiene nada que ver con “una cuantiosa retención de bienes por la fiscalía, expuestos a extinción de dominio, incluyéndose bienes y propiedades atribuidos al citado ciudadano colombiano, señor Juan Diego Montoya”.
Advierte el mítico excapo que “la Fiscalía de Medellín sindicó errónea y falsamente que estas propiedades y sus dueños estaban vinculados por negocios y rutas del narcotráfico a mi persona”, agrega que “es totalmente falso que yo haya conocido o que conozca al señor Juan Diego Montoya”, quien para entonces era un niño.
“Enfatizo que el orden cronológico de los calendarios y fechas son irreversibles e infalibles, en el año 1987, cuando yo fui extraditado a EEUU, según fechas y los abogados, el niño Juan Diego Montoya tenía aproximadamente 12 años de edad”, dice la carta que Lehder le envió al fiscal Barbosa.
El capo se refiere a uno de sus bienes más suntuosos, pues Lehder era dueño de la Isla Norman, en Bahamas, que, señala, le fue quitada por las autoridades de ese país, lo que desmonta la posibilidad de que un niño de 7 años de edad, para 1983, hubiera traficado drogas a través de esta isla.
Exfiscal Ana Catalina Noguera
Lehder se refiere de forma directa a la reconocida y polémica exjefe de fiscalías de Medellín, Ana Catalina Noguera, de quien dice que “por varios años dirigió ese caso y tuvo que saber que esas acusaciones contra Juan Diego Montoya y Carlos Lehder eran erróneas y hasta los calendarios le mostraban la verdad”.
La carta del capo termina con su petición expresa “parte de mi clamor privado y público proviene de la zozobra que en muchísimas inocentes familias de Medellín han sido desposeídas de sus bienes y propiedades porque un solo miembro de la familia incurrió en el negocio ilegal del narcotráfico o como aquí, por calumniosas investigaciones y gravísimas irregularidades cometidas por miembros de la Fiscalía”.