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Salvatore Mancuso solicitó a la Corte Constitucional resolver su situación jurídica, tras nombramiento como gestor de paz
El presidente Gustavo Petro designó a Mancuso como gestor de paz.
La Corte Constitucional recibió una petición del exjefe paramilitar Salvatore Mancuso, en la que pide a la entidad revisar una tutela acerca de su situación jurídica, ya que manifiesta que se suspendieron los términos para resolverla, puesto que dicha tutela tenía fecha de vencimiento el pasado mes de mayo de 2023.
Mancuso usa como argumento su nombramiento como gestor de paz, hecho por el mismo presidente Gustavo Petro. El exparamilitar señala que la tutela se convierte en un asunto de trascendencia nacional por el rol que él podría desempeñar para aportar a la paz y la justicia.
El documento radicado en la Corte Constitucional por Mancuso señala lo siguiente: “El señor presidente de la República, Gustavo Petro firmó la resolución a través de la cual fue designado Salvatore Mancuso Gómez como gestor de paz (Resolución 244 del 14 de agosto de 2023)”.
Además, Mancuso agrega en su petición que su designación trae para el Gobierno “la necesidad de evaluar todas las condiciones que garanticen sus derechos fundamentales, principalmente el derecho al debido proceso, el derecho de defensa, el derecho a la seguridad jurídica, el acceso a la justicia y el derecho a la vida e integridad, es decir, a la seguridad”.
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La Corte Constitucional, por su parte, ya ha recibido dos impedimentos para resolver su situación, pues Mancuso asegura que ya se venció el término del proceso.
“Se encuentra vencido el término indicado en el Auto A 523 de 2023 y de conformidad con la información que reposa en la relatoría de la Secretaría General, se pudo constatar que desde el 29 de mayo de 2023 se registra un proyecto de fallo, sin desconocer los impedimentos presentados relativos a la respuesta del numeral anterior, se concluye que a la fecha, no ha sido notificada decisión alguna en el trámite de referencia, como tampoco se encontró comunicado de prensa en la página de la Corte Constitucional en relación con la tutela”, dice la petición del exparamilitar.
La tutela que nombra Mancuso está dirigida en contra de la Sala de Justicia y Paz, Tribunal Superior de Bogotá y la Sala de Casación Penal de la Corte Suprema de Justicia.
El pasado 16 de agosto, se desató una gran polémica por la decisión del presidente Gustavo Petro de nombrar como gestor de paz al exjefe paramilitar Salvatore Mancuso. Según un documento de tres páginas, este ayudará en el diseño de procesos de desarme colectivos de grupos ilegales que tienen su accionar en varias regiones de Colombia.
El debate aumentó después de que el ministro de Justicia, Néstor Osuna, confirmara que el exparamilitar quedará en libertad si llega a arribar al país. No obstante, el funcionario precisó que deberá responder por los procesos judiciales que tiene pendientes.
Tras conocerse esta noticia, que ha sido criticada por varios sectores políticos y sociales, Salvatore Mancuso habló desde el Estado de Georgia, Estados Unidos, donde se encuentra a la espera de que se defina su situación.
En una primera parte, el exjefe paramilitar explicó en qué consistirá su papel como gestor de paz. “Mi gestoría de paz incluye acercamientos con todos los actores del conflicto, incluye un trabajo humanitario, como las personas desaparecidas en Colombia y Venezuela, tiene que ver con la aplicación de un sistema restaurativo para tener una interlocución directa con las víctimas”, señaló.
Hasta el momento, su llegada a Colombia es todo un misterio, aunque sus abogados han sostenido que su arribo podría ser pronto, pues el exparamilitar renunciaría a su solicitud de ser enviado a Italia.
En ese sentido, en sus declaraciones, Mancuso dejó en claro su intención de volver a Colombia para colaborar con la justicia, por lo que advirtió que, de ser enviado a Italia, realizará las respectivas gestiones para poder llegar a territorio nacional.
“No importa dónde me envíen, voy a volver a Colombia. Por supuesto que se requiere seguridad y unos protocolos. Yo le sirvo al país, al interés de las víctimas vivo, y no muerto y silenciado. Una cárcel en Colombia lleva implícita una muerte en mi caso”, aseveró.
Seguidamente, hizo una pequeña reflexión en la que reconoció todo el daño que le hizo a Colombia, pero sostuvo que todas las personas, incluido él, merecen la oportunidad de reparar sus errores.
“Entiendo que mi nombre dejó una huella dolorosa en Colombia, pero todas las personas tenemos derecho a reparar nuestros errores y tener una segunda oportunidad. Júzguenme por mis acciones, por los logros, por lo que consiga en mi trabajo como gestor de paz. Crean en mi palabra”, comentó.