NACIÓN
Juan Carlos Vélez: la cruz de los uribistas
Aunque el partido está indignado con él, prácticamente todo lo que dijo en la polémica entrevista con La República y cuyos audios reveló Daniel Coronell suena a verdad.
Tan solo tres días después del plebiscito, Juan Carlos Vélez, gerente de la campaña del No, destapó algunos secretos de lo que hasta el momento parecía ser una exitosa estrategia. En la ya célebre entrevista que le concedió al diario La República admitió haber recurrido a la “tergiversación” y la difusión de mensajes alejados de la realidad. En ese momento, el triunfo liderado por el uribismo empezó a ser deslegitimado por el gobierno.
En aquel momento, a Juan Carlos Vélez no le quedó otra que rectificar y renunciar al partido, lo que parecía el punto final de este capítulo. Sin embargo, ocho meses después, el que fuera el senador más leal a Álvaro Uribe, sigue siendo un dolor de cabeza para el Centro Democrático.
Vélez reapareció hace unos días. En una entrevista con SEMANA recordó aquel episodio, y en lugar de declararse arrepentido por aquellas declaraciones, dijo que la entrevista había sido “distorsionada y descontextualizada”. No solo modificó su versión sino que se puso a disposición del Centro Democrático. En el partido, sin embargo, su nueva aparición generó molestia. Aún recuerdan que fue el entonces gerente, el que le puso el manto de duda al triunfo del 2 de octubre del año pasado.
Este domingo, el columnista de SEMANA, Daniel Coronell publicó algunos apartes de la grabación de la entrevista que Vélez Uribe le concedió al director de La República, Fernando Quijano, y a la periodista Juliana Ramírez. La grabación, según el columnista, “es también la confesión de que el No recurrió a una campaña engañosa basada en el fomento de la indignación, la exacerbación del miedo y el estímulo de la crispación”.
Y como pasó ocho meses atrás, varios dirigentes del Centro Democrático, incluido el expresidente Álvaro Uribe, descalificaron algunas de las afirmaciones de Juan Carlos Vélez, en esa grabación que parece atormentar aún al uribismo.
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Lo que nadie se ha atrevido a decir, ni el propio Vélez ni sus contradictores dentro del partido, es que todo lo que él dijo era en términos generales verdad. Por lo menos, en lo que se refiere a la estrategia de la campaña que habría utilizado el No para ganar.
En las estrategias políticas es relativamente rutinario que para ganar elecciones se recurra más a las pasiones del electorado que a los detalles técnicos de los programas de gobierno. Todos los asesores electorales del mundo operan con base en criterios parecidos a los que mencionó Vélez y que ahora él mismo descalifica. J.J Rendón, el gurú de la campaña de Santos, era considerado un líder mundial en materia de propaganda negativa. Por eso, la primera entrevista de Vélez ha tenido más peso que su rectificación.
Uno de los apartes de la entrevista molestó particularmente a los senadores. Se trata de aquel en el que Vélez se refiere a las cuñas en emisoras que se habrían pagado con fondos que no fueron registrados en la contabilidad del Comité Nacional por el No:
“Yo también cogí a cada uno de los senadores y parlamentarios y les dije me tienen que conseguir 10 millones de pesos en cuñas radiales. Ahí me levanté 400 millones. Digamos que eso no está totalizado porque esos entraron por comités regionales. Pero todos me cumplieron porque eso fue con orden de Uribe. Bueno presidente: mande pues. Y ahí mismo… tan”.
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Sobre esos 10 millones de pesos que cada parlamentario habría aportado se podría decir que no suena inusual. En segundo lugar, tampoco es muy claro a cuenta de qué Vélez se lo habría inventado sin ningún fundamento. En momentos en que se habla de movidas de un millón de dólares por parte de Odebrecht, la contribución de cada parlamentario con el pago de unas cuñas de radio es desproporcionada frente a las reacciones que ha generado la sugerencia de que fue así.
Esos aportes suelen ser prácticas frecuentes en la política, pero nunca reconocidas públicamente. Esa información provocó la inmediata reacción de Uribe que negó tal versión en su cuenta de Twitter. Varios senadores del Centro Democrático también lo hicieron.
Luego de la publicación de los apartes de la ya célebre entrevista, Juan Carlos Vélez, también por Twitter, “emplazó” al diario La República a que le haga entrega de la grabación completa se lo que llamó su “charla” con el director del diario, pues insiste en que esa conversación no se trató de una entrevista y fue grabada a escondidas. El expresidente Uribe retuiteó el comentario. En todo caso, aunque eso sea cierto, lo que es claro es que él en esa ‘charla’ sí dijo lo que dijo.
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Y aunque pudiera interpretarse como un respaldo, en realidad Juan Carlos Vélez volvió a ser cuestionado por los que fueran sus copartidarios. En este capítulo el más incisivo ha sido el senador Ernesto Macías, quien este domingo lo calificó de “mitómano peligroso”.
Macías negó que los congresistas del Centro Democrático hubieran consignado 10.000.000 de pesos para la campaña. “Pregunté a todos y ninguno lo hizo”. El senador defendió la ética de los periodistas de La República, e ironizó el hecho de que solo ocho meses después Juan Carlos Vélez dijera que lo grabaron a escondidas.
Vélez y Macías, ocho meses después de aquella entrevista, libran un fuerte pulso judicial. El exgerente de la campaña demandó al senador por haber afirmado que concedió la entrevista “alicorado”. Juan Carlos Vélez consideró que esas declaraciones afectaron su buen nombre y honra, presentó testigos que confirman que estuvo en sus cinco sentidos, y una conciliación parece imposible entre ambos.
Ochos meses después del plebiscito, Juan Carlos Vélez, el exitoso gerente de campaña que entró en desgracia, sigue incomodando al uribismo, ahora cuando se aproxima una nueva campaña política.