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Tres años del Bronx: ¿Qué falta?

El Bronx era una de las ollas de expendio de drogas más temidas y enormes de América Latina y ahora ese sector pretende ser transformado en el Distrito Creativo más grande del cono sur. ¿Qué pasó con los habitantes de calle y cómo van los proyectos de la Alcaldía en ese lugar?

3 de junio de 2019
En Bogotá hay 9.538 habitantes de calle según el último censo. Sin embargo, hay quienes consideran que hay un subregistro y que pueden ser más de 11.000. | Foto: Esteban Vega

Una de las primeras decisiones que tomó Enrique Peñalosa después de posesionarse por segunda vez como alcalde de Bogotá fue intervenir el Bronx. Se trataba de la olla más grande de América Latina, donde tenía lugar el microtráfico, la trata de personas, la explotación sexual infantil, la venta ilegal de armamento, robos y homicidios. Se oía que sucedían las cosas más aterradoras como la desaparición de personas en tanques de ácido, o torturas con animales salvajes..

El alcalde dijo en su momento que no era posible que a pocas cuadras de la Casa de Nariño existiera un lugar así, que no era posible que todos tuvieran conocimiento de la olla y que hasta la Policía tuviera miedo de entrar. Así que se ordenó el operativo de desmantelamiento del Bronx en el que participaron 1.500 miembros del CTI, Policía, Ejército y cerca de 200 funcionarios del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. ¿Qué ha cambiado desde entonces?

Crónica: Dos años de la intervención del Bronx: su último habitante

Con los habitantes de calle

El día del operativo se encontraron 140 menores en ese crítico sector de la ciudad de los cuales varios habían sido abusados sexualmente, y al menos 1.200 personas que habitaban el Bronx salieron de allí, según las cifras de la Secretaría de Seguridad.

Wilfredo Grajales, director del Idipron, dijo a SEMANA que ese día atendieron a cerca de 600 personas. Pero días más tarde fueron más personas, no solo las que habitaban en el Bronx, sino en zonas aledañas. “En este momento tenemos a 1.678 personas: 1.377 hombres, 292 mujeres y 9 trans. Se les ofrece estadía, comida, baño, atención psicológica y apoyo para temas familiares. En algunos casos se logra que estudien con varios programas que tienen con el Sena” explicó.

Cuando se le pregunta cuántos se han rehabilitado, Grajales prefiere no dar cifras pues es un proceso del que no pueden estar totalmente seguros: “Te digo cuántas personas tenemos ahora pero no cuántos han sido rehabilitados porque puede que hoy estén bien y mañana vuelvan a las calles”, dijo.

Grajales reconoció que la ayuda del gobierno es limitada. Para él, los programas y la política pública va dirigida a quienes quieran rehabilitarse, pero todavía falta mucho por hacer cuando se trata de atender a quienes han tomado como decisión de vida habitar en la calle, que también es una decisión de vida. Por ejemplo, Grajales cree que hacen falta baños públicos y atención médica para quienes no van a dejar de consumir y así reducir el riesgo. “Tenemos que entender que siempre habrá habitantes de calle y siempre habrá consumidores”.

En video: El infierno no acabó con el desmantelamiento del Bronx

¿Asesinatos?

Una de las denuncias más graves es que los están asesinando. Aunque todavía no se ha comprobado que exista un exterminio, el 70 por ciento de los actos violentos se presentan contra esta población en Bogotá. Varios de ellos han dicho que no se atreven a denunciar porque sienten que su voz no es oída ante las autoridades. Así lo dijo el abogado Luis Alfonso Fajardo, quien dirige un semillero de investigación en la Universidad Libre. Comentó a esta revista que hay un problema para que estas personas puedan acceder a la justicia y que cuando se pregunta por las muertes encuentran que hay impunidad del 98 por ciento según las cifras de la Fiscalía.

Fajardo reconoce que muchas de las muertes pueden ser producto de rencillas entre ellos, pero asegura que las autoridades deben estar alerta pues el 53 por ciento de los asesinatos son cometidos con armas de fuego. Al respecto, Grajales reconoció que de no ser por la intervención, la violencia contra estos habitantes sería mayor, pues eran presa de los traficantes, sus mayores victimarios.

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Si bien la seguridad de los habitantes de calle es una de las aristas en las que es necesario trabajar, hay ciudadanos que se sienten amenazados por ellos. Xinia Navarro, concejala de Bogotá por el Polo, le dijo a SEMANA que la intervención en el Bronx era necesaria y la aplaude, pero considera que no hubo un plan de contingencia para lo que iba a pasar después.

“La seguridad de la calle Sexta, entre Mártires y Puente Aranda, se ha agravado. En el caño hay cerca de 300 habitantes de calle, y buena parte de esta población también ha migrado a Kennedy. El problema es que muchos, no todos, pero muchos de ellos han amenazado a los residentes de estos lugares, están invadiendo el espacio público y han hecho de los parques lugares de expendio de droga”, dijo Navarro.

Para la concejala todavía es necesario que las autoridades hagan un esfuerzo mayor para capturar a las bandas de microtráfico que controlan a muchas de estas personas, pues según el último censo de habitantes de calle en Bogotá, hecho en 2018, el 97 por ciento consume algún tipo de droga. Otra de las acciones necesarias para Navarro es fortalecer la política pública para habitantes de calle de manera que la tensión que hay entre los residentes y esta población no siga aumentando.

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¿Y el Distrito creativo?

Si todavía hay muchos retos en cuanto a la atención de los habitantes de calle, también son muchas las cosas por hacer para la construcción del Distrito Creativo, en el que se invertirán 178.000 millones de pesos. Úrsula Ablanque, directora de la Empresa de Renovación Urbana, que tiene este proyecto en sus manos, le dijo a esta revista que uno de los procesos más difíciles ha sido la compra de predios, por todo el trámite jurídico. Sin embargo, en estos años han comprado 91 predios, de los cuales faltan 8 por demoler y 14 se mantendrán en pie por ser parte del distrito creativo. 

La idea, según Ablanque, es que para agosto ya tengan la estructuración del proyecto que fue adjudicada en marzo, que no solo tiene que ver con la construcción de edificios, sino también con los lineamientos de cómo va a funcionar, quiénes van a participar y cómo se va a integrar a los habitantes del lugar. Se espera que la primera piedra se ponga en noviembre de este año.

Aparte del distrito creativo en el plan de renovación urbana del Centro también habrá un instituto de educación del SENA con 32 programas relacionados con las industrias creativas. Ese debería estar adjudicado en este segundo semestre. También está la Alcaldía local de Mártires que ya está en ejecución. Y además se dejará un Museo de la Memoria para que no se olvide lo que sucedió en este lugar. Para 2020 tendría que estar funcionando.

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La mayor crítica que ha tenido este proyecto es que los habitantes del lugar no han sido incluidos, o que se han realizado eventos que para algunos resultan banales y excluyentes, como algunos desfiles de moda, por ejemplo. Mónica Ramírez, directora de la Fundación Gilberto Alzate Avendaño, que está a cargo de las actividades que se han hecho en el lugar, respondió que esas críticas no tienen lugar puesto que “todos los eventos que hemos hecho hasta ahora son de entrada libre y eso incluye a los habitantes de calle. Además, hemos integrado a la comunidad de Mártires y San Bernardo”.

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Para Ramírez el mayor logro es que con los múltiples eventos lograron llevar a 30.000 pesronas para disfrutar de actos culturales en una zona que tenía un pasado oscuro. También dijo que una de las primeras cosas que tuvieron en cuenta fue que estos certámenes fueran incluyentes y que es precisamente por esto que van a dejar en pie uno de los edificios del Bronx para construir espacios de memoria, en los que ya están trabajando con el Museo Nacional. Asímismo, agregado que el hecho de que se realicen actividades como pasarelas no es banal, pues la idea era que justamente pasar de la vida a la creación y eso incluye la moda.

Para algunos, de lo que era el Bronx ya no queda nada. Para otros, todavía es necesario seguir trabajando por las problemáticas de esta población, que según ha dicho el mismo censo elaborado por la alcaldía, termina en la calle por la pobreza, conflictos familiares y consumo de drogas.

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