NACIÓN
Barco fue un hombre íntegro: la defensa de Julio Londoño Paredes
“Jamás puede concebirse que Virgilio Barco autorizara tácitamente los atentados contra miembros de la Unión Patriótica”, escribe Julio Londoño Paredes, quien fue canciller en dicho gobierno.
“Jamás se puede ni siquiera suponer que alguien como Virgilio Barco, el mandatario más honesto y limpio que ha tenido el país, así como el más valiente y último liberal, hubiera podido haber consentido tácitamente en la eliminación de miembros de la Unión Patriótica, como lo da a entender el señor Alberto Donadio en un escrito, asesorado por una anónima fuente.
Esperaron el autor y su fuente que Virgilio Barco muriera hace muchos años y que Germán Montoya, el conocido Secretario General de la Presidencia, falleciera hace poco tiempo a la edad de 100 años, para sacar semejante conclusión. Si esa era su convicción han debido decirlo ante los tribunales hace mucho tiempo y no guardarlo hasta estos momentos de pandemia.
Eso no se hace. Virgilio Barco fue un hombre íntegro y valiente, un auténtico liberal que no quiso plegarse a las exigencias de los poderosos, ni de los medios, ni de los políticos.
Tampoco quiso acceder a las presiones y chantajes de todo orden en un país que venía desfigurado políticamente por el Frente Nacional y por la “participación adecuada y equitativa” de los dos partidos políticos tradicionales que siguió posteriormente.
Se enfrentó al clero para tratar de sacar adelante el matrimonio civil y con valor a los Estados Unidos cuando decidieron bloquearnos con su flota “para ayudarnos a controlar el narcotráfico”. Impulsó la profesionalización de la carrera diplomática y de la cancillería, que eran botines para políticos y amigos, para darle cabida mediante concursos de méritos a personas de todo origen y condición.
Barco abrió contactos con los países socialistas, lo que era una especie de anatema para la tradición colombiana, así como con los africanos, que tradicionalmente habían sido poco menos que ignorados.
Les devolvió Barco a los indígenas huitotos y de otras tribus los territorios usurpados por la Casa Arana. Dio los pasos para el restablecimiento de las relaciones con Cuba. La amistad con Cuba prevaleció durante todo el mandato de Barco y abrió la puerta para el restablecimiento de relaciones durante el gobierno de César Gaviria.
Su gobierno cambio la posición con respecto a Israel en los organismos internacionales, en especial en las Naciones Unidas, en los que Colombia, inexorablemente votaba a su favor, no obstante los graves atentados en que incurría contra los palestinos. En el congreso, la Unión Patriótica apoyó reiteradamente la política exterior del presidente.
Entre tanto, ministros, periodistas, jueces, funcionarios y policías recibían cotidianas amenazas de muerte de parte de los siniestros carteles de la droga. Mientras que la comunidad internacional, encabezada por los Estados Unidos, nos señalaban como los únicos culpables de todos los problemas del narcotráfico, hasta que Barco exigió ante el mundo en la ONU que debía haber una responsabilidad compartida.
Jamás puede concebirse que Virgilio Barco autorizara tácitamente los atentados contra miembros de la Unión Patriótica. Jamás podría suponer que Alberto Donadio, a quien consideré siempre un juicioso y acertado investigador, insinuara semejante cosa de un hombre como Barco”.
*Londoño fue ministro de Relaciones Exteriores durante la presidencia de Virgilio Barco.