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La ciénaga de Mallorquín se transformará en un polo de protección del medioambiente y del turismo sostenible.
La ciénaga de Mallorquín se transformará en un polo de protección del medioambiente y del turismo sostenible. | Foto: Cortesía Alcaldía de Barranquilla

Región Caribe

Barranquilla inicia la contratación para la recuperación de la ciénaga de Mallorquín

La obra estará a cargo de la Empresa de Desarrollo Urbano (Edubar) y tendrá un costo de 82.240 millones de pesos.

20 de mayo de 2021

En las últimas horas, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, anunció el inicio del proceso para la contratación de la obras de recuperación de la ciénaga de Mallorquín, uno de los principales cuerpos de agua del departamento del Atlántico, que en los últimos años ha sufrido un evidente deterioro ambiental.

Se trata de una obra que planea realizar siete proyectos con los que se busca la recuperación integral de Mallorquín. Esta primera convocatoria incluye la licitación del ecoparque unidad funcional 1 (UF1) Distrito Familiar, por un valor de $82.480.158.947 y del que se espera tenga un impacto general en la población de la ciudad.

Según Pumarejo, este ecoparque ciénaga de Mallorquín “es uno de los proyectos que convertirán a Barranquilla en la primera biodiverciudad de Colombia” y con este paso comienza en firme el camino de convertirse en una realidad.

La obra está a cargo de la Empresa de Desarrollo Urbano de Barranquilla (Edubar), un empresa anónima de economía mixta de carácter distrital por la que han pasado millonarias inversiones de Barranquilla en los últimos años. En este caso será la encargada de contratar las “intervenciones necesarias para la ejecución de los proyectos ecoparque UF1 Distrito Familiar, en el marco de la recuperación integral de la ciénaga de Mallorquín en la ciudad de Barranquilla”, según el objeto específico del acuerdo.

“Se trata de echar a andar el gran sueño de los barranquilleros de convertir este tesoro ambiental en un motor de desarrollo y jalonador de la reactivación económica del país. Mallorquín es nuestro gran pulmón, nuestro sitio para hacer deportes acuáticos, para llevar a la familia, para hacer avistamiento de aves. El ecoparque y la recuperación de la ciénaga nos va a permitir sumar un espacio ecoturístico de gran calidad, de talla mundial para el disfrute del barranquillero y para la visita del turista nacional e internacional, y por supuesto será un gran generador de empleo y un polo de atracción de inversión”, señaló Pumarejo Heins.

Hace unos meses, el mismo alcalde de los barranquilleros, después del anuncio de la aprobación de un préstamo de 250 millones de dólares de parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), incluyó la recuperación de Mallorquín entre los proyectos priorizados con esos recursos.

Esta primera unidad que se construirá en Mallorquín fue propuesta como un espacio para el encuentro con la naturaleza, a través de recorridos ecológicos por senderos entre el manglar y el agua de la ciénaga, para apreciar la flora local y observar el ecosistema en el que confluyen río y mar.

Render del ecoparque de la ciénaga de Mallorquín.
Render del ecoparque de la ciénaga de Mallorquín. | Foto: Archivo Particular - Cortesía

“El avistamiento de aves también forma parte de las actividades que se pueden realizar en este distrito, por lo que se plantean paradas o estaciones en medio del recorrido que permiten el encuentro con las especies de aves de la región. El recorrido del distrito termina dentro de la ciénaga con un muelle y un equipamiento deportivo, pensado para prácticas de ecoturismo y excursiones.

A pesar del positivo impacto que podría tener este proyecto han surgido algunos cuestionamientos al mismo debido a la millonaria inversión que se destinará. Entre estos se ha planteado que este dinero se podría canalizar para proyectos de impacto más social que sirvan para disminuir los problemas de pobreza y desempleo que registra Barranquilla y que se han agudizado con la llegada de la pandemia del coronavirus.

Es que, según datos publicados en la encuesta de Pulso Social del Departamento Administrativo de Estadísticas (DANE), en la capital del departamento del Atlántico solo el 38,5 % de los barranquilleros puede consumir 3 comidas diarias y más del 60 % de los ciudadanos en edad productiva trabajan en la informalidad.