NACIÓN
Barranquilla le solicitó a la SAE la devolución de las acciones de la Triple A. ¿Cómo se llegó a ese punto?
La petición busca recuperar el control público de la empresa y, a la vez, hace repasar dudosas negociaciones de personajes políticos de la ciudad con la compañía española Inassa.
La historia de la acciones de la Alcaldía de Barranquilla en la empresa de servicios públicos Triple A tiene tanto de largo como de ancho. Porque en menos de dos décadas la ciudad pasó de tener el 85 % a menos del 15 % de las acciones de la compañía, en medio de episodios que enredan a diferentes actores políticos importantes de la ciudad.
De ahí que el anuncio del acalde Jaime Pumarejo Heinz de pedirle a la Sociedad de Activos Especiales (SAE) la devolución las acciones de esa compañía, que están bajo la administración de la entidad desde octubre de 2018 no pase inadvertido.
El nudo final del enredo empezó en octubre de 2018 cuando la Fiscalía General de la Nación, en ese entonces bajo la dirección de Néstor Humberto Martínez, adoptó medidas cautelares de embargo y secuestro con fines de extinción de dominio de las acciones de la Triple A que eran propiedad de Inassa, brazo de inversión de la empresa española Canal de Isabel II, envuelta en un gigante caso de corrupción en España, descubierto en la denominada Operación Lezo.
Inassa poseía el 82,16 % de participación en Triple A por un valor, según los estados financieros, de 202.000 millones de pesos, a 31 de diciembre de 2017. El Distrito de Barranquilla poseía el 14,5 % y otros inversionistas minoritarios privados el 3,34 %. En consecuencia, meses después, las acciones embargadas pasaron a ser administradas por la SAE.
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Este jueves, a través de un comunicado de prensa, la administración distrital señaló que Pumarejo le pidió, por medio de una carta oficial, a Andrés Alberto Ávila, director de la SAE, plantear un memorando de entendimiento y un acuerdo de confidencialidad para “avanzar en la adquisición” de esa participación.
Hace unos días, el acalde Pumarejo ya había hablado del tema, dando a entender que se debía recuperar el control de la empresa de cualquier manera. Y unas horas antes de hacer pública la petición ante la SAE, el exalcalde Álex Char, jefe político de Pumarejo, publicó un mensaje en el que se mostró en contra de la posibilidad de que Barranquilla compre la Empresa de Acueducto, Alcantarillado y Aseo de Barranquilla y de 14 municipios del departamento del Atlántico.
“No comparto la idea de que Barranquilla compre la Triple A. ¡Esa empresa nos pertenece a todos los barranquilleros! Ni un solo peso de nuestro bolsillo para comprar un patrimonio que ya es de la ciudad”, escribió en su cuenta en Twitter.
Para Char, la plata que se gastaría en esa operación se debería invertir en otras inversiones, como en el sector educativo y empleo, entre otros. “Uno no compra lo que es de uno”, reiteró, el líder político, de quien se dice anda en una especie de precampaña presidencial.
Será por eso que durante el anuncio, el alcalde Pumarejo insistió en que “la operación se hará, sin comprometer dineros de los barranquilleros”, y se hará utilizando el mecanismo de venta anticipada, a partir de la cual la enajenación se irá pagando con parte de las utilidades futuras. “Recuperaremos el 82,16 % de las acciones que tiene la SAE en la Triple A, pasando nosotros a ser el accionista con casi el 100 % de las acciones”, señaló Pumarejo.
Según la Alcaldía, la petición fue bien recibida por la SAE, y el director de esta señaló que “la decisión se tomará en el menor tiempo posible, probablemente en menos de un mes, para poder avanzar rápidamente en todos los protocolos”.
Para Pumarejo este proceso evitará que la ciudad se endeude y hará que pronto se pueda decir que las empresas públicas, propiedad de todos los barranquilleros, y que sus utilidades serán repartidas entre ellos en términos de beneficios sociales y mayor inversión.
“Recuperar las acciones nos permitirá ponernos a tono con los grandes desafíos urbanos del presente en materia de innovación, competitividad, sostenibilidad, seguridad, atracción de talento humano, mejora de la calidad de vida, garantía de los derechos humanos, mayor equidad, lucha contra la pobreza y adaptación y mitigación del cambio climático”, afirmó Pumarejo.
El alcalde manifestó que se buscará un operador especializado que garantice las condiciones de calidad y expansión del servicio y le dé un manejo eficiente a la empresa y se comprometió a convocar al sector privado y a la sociedad civil para la construcción colectiva de un código de buen gobierno que garantice la recuperación, crecimiento y gestión transparente de al empresa.
La Triple A fue constituida en julio de 1991. En la actualidad suministra servicios en Barranquilla y en 14 municipios del departamento del Atlántico. Y más allá de la eficiencia, que ha sido una constante en su operación, la historia reciente de la compañía tienen muchos cabos sueltos que podrían terminar siendo públicos con la petición a la SAE.