NACIÓN

Barranquilla se reactiva con libre circulación y seis vuelos nacionales

Alcaldía autorizó apertura y uso de parques y plazas. Playas, discotecas y bares siguen cerrados hasta nueva orden. El uso del tapabocas es obligatorio en todos los espacios públicos.

1 de septiembre de 2020
El primer vuelo que aterrizó este martes en el Aeropuerto Ernesto Cortissoz recibió un 'baño de honores'. | Foto: Archivo Particular

Desde las 6 de la mañana de este martes entró en operación el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz, que presta sus servicios a Barranquilla. Fueron seis los vuelos iniciales, cinco de estos con destino a Bogotá y el otro a Medellín. Alrededor de las 8 de la mañana aterrizó el primer avión procedente de Bogotá, el cual fue recibido con honores por parte de los bomberos locales. De este modo la capital del Atlántico entró en la etapa de aislamiento selectivo ordenado por el presidente Iván Duque.

El transporte terrestre intermunicipal también empezó a operar este martes. La capital del Atlántico, sin embargo, ya llevaba varias semanas en el proceso de reactivación gradual, por el que había ido retomando su normalidad y que autorizó, entre otras cosas, el comercio al por menor y las actividades deportivas en espacios abiertos.

La ciudad acumula hasta la fecha 36.131 casos positivos de coronavirus y 1.610 personas fallecidas, para una tasa de mortalidad de 4,5 por ciento según informaciones del Instituto Nacional de Salud. Lo peor del primer pico, sin embargo, parece haber pasado, por lo que, para regular esta nueva etapa, el acalde Jaime Pumarejo emitió el decreto 0732 de 2020, que dio conocer las medidas que regirán a partir de este martes 1 de septiembre.

El primer gran cambio es que se permite la circulación de personas y vehículos, sin ningún tipo de restricción. Los niños y adolescentes, quienes habían tenido muchas regulaciones durante la cuarentena, ya podrán salir y circular por plazas, parques, andenes, calles, y demás lugares de uso público, siempre y cuando cumplan los protocolos de bioseguridad y en compañía de sus padres o de las personas responsables de su cuidado.

En cuanto al sector comercial, las actividades económicas pueden abrir si cumplen el distanciamiento físico y las medidas sanitarias entre sus clientes y usuarios. Deberán exigir el uso de tapabocas, hacer control riguroso del aforo permitido (50% de su capacidad total) y demarcar los espacios de distanciamiento con líneas en el piso a una distancia mínima de 1 metro, tanto en las zonas de acceso como en la parte interna y externa.

En Barranquilla quedó prohibido el consumo de bebidas embriagantes y/o alcohólicas en establecimientos de comercio, al aire libre, en espacio público. “Esta medida regirá sin perjuicio de la implementación de planes piloto en establecimientos y locales comerciales que presten servicio de restaurante o bares para el consumo de bebidas embriagantes dentro del establecimiento o local”, indicó Pumarejo.

Sobre la interacción social, el mandatario señaló que quedan prohibidas las actividades, eventos y aglomeraciones públicas y privadas de cualquier tipo, en lugares cerrados o abiertos que impliquen la concurrencia de más de cincuenta (50) personas. Tampoco están permitidas las reuniones sociales en inmuebles públicos y privados, salones sociales, áreas comunes de propiedad horizontal y similares.

Los que sí tendrán que esperar son los dueños de discotecas, bares, tabernas, clubes nocturnos y lugares de baile, ya que estas actividades comerciales aún no fueron autorizadas.

En los últimos días la Alcaldía de Barranquilla adelnató jrnadas de limpieza en algunos de los parques y sitios públicos.

Para consuelo de lo que pensaban que podían volver a las playas cercanas quedó autorizado el uso de piscinas de uso colectivo independiente. Esta medida comprende las destinadas para el uso del público en general, sin ninguna restricción; las de uso restringido, estas las piscinas de clubes, centros vacacionales y recreacionales, condominios, escuelas, entidades, asociaciones, hoteles, moteles y similares. El uso de estas estructuras es sin perjuicio de la prohibición de reuniones sociales en áreas comunes de propiedades horizontales.

El uso de tapabocas convencional sigue siendo obligatorio en la capital del Atlántico para todas las personas, especialmente en transporte público individual, colectivo y masivo y en áreas donde haya afluencia masiva de personas, así como en el espacio público y en aquellos sitios donde no sea posible mantener la distancia.

“Las personas con diagnóstico confirmado para COVID-19 y sus contactos estrechos deberán permanecer en el lugar donde están llevando a cabo su aislamiento preventivo obligatorio, por lo menos 14 días sin excepción o hasta que lo determine el médico tratante de su EPS, o hasta el momento que lo determine el grupo de vigilancia epidemiológica de la Secretaría Distrital de Salud de Barranquilla”, agregó Pumarejo.