El país ha aprendido la lección de que la recolección de basuras no es un tema con el que los mandatarios pueden improvisar. En el caso de Bogotá, por ejemplo, el alcalde Gustavo Petro está viviendo las consecuencias del desorden en la implementación del sistema de basuras que llevó al procurador a destituirlo por 15 años.
Ahora la polémica se traslada a Medellín. Allí los medellinenses están viviendo un dramático momento pues, a diferencias de lo que ocurrió en Bogotá, las empresas de servicios públicos (EPM y Empresas Varias) le entregarán parte del negocio de la recolección de basuras al sector privado, lo que ha generado temor entre un sector político.
En el cabildo existe el temor de que Empresas Varias de Medellín (Emvarias), la entidad pública que ha recolectado la basura de los paisas durante 50 años, sea privatizada. Esta última fue absorbida por EPM hace pocos meses.
Con esta movida se empezaron a notar los cambios. De los 86 carros recolectores que las Empresas Varias tienen en funcionamiento de recolección, 50 de ellos serán administrados por un tercero mediante el modelo de arrendamiento operativo, conocido como renting, según decisión de EPM. Y es precisamente esa primera medida una de las razones por las que varios concejales creen que se privatizará la entidad.
La quiebra de la empresa de basuras
La razón para que EPM se quedara con el 99.9 % de Emvarias fue que la compañía que recolecta las basuras no ha crecido en los últimos nueve años. Emvarias representaba pérdidas millonarias para el municipio y, según datos de la misma entidad, actualmente sólo hay un 67 % de disponibilidad en los carros recolectores, lo que se traduce en la inoperancia de decenas de camiones.
Esto hizo que creciera la inconformidad de los usuarios. Informes internos de Emvarias detallan que las quejas pasaron de 3.250 en el 2011 a 3.889 en el 2012. La situación empeoró el año pasado pues en el primer semestre del 2013 se presentaron 4.526 quejas y en el tercer trimestre la cifra creció a 4.281.
Sin embargo, hay un dato que evidencia las fallas en la operación. Mientras los medellinenses se quejan de los problemas en la recolección hay en el presupuesto cerca de 23.000 millones de pesos destinados a la renovación del parque automotor que no se ha efectuado. ¿Por qué no se ha hecho la inversión? Esa es la pregunta que muchos se hacen en Medellín.
Un informe de la Contraloría de Medellín en el 2013 denunció que no sólo no se adquirieron recolectores nuevos, sino que se pagaron arreglos superiores al costo de un camión de basuras último modelo. Uno de los casos presentados por el ente investigador fue el de un camión del año 2006 cuyo valor es de 106 millones. Este no prestó servicios durante 167 días y por su arreglo pagaron 135 millones de pesos. Otro ejemplo es el de un recolector modelo 98 que tiene un valor de 66 millones de pesos. Duró 141 días fuera de servicio y su reparación costó 111 millones de pesos.
Todos estos son argumentos que esgrime el concejal Miguel Andrés Quintero para asegurar que las Empresas Varias engañaron a la ciudad. “Para mí, a Javier Hurtado (actual director de Empresas Varias) lo mandaron a colapsar la empresa para poder privatizarla. Ellos están desesperando a la ciudad y al Concejo para salir con la ‘maravillosa’ solución de entregárselo a un privado”, declaró Quintero.
Por su parte,
Javier Hurtado explicó hace un mes en entrevista con Semana.com que ese dinero no se invirtió porque había otros requisitos. “Si me va a recalcar que la ley dice que esa plata es para comprar vehículos, yo le tengo que decir que la ley también me exige que sólo puedo cambiarlos después de ocho años y muchos no han cumplido ese tiempo”.
¿Arrendar será igual a privatizar?
Según Quintero, el modelo de arrendamiento operativo que instaurarán para Emvarias le quita gran parte del negocio. Por su parte el gerente general de EPM, Juan Esteban Calle, defiende que la función de Emvarias no es ser un taller de camiones dañados, sino pensar una Medellín donde las basuras puedan ser reutilizadas. Según Calle, en las ciudades desarrolladas se desperdicia menos del 10 % de los residuos sólidos mientras que en la capital antioqueña esta cifra es de alrededor del 90 %.
El gerente explicó que EPM también pretende crear una estación de transferencia donde los recolectores puedan depositar la basura compactada sin tener que recorrer 60 kilómetros para salir de la ciudad hasta el relleno, como sucede actualmente. Tractomulas de mayor capacidad de carga llegarían hasta este punto de recolección y transportarían los residuos hasta La Pradera, que es el actual depósito de las basuras de Medellín.
Otro de los planes a futuro es la generación de gas sintético a partir de los residuos y la construcción de una planta para manejo de lixiviados, entre otros. Sobre este último punto, la Corporación Autónoma Regional del Centro de Antioquia (Corantioquia) investiga a EPM por el mal manejo del líquido que sueltan las basuras.
“Los carros son sólo la herramienta pero el manejo de las basuras es algo más de fondo que se relaciona con los conductores, la planeación, el cumplimiento, las rutas optimizadas y las nuevas tecnologías”, sostuvo Calle en entrevista con Semana.com
Para defenderse de los señalamientos de algunos concejales de querer privatizar Emvarias, Calle indica que un análisis del equipo técnico de EPM demostró que es más rentable alquilar 50 carros que comprarlos. “En siete años, se ahorrarán 7.700 millones de pesos”, recalcó.
Sin embargo, el concejal Quintero es escéptico ante estas cifras. “Si para una empresa es rentable comprar y arrendar los carros, ¿por qué para EPM no lo es? Por eso digo que hay gato encerrado”.
Las cifras que se han publicado indican que el alquiler de un recolector de basuras es de alrededor de 8.000 millones de pesos por año. Si eso se multiplica por siete, que es la cantidad de años en la que operará el renting inicialmente, se podrían comprar más de 150 vehículos mientras que sólo se arrendarán 50, según cálculos del concejal.
Por su parte, Calle sostiene que se ha comprobado que el alquiler de vehículos es la mejor opción. “EPM no necesita recrear nada. Ya están los ejemplos de Bavaria, Argos y Haceb que contratan su transporte con un privado y tienen más del 95 % de disponibilidad. Aquí también arrendamos los carros y todo ha salido bien. Lo mismo pasará con Emvarias, cuyos mejores años están por venir”.
Para el directivo, no hay razón para tener una baja disponibilidad de carros con altos costos de mantenimiento pero el concejal asegura que esa tasa no sería tan alta si hubiera carros nuevos con garantía.
La capacidad del relleno
Otras de las inquietudes sobre la recolección de basuras en Medellín era el depósito de las mismas. Actualmente, se utiliza un terreno de más de 100 hectáreas como relleno sanitario. Este se llama La Pradera y queda al norte de la capital antioqueña.
El funcionamiento de cualquier relleno es mediante vasos, que son huecos que se hacen en la tierra para depositar los residuos. Actualmente, en La Pradera funciona uno llamado La Música, donde se depositan las 56.000 toneladas de basura mensuales que se producen en la capital de la montaña.
Este comenzó operaciones en junio del 2004 y tenía una duración máxima de diez años, capacidad que está por cumplirse.
La Contraloría había señalado que La Música sólo podría funcionar hasta enero del 2014 y que para finales del 2013, Emvarias no había solucionado cuál sería su nuevo vaso de recolección, como
lo explicó Semana.com hace unos meses.
Sin embargo, Calle explica que el informe del ente investigador no tuvo en cuenta la capacidad que se puede liberar al comprimir los residuos, sino que solamente midió en toneladas. “Si se le hace el tratamiento pertinente a las basuras, La Música puede funcionar hasta agosto del 2014”, indicó el directivo.
Para entonces, ya existirá el nuevo vaso que será Altaír. Según información de EPM, este comenzará a operar el próximo 30 de junio y tendrá una duración de 15 años.
El tema del relleno, más el logro de sacar de la quiebra a Emvarias, son dos de los problemas que Empresas Públicas ha solucionado. Pero todavía le quedan varias batallas por afrontar en el tema de las basuras. La primera de ellas es el manejo de lixiviados, para evitar una millonaria sanción y la generación de problemas ambientales.
Pero quizá el tema más espinoso que se les viene es el debate político pues deben convencer a un Concejo escéptico y a la ciudad de que el alquiler de camiones es la mejor fórmula. No será una tarea fácil.