Bebé murió por paro armado del ELN en Chocó: el confinamiento suma cinco días

Las autoridades denunciaron la muerte de una niña de 16 meses por cuenta del paro armado indefinido que impuso el Ejército de Liberación Nacional (ELN) en el departamento del Chocó desde la madrugada del domingo, 11 de agosto.

La bebé se encontraba en la comunidad indígena de San Cristóbal y presentó graves síntomas asociadas a desnutrición, pero no pudo ser trasladada a un centro hospitalario por cuenta de las advertencias del grupo guerrillero.

Los delincuentes frenaron la movilidad en cinco pueblos del Chocó por los fuertes combates que están sosteniendo con el Clan del Golfo. Ambas estructuras están batallando por el control de las economías ilícitas.

Los allegados de la víctima debían montarse en una lancha y recorrer con ella cerca de dos horas y medias para llegar a un servicio de urgencias. Sin embargo, el ELN lanzó amenazas contra las personas que se atrevieran a navegar.

Si bien la fuerza pública está operando en ese sector y ha dado garantías de seguridad, el miedo frenó a los acudientes de la menor de edad, pues la guerrilla sería quien tiene el control territorial, económico y social.

Este jueves se cumplen cinco días del paro armado: 45.000 personas están confinadas, los estudiantes no están acudiendo a las clases en las zonas rurales y ya hay desabastecimiento en algunos hogares de esa zona del Chocó.

El presidente Gustavo Petro programó una vista al departamento para este 15 de agosto y los mandatarios locales tienen la esperanza de que dé órdenes para superar la emergencia que viven sus habitantes.

La orden de la guerrilla es que ningún habitante se puede mover por el afluente, afectando a los habitantes de cinco municipios (Nóvita, Istmina, Medio San Juan, Sipí y Litoral del San Juan). Allí, el tránsito ha disminuido en 70 %.

La Defensoría del Pueblo denuncia que el grupo está limitando el acceso a la alimentación, salud y educación: “Los hechos ponen en riesgo y amenazan el ejercicio de derechos y libertades civiles, sociales, económicas y culturales”.

Frente a este escenario, el Ministerio Público pide a las instituciones estatales una intervención coordinada para que aseguren los derechos fundamentales de la población civil, quien está en medio de la incertidumbre y las balas.

El ELN, al igual que el Clan del Golfo, son responsables en la zona del río San Juan de múltiples crímenes. Por ejemplo, las autoridades judiciales han dado cuenta de homicidios colectivos, secuestros extorsivos y minería ilegal.

Aunque no son los únicos actores criminales, informes de inteligencia advierten que el Ejército de Liberación Nacional tendría una alianza con el Estado Mayor Central, liderado por alias Calarcá, para tener conocimientos en explosivos.

Esa guerrilla tiene el afán de minar su territorio, bajo estricta estrategia, con el fin de frustrar la avanzada del Clan del Golfo. Esta última, ante la siembra de artefactos, ha adquirido mascotas que puedan detectarlos y así evitar las detonaciones.