Judicial
Benedetti rindió indagatoria ante la Corte por corrupción en Fiduprevisora. Acusa al fiscal Daniel Hernández de buscar testigos en su contra: “Es un bandido”
El exembajador de Colombia en Venezuela aseguró que les ofrecieron beneficios a tres personas con el fin de incriminarlo.
Dos horas y media duró la indagatoria del exsenador Armando Benedetti ante la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia dentro de la investigación que se le adelanta por el presunto delito de concusión, por hechos cuando fue congresista de la República. Los hechos tienen relación con la supuesta exigencia de dineros, en el año 2010, para que la Fiduprevisora les desembolsara a un grupo de docentes del departamento de Córdoba, principalmente de los municipios de Santa Cruz de Lorica y Planeta Rica, el pago de derechos pensionales.
La Sala, más específicamente el despacho del magistrado Francisco Javier Farfán, investiga si Benedetti habría pedido dineros a abogados y beneficiarios de decisiones judiciales sobre estas prestaciones, para que la Fiduprevisora pagara esas pensiones vitalicias y liquidaciones.
Tras salir de la diligencia, Benedetti aseguró que ha sido víctima de falsos testigos a quienes la Fiscalía General les prometió beneficios jurídicos a cambio de incriminarlo. “Hay una supuesta persona que había echado unos cuentos míos, pero que nunca ha declarado en contra mía. Lo único que hay son dos declaraciones donde él dice que, primero, ‘me iban a ayudar con un principio de oportunidad, pero no lo hicieron porque no hablé mal de Benedetti’”.
Meses después, en noviembre de 2017 para ser más específicos, el mismo testigo aseguró que fueron el fiscal “Daniel Hernández y el fiscal Parada, estamos hablando del bandido de Hernández, que fueron allá a decirle que hablara mal en contra mía. Eso ya quedó clarísimo, luego esa persona nunca ha declarado en contra mía”. Para el exsenador no existen testigos directos en su contra.
“¿Qué es lo que supuestamente yo hice? De que yo hice presión en la Fiduprevisora para que se le pagara a unos maestros. Nunca ha habido un pago en esos procesos, lo que ha habido es un embargo, un embargo es completamente diferente a un pago. Decían que Benedetti había ayudado a hacer pagos, pero insisto, no hay pagos”, manifestó tras salir de la diligencia judicial.
El exsenador, quien no bajó de “bandido” al fiscal Daniel Hernández, aseguró que ya lo denunció por estos hechos. “Desde la cárcel el testigo dijo que un sábado y un domingo lo fueron a buscar el bandido de Daniel Hernández y el fiscal Parada, diciéndole que si hablaba mal de mí lo sacaba de la cárcel, cosa que no podría porque estaba condenado a 25 años de prisión”.
Después de esta indagatoria, la Sala de Instrucción, específicamente el despacho del magistrado Francisco Javier Farfán Molina, deberá entrar a definir la situación jurídica de Benedetti y revisar si existen méritos para abrirle un proceso formal.
Benedetti –cuyos procesos pasaron nuevamente a la Corte Suprema de Justicia después de renunciar a su cargo como embajador de Colombia en Venezuela– tiene pendiente una indagatoria por la investigación por el delito de interés indebido en la celebración de contratos, tema relacionado con el caso del Fondo Financiero de Proyectos de Desarrollo (Fonade). Sin embargo, la audiencia fue aplazada debido a que Benedetti recusó a la magistrada Cristina Lombana, quien lleva el proceso.
La defensa de Benedetti también asegura que la magistrada Cristina Lombana promovió audiencias bajo los principios de la Ley 906 en casos que debían tramitarse con la Ley 600 ante el Tribunal Superior de Bogotá, para tratar de conservar los procesos, pese a que la decisión mayoritaria de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia era que estos debían pasar a Fiscalía.
Finalmente, la recusación señala que en otro de los casos que se abrió contra el exsenador, la magistrada Lombana, pese a no tener competencia en el proceso, ordenó una supuesta práctica de prueba para revisar e inspeccionar las actuaciones del fiscal Gabriel Jaimes en el caso, lo que a juicio de la defensa se traduce en una irregularidad sin precedentes en la Rama Judicial. Esta recusación está pendiente de resolverse.
Armando Benedetti manifestó que el objetivo de la recusación es que se le dé la garantía de tener un juez imparcial en los procesos judiciales que enfrenta.