La 'palomita' de Benedicto

Aunque la costumbre en el Capitolio es que los congresistas vistan de saco y corbata, Benedicto de Jesús González (Mompox, 1969), o Alirio Córdoba, escogió una guayabera blanca y un pantalón de lino del mismo color para estrenarse como parlamentario. La pinta la había alistado desde el miércoles, el mismo día en que el Tribunal Administrativo de Cundinamarca le ordenó a la Cámara de Representantes ocupar la curul de Jesús Santrich mientras se resuelve su proceso de investidura. No iba a llegar vestido de cachaco, confesó. Tenía que dejar en evidencia que el nuevo congresista venía del Caribe. 

Benedicto llegó muy temprano, se presentó en la secretaría de la Cámara y luego en el despacho del presidente Alejandro Carlos Chacón. Entregó sus documentos y demás papeles que le habían dicho que tenía que presentar. Caminó por los pasillos del Capitolio, acompañado de la senadora Victoria Sandino, quien parecía ser su guía, mientras llegaba el momento de convertirse en congresista.

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Le dijeron que al mediodía se posesionaría como representante a la Cámara, pero no se cumplió. El informe de la comisión de acreditación que verifica la hoja de vida no estaba listo, entre otras porque la plenaria estaba bastante ocupada resolviendo la reforma política. Benedicto se asomó al recinto, pero aún sin sentarse en su curul.

En la tarde pasó de todo en la plenaria. Se hundían las listas cerradas, los representantes de todos los partidos alegaban unos con otros, se denunciaba ofrecimientos de mermelada. Una gritería de la que no fue indiferente, y que siguió atento como quien ve los toros desde la barrera. 

Solo hasta las 8:00 de la noche se resolvieron los trámites. A esa hora Benedicto volvió a subir a la presidencia de la Cámara para jurar sobre la Constitución y posesionarse. Se sentó en el sofá del despacho a la espera que el representante Chacón subiera para proceder con la posesión. Esperó una hora y media hasta que le informaron que bajara al Salón Elíptico donde continuaba la plenaria.

A las 9:30 de la noche, y sin interrumpir la plenaria, Chacón y el secretario de la Cámara, Jorge Mantilla, tomaron el juramento de Benedicto en un salón alterno. Benedicto hizo su juramento, acompañado por la senadora Sandino, con quien ha hecho varios recorridos por la costa Caribe. Así se convirtió en el quinto representante a la Cámara de la Farc, aunque está convencido de que su paso por el Congreso será transitorio, y que se trata de una palomita, como dicen los políticos. “El titular de esta curul se llama Jesús Santrich y esperamos su libertad”.

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Benedicto no paraba de sonreír y dijo estar de fiesta por su posesión, la cual le dio un significado particular. “Es una bocanada de oxígeno para el proceso de paz que siendo obstaculizado, saboteado por algunas fuerzas que aún siguen mirando la historia con el retrovisor de la guerra. Más que un congresista, lo que llega es un mensaje de esperanza”.

Su paso por el Congreso, dijo, tendrá como objetivo saldar la deuda con la implementación de los acuerdos de paz, pues dice que son muchos los pendientes que quedaron en el fast track. También anticipó que su voto por la ley de financiamiento será negativo, pues calificó ese proyecto como “un atentado contra el bolsillo de los colombianos más humildes”.

Benedicto tuvo que esperar hasta las 12:05 de la madrugada de este viernes para sentarse en su curul, y se estrenó votando la conciliación de la reforma política. Su primer voto fue negativo, aunque en contra de las mayorías que la aprobaron a esa hora.

El quinto representante de las Farc se estrenó en el último día de sesiones ordinarias, y volverá al Capitolio la próxima semana en las sesiones extras. No se sabe si vuelva en marzo, cuando el Congreso reanude sus actividades. Espera que no. “Tengo el augurio de que el proceso por la defensa de la libertad de Santrich también va por buen camino, esperamos que esté libre en enero”.