Recursos
¿Por qué y para qué Claudia López quiere ‘hiperendeudar’ a Bogotá?
La administración de Claudia López pidió un nuevo cupo de endeudamiento, cuando ni siquiera ha ejecutado la totalidad del anterior. El nuevo nivel de acreencias de la ciudad podría afectar el margen de maniobra de próximas administraciones.
La alcaldesa Claudia López le pidió al Concejo un nuevo cupo de endeudamiento por 5,8 billones de pesos, lo que elevaría el cupo total de su administración a 16,5 billones, luego de que en 2020 el cabildo le autorizó uno por 10,7 billones.
El cupo de endeudamiento al que quiere llegar López sería histórico y superaría en 139 por ciento al aprobado a Enrique Peñalosa y en 334 por ciento al autorizado a Gustavo Petro, sus más recientes antecesores.
Según explicó la Alcaldía, con este nuevo cupo de endeudamiento se busca construir 25 nuevos colegios para generar 23.895 cupos escolares. También se entregarán 28.000 becas para educación superior y otras 28.000 para educación posmedia. De esta manera, en educación se invertirán 2,5 billones de pesos.
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Esta nueva solicitud al Concejo se da cuando la administración distrital ni siquiera ha ejecutado en su totalidad el cupo aprobado anteriormente.
Al 31 de diciembre de 2021, el saldo por comprometer del cupo de endeudamiento de 2020 era de 6,8 billones de pesos. Para el presupuesto de este año, se hicieron apropiaciones de ese saldo por 3,6 billones. Pero de esas apropiaciones, al 30 de junio de 2022 solo se habrán comprometido recursos por 900.000 millones. Así, al finalizar el primer semestre de este año habrá un saldo por comprometer del cupo de endeudamiento anterior por 5,9 billones.
Esto quiere decir que, aunque la Alcaldía asegura que el cupo anterior ha sido ejecutado o está en proceso de ser ejecutado en 94 por ciento, la realidad es otra, pues de hecho, en el propio proyecto de acuerdo que se radicó en el Concejo, la administración reconoce que le quedan 5,9 billones de pesos por comprometer y le está pidiendo al cabildo recoger esos recursos como saldo no ejecutado e incluirlo en el nuevo cupo de endeudamiento, por lo que el valor total del nuevo cupo en realidad será de 11,7 billones.
“Solo han ejecutado el 50 por ciento del cupo que se otorgó en 2020. En la carrera Séptima, por ejemplo, no han hecho nada después de dos años de administración. Asimismo, faltan colegios por iniciar y por terminar, entonces no entiendo cómo Claudia López le da por embarcarse en un nuevo cupo de endeudamiento. Se debe pensar primero en ejecutar los recursos y no dejar empeñada la ciudad para las próximas dos o tres administraciones”, aseguró la concejala Lucía Bastidas.
La ley le permite a Bogotá endeudarse hasta por el 40 por ciento de su capacidad de ahorro y, según lo explicó la alcaldesa López, hoy la ciudad está usando el 4 por ciento de esa capacidad, y con el nuevo cupo llegaría al 10 por ciento. A pesar de ello, la propia administración admite que en 2023 y 2027 el tope de la sostenibilidad de la deuda, es decir, el saldo que hay que pagar como deuda versus los ingresos corrientes que recibe la ciudad, llegará al 100 por ciento y solo bajará al 83 por ciento en 2031.
De esta manera, el nuevo cupo de endeudamiento de López podría reducir la capacidad de maniobra de las próximas administraciones.
“Hasta cierto punto, los próximos gobiernos se verían afectados. En las finanzas de Bogotá hay muchas fuentes comprometidas, con destinación específica, pero muchos otros servicios y el funcionamiento en general de la administración dependen del impuesto predial y de vehículos, y cuando se generan sobrecostos en las obras o déficit en TransMilenio, por citar algunos ejemplos, se cubre con estos impuestos. Por lo tanto, las futuras administraciones van a quedar un poco maniatadas”, afirmó Beatriz Arbeláez, exsecretaria de Hacienda.
“Bogotá sí tiene buena capacidad de pago, pero no se la puede saturar, sobre todo con proyectos que todavía no tienen ingeniería de detalle, ni la sostenibilidad técnica, como lo es la segunda línea del metro, y comprometer recursos de esta manera afectaría al nuevo gobierno. Además, la alcaldesa ha cometido un error garrafal, que es dañar la cultura de pago de los bogotanos. Es la única alcaldía que no ha sido capaz de recibirles la plata a los contribuyentes”, indicó, por su parte, el exsecretario de Hacienda Ricardo Bonilla.
La decisión final sobre el cupo de endeudamiento la tendrá el Concejo de Bogotá en momentos en que la relación con el Palacio Liévano está bastante fracturada.