Bogotá
Bogotá está asediada por el hampa: estas son las zonas con mayor delincuencia en la capital
Los hurtos a personas, a automotores, a motocicletas, a residencias, los homicidios, entre otros delitos, aumentaron en los primeros seis meses de 2023. El robo a los ciudadanos aumentó en todas las localidades, a excepción de Tunjuelito.
La delincuencia tiene asediada a Bogotá. A pesar de los grandes esfuerzos de la Alcaldía, la Secretaría de Seguridad y la Policía Metropolitana, los criminales siguen haciendo de las suyas en la ciudad y la respuesta para contrarrestarlos se ha quedado corta.
El balance de los indicadores de alto impacto en la capital del país durante el primer semestre de 2023, da muestra que el panorama es desconcertante.
El hurto a personas es sin duda el delito que más está atemorizando a la ciudad. De enero a junio se presentaron 72.957 casos de hurtos a personas, un 28,1 % más frente a los primeros seis meses de hace un año. Esta cifra revela un alarmante promedio de 403 personas robadas cada día.
Las cifras dan muestra que en todas las localidades de Bogotá, en el primer semestre de este año, a excepción de Tunjuelito, subieron los hurtos a personas. Se trata de una realidad desconcertante.
Por variación porcentual, las localidades en donde más se disparó el hurto a personas son Teusaquillo, en donde este delito subió 61,6 %, al pasar de 3.177 casos en el primer semestre de 2022 a 5.134 este año; Barrios Unidos (57,8 %, de 2.319 a 3.660), Candelaria (42,4 %, de 490 a 698), Los Mártires (36,9 % de 2.249 a 3.080), y Suba (35,8 % de 6.005 a 8.157).
Ahora, en cuanto a las localidades con mayor número de hurtos a personas reportados, el lamentable ranking lo lidera Suba, con 8.157; seguido de Kennedy (7.861), Engativá (7.276), Chapinero (5.192) y Fontibón (5.145).
“El hurto a personas es el delito que viene aumentando durante mucho tiempo y esto es consecuencia de la tasa de reincidencia criminal, de las decisiones que se toman en el ámbito de la justicia criminal, del sistema penal, donde básicamente los hurtos a celulares, bicicleta, con violencia, cada vez más se ven como un delito menor, que es completamente excarcelable, que no hay nada que hacer contra esto. El Estado y el sistema de justicia colombiano renunciaron a perseguir y a castigar el hurto, eso es muy delicado porque es el delito de más alto impacto, está afectando a demasiadas personas y en esa sí estamos en máximos históricos”, aseguró el ex secretario de Seguridad, Daniel Mejía.
Diego Molano, ex ministro de Defensa y candidato a la Alcaldía, aseveró de manera tajante que “Bogotá está hecha un caos por la inseguridad reinante. A la ciudad se la tomó la delincuencia y gobierna hoy. La ciudad está llena de miedo, de intranquilidad y particularmente lo que se ha visto en el último semestre es que de los 12 principales indicadores de seguridad, en 8 hemos retrocedido, especialmente en materia de homicidios, secuestros, hurto. Los ciudadanos están atemorizados”.
Por su parte, para el ex comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, general (r) Eliécer Camacho, gran parte de lo que ocurre en la ciudad se explica en impunidad. “Cuando la Policía captura en flagrancia a los delincuentes, muchas veces los fiscales y jueces no aceptan los elementos probatorios que se presentan y le aplican todos los atenuantes: que porque nunca había entrado a la cárcel, porque es padre de familia, entre otros. Por eso, quedan en libertad. Hay penas de 48 meses y dan libertad inmediata”.
Y agregó: “Tenemos la Ley de Seguridad Ciudadana que no han querido aplicarla y ahí están los agravantes para quien utilice arma de fuego, arma blanca, para quien realice actividades criminales en el servicio público, quien ataque al policía. Todo eso ayuda a que el delincuente le tema un poco a la justicia”.
En el caso de los homicidios, la situación también es crítica. En el primer semestre de 2023 se presentaron 529 homicidios, 11,1 % o 53 casos más que los reportados en el primer semestre de 2022. Eso quiere decir, que 3 personas son asesinadas cada día en Bogotá.
Las localidades de la ciudad en donde más se presentan homicidios son Ciudad Bolívar (97), Kennedy (72), Bosa (58), Rafael Uribe Uribe (39) y Suba 37.
“Hay una cifra que es muy diciente, hay un crecimiento del 52% de los asesinatos relacionados con ajustes de cuentas, eso significa que en Bogotá se están consolidando grupos delincuenciales organizados de una escala y de una magnitud que nunca antes habían visto en la ciudad. En Bogotá siempre ha habido pandillas, bandas, pero nunca había habido realmente grupos delincuenciales organizados, lo que llaman combos en Medellín, asentándose e instalándose en los diferentes barrios y localidades en Bogotá, de tal manera que se está masificando la extorsión y los asesinatos con sevicia para poder marcar territorio y producir terror en la población”, afirmó el candidato Rodrigo Lara.
“Vamos de mal en peor, en ocho delitos de doce de alto impacto subieron en el primer semestre de 2023: homicidios, secuestros, extorsiones, hurto a residencias, entidades financieras, automotores y hurto a personas. Se supone que en enero, febrero y marzo son los meses donde se ‘economizan’ homicidios, pero pasó todo lo contrario, llevamos 38 cuerpos tirados en las calles de Bogotá. Cada semana aparece uno que otro y no pasa absolutamente nada. ¿Qué pasa con la seguridad?”, cuestionó por su parte, la concejal de la Alianza Verde, Lucía Bastidas.
Para la cabildante, “no hubo una estrategia durante la administración de la alcaldesa Claudia López para enfrentar la gobernanza del crimen, cuyo epicentro es el narcotráfico y tiene varias líneas de negocios: gota a gota, extorsiones, secuestros, bandas criminales, hurtos de celulares, motos, bicicletas, ventas de partes, toda una gobernanza del crimen y que se apoderaron, desde el estallido social, de ciertas zonas de la capital”.
“Los crímenes de mayor impacto, los descuartizamientos, entre otros, son producto de mafias transnacionales que rebasan las capacidades y competencias del alcalde de Bogotá. Y le digo una cosa peor:la ciudad hoy no es un espacio seguro para las mujeres, son las principales víctimas de esa inseguridad”, señaló por su parte el concejal y precandidato a la Alcaldía, Carlos Carillo.
El concejal del Polo Democrático indicó, además, que “hay una cosa muy grave de esta administración: la pésima relación que Claudia López ha tenido con la Policía, eso tiene que ver con su campaña presidencial, con la forma como ella ejerce el poder, no sobre lo que debe hacer, sino lo que la haga ver bien. Por eso, le envía mensajes confusos a la Policía. Ella es la jefe de la Policía de la ciudad y tiene que asumir las responsabilidades políticas de lo que sale mal, pero un día los llama asesinos, violadores de derechos humanos y al otro los abraza y les dice ‘héroes’, ‘mis corazones’”.
“Ella ha tenido una relación muy difícil con la fuerza pública y creo que ha enviado mensajes confusos. El de seguridad, es el sector que más cambios ha tenido en la dirección”, puntualizó.
El hurto a residencias también se disparó en la ciudad. Entre enero y junio se presentaron 3.808 casos, 917 más que hace un año, es decir, un 31,7 % más. En ese orden de ideas, cada 24 horas 21 casas son asaltadas por los delincuentes en la capital.
En el hurto a automotores el panorama tampoco es diferente. En el primer semestre de 2023 se presentaron 1.904 casos, es decir, un 13,3 % más que hace un año. Cada día 10 vehículos son robados en Bogotá.
En el hurto a motocicletas, entre enero y junio de este año se presentaron 2.462 casos, aumentó 1,1% frente hace un año. 14 motos al día son hurtadas en Bogotá.
En la ciudad también reina la extorsión. En el primer semestre de este año se reportaron 670 casos de extorsión, un 3,6 % más que el primer semestre de 2022.
“Las cifras de hurtos de alto impacto y lesiones personales no solo están disparadas comparadas con el 2022, sino con el 2019, antes de la pandemia, que alteró todo el componente de seguridad en la ciudad. Eso significa que necesitamos incrementar los niveles de efectividad policial para contener estos hurtos de alto impacto que, en últimas, son el resultado de la presencia de más de 140 bandas criminales en Bogotá que están en una lucha territorial que está afectando las condiciones de seguridad”, señaló el ex director del Dane y candidato a la Alcaldía, Juan Daniel Oviedo.
De acuerdo con Oviedo, “Bogotá necesita su segunda cárcel de sindicados, algo supremamente importante para garantizar que las personas que estén en proceso de judicialización, no queden libres, sino que estén alojadas en estas instalaciones mientras se les define su situación judicial”.
Por su parte, el ex secretario de Gobierno y hoy senador de la República, Miguel Uribe, sostuvo: “En Bogotá, la inmensa mayoría del crimen es organizado. Hay dos apuestas que uno debe hacer en materia de seguridad ciudadana: vigilancia, control territorial, la policía tiene que tener un papel permanente y preponderante, pero donde está la posibilidad de disminuir los delitos de alto impacto es con la inteligencia. Para eso debería haber un esfuerzo propositivo con unos objetivos claros donde se desarticulen las bandas que hurtan bicicletas, las de microtráfico, las de hurto organizado como los rolex, carros de alta gama. Hoy no se ve ese esfuerzo”.
Para Carlos Fernando Galán, “la política de seguridad fracasó en Bogotá. Hay un agotamiento del modelo porque nos quedamos persiguiendo al último eslabón de la cadena del delito, que además es fácilmente reemplazable, mientras que el Estado no ha logrado golpear significativamente al crimen organizado”.
El candidato a la Alcaldía precisó que “necesitamos un Plan Integral para el enfrentar el crimen organizado que contemple, entre otras, mejorar la presencia del Distrito en el territorio, fortaleciendo los cuadrantes, mejorando la tecnología y haciendo presencia en el espacio público; fortalecer las capacidades de investigación criminal, para que de manera coordinada con jueves y fiscales logremos desarticular organizaciones criminales; y enfocarnos en el acompañamiento a las víctimas de delitos para que no sufran procesos de revictimización y mejorar los procesos de denuncia”.
El efecto de la pandemia y la urgencia de más tecnología
El exsenador y candidato a la Alcaldía Jorge Enrique Robledo, argumentó que parte de lo que está sucediendo hoy obedece a “la pandemia que le dio un golpe durísimo a Bogotá, dado que mucha gente perdió sus empleos y la ciudadanía se empobreció”.
“Hay que recurrir a instrumentos de la tecnología. He estado hablando con oficiales de la Policía retirados que me dicen que sin duda hay muchas cosas que se pueden hacer. Pero tengo también una certeza y es que el número de policías en Bogotá es muy pequeño, si uno compara el número de policías por 100.000 habitantes, que es como se mide eso, el de Bogotá es del orden de 200 y el de Colombia y el de América Latina es de 300. O sea la cifra no nos deja mentir en que faltan policías”, complementó Robledo.
Para el candidato Rodrigo Lara. “El problema de inseguridad lógicamente tiene unas causas sociales que son básicamente producto del deterioro del tejido empresarial después de la crisis del covid, eso es innegable, pero en segundo lugar lo que ha habido también en los últimos ocho años por parte de la alcaldía de Bogotá es una inmensa negligencia en materia de seguridad y eso se traduce básicamente en el inmenso retraso tecnológico que existe en la Secretaría de Seguridad. Si se compara las capacidades tecnológicas de lucha contra la criminalidad de Bogotá con otras ciudades como Medellín o Pereira, nos damos cuenta de un vergonzoso atraso en la capital”.
Lara puntualizó: “Es una sucesión de errores de las dos últimas administraciones. Y que consisten básicamente en el abandono y la pobreza tecnológica de presupuesto de seguridad y más concretamente de las capacidades de la Secretaría de Seguridad”.
Para Diego Molano, “hay cuatro problemas principales en el planteamiento de la política de seguridad en Bogotá. Uno, la alcaldesa le quitó el apoyo y el respaldo a la Policía y se perdió autoridad; segundo, creció de manera impresionante el número de bandas criminales; tercero, tenemos un problema de impunidad muy grande; y cuarto, no hay una estructura de Policía que garantice la protección de los 4 millones de ciudadanos que se mueven diariamente en Bogotá”.