REDES
Bogotá le apuesta a esconder el 40 % del cableado aéreo
La subterranización de las redes de energía y telecomunicaciones se constituye en un desafío ante el peligro que representan.
El 30 de enero la SEMANA publicó un artículo sobre una problemática que, aunque está a simple vista, no se habla de ella. Se trata de la maraña de cables que no solo contaminan visualmente a Bogotá, también son un peligro para la salud y la vida de los peatones.
A pesar de los esfuerzos de los últimos años para combatir estas redes de cableado aéreo, el problema tiende a empeorar por la llegada de empresas de internet y de televisión por suscripción. Estas han aumentado el número de cables sin que haya un control de las autoridades.
Ante esa problemática, que azota a la ciudad, la Unidad Administrativa Especial de Servicio Públicos (Uaesp) tomó cartas en el asunto y elabora un plan para que antes de que termine la administración de Enrique Peñalosa, el 40 % de los cables sea subterranizado, es decir, que estos queden en ductos enterrados entre las calles y andenes.
Aunque el proyecto está en borrador, la directora de la Uaesp, Beatriz Cárdenas, ha sostenido varias reuniones con representantes de empresas de servicios públicos y el Instituto de Desarrollo Urbano (IDU), la idea es determinar cuál sería el procedimiento.
Lo primero que se debe de establecer es el número de kilómetros que tendrían que opnerse bajo tierra. “Es un reto que estamos trabajando con el gabinete para establecer cuánto le costaría a Bogotá”. Una fuente le explicó a Semana.com que el dinero saldría de la valorización que pagan los bogotanos.
Para empezar está por aprobarse un plan piloto con la empresa Codensa. La propuesta es tomar alguno de los barrios populares con alto número de cables para demostrar los beneficios de la propuesta.