POLÍTICA

Bogotá, Medellín y Cali: ¿qué está pasando con los alcaldes alternativos?

La más reciente encuesta de Invamer deja mal parados a los alcaldes de las principales ciudades del país. ¿Por qué se desplomó su imagen?

30 de enero de 2021
Alcaldes
Se les acabó la luna de miel. | Foto: SEMANA

Un año después de posesionados y justo en medio del segundo pico de la pandemia de covid- 19, a los alcaldes de las principales ciudades del país parece que se les está acabando la luna de miel. Así lo concluye la más reciente encuesta de Invamer. En el caso de Bogotá, la aprobación a la gestión de Claudia López cayó 10 puntos. Y aunque se sostiene por encima de 60 por ciento, su nivel de aceptación ha venido disminuyendo.

Claudia López, alcaldesa de Bogotá.

Desde marzo de 2020, recién posesionada, la mandataria alcanzó 89 por ciento de favorabilidad, una cifra considerable. Pero su aprobación bajó a 61 por ciento en enero de 2021, un mes en el que López empezó con pie izquierdo tras sus vacaciones en Costa Rica, forzosamente interrumpidas por la presión ciudadana, en medio del segundo pico de la pandemia y la ocupación crítica de las unidades de cuidados intensivos. Los alcaldes de las principales ciudades cayeron en un pozo en el que su imagen naufraga. Está el caso de Jorge Iván Ospina, en Cali, a quien la pérdida de más de 30 puntos de respaldo lo sorprendió.

El mandatario regional fue el que más sufrió un desplome de su imagen en los últimos meses. Gozaba de 65 por ciento de favorabilidad y, en un abrir y cerrar de ojos, esa misma medición cayó a 38 por ciento. Es un golpe duro para un mandatario que hizo caso omiso a las advertencias sobre la feria virtual de Cali. Pese a todo, la hizo y eso les costó 12.000 millones de pesos a los caleños. Las denuncias por presuntas irregularidades en la contratación pública también hicieron hecho eco en Cali, donde un colectivo de veedores desnudó una serie de convenios interadministrativos con posibles fallas en su adjudicación.

Todo esto diezmó la popularidad que Ospina sostenía desde 2008 cuando fue alcalde por primera vez y lideró el proceso de transformación de infraestructura más importante en la ciudad en los últimos 30 años.

Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali.

En una tendencia similar se encuentra Daniel Quintero, alcalde de Medellín, quien en la encuesta de Invamer tiene una caída en la aprobación de 12 puntos; en octubre de 2020 el 67 por ciento de los ciudadanos apoyaba su gestión y ahora es de 55 por ciento.

Son cifras inéditas en la capital paisa, donde los alcaldes siempre reciben aplausos. Ni siquiera Federico Gutiérrez tocó ese fondo cuando su secretario de Gobierno, y hombre de confianza, Gustavo Villegas, fue capturado por favorecer a hombres de la llamada Oficina de Envigado. Además de las medidas para atender el coronavirus, a Quintero –quien llegó a la Alcaldía derrotando a la clase política tradicional de Antioquia– se le juntaron decisiones polémicas, como sus intenciones de cambiar el objeto de social de EPM y la demanda de esta empresa al Consorcio CCC por las fallas constructivas en Hidroituango. Aunque en ambos proyectos asegura que busca el bien de la entidad pública y de la ciudad, ha tocado los intereses de políticos y empresarios poderosos.

Daniel Quintero, alcalde de Medellín.

Como si fuera poco, los ánimos se caldearon en las últimas semanas con la revocatoria emprendida por varios políticos y grupos ciudadanos en contra de Quintero. Echaron mano del descontento de los comerciantes con las medidas de toque de queda y ley seca para aupar la inconformidad de la ciudadanía. Además, se le opone el Centro Democrático, mayoría en el Concejo, y hasta el expresidente Álvaro Uribe Vélez llama a los comerciantes para que protesten.

En cambio, la situación pinta de otro color en Barranquilla. El alcalde Jaime Pumarejo es uno de los pocos que salió bien librado. Contrario a los anteriores, aumentó el respaldo de la ciudadanía a 73 por ciento y su desaprobación cayó a 24 por ciento.

Alejandra Barrios, directora de la Misión de Observación Electoral (MOE), atribuyó su popularidad al buen comportamiento de los barranquilleros frente a la pandemia.

Incluso, hoy la capital del Atlántico se convirtió en receptora de pacientes de ucis provenientes de Bogotá, Amazonas, Sucre, La Guajira y Putumayo. “En esta ciudad no ha llegado el segundo pico de contagios, porque tomaron decisiones antes de diciembre”, expresó Barrios. La tarea para los alcaldes en Bogotá, Medellín y Cali es difícil. La pandemia llegó para quedarse, y el reto de la vacunación se ve complejo. De su éxito depende no solo la imagen de los mandatarios locales, sino también del presidente Iván Duque.