FOROS SEMANA

Bolívar necesita de sus ciudadanos

A pesar de los avances del departamento en los últimos años, sigue con grandes desafíos. Cartagena tiene algunos de los peores indicadores sociales del país y su crisis política no ayuda a superarlos.En las próximas elecciones los ciudadanos podrán cambiar el rumbo.

27 de abril de 2019
Este foro tiene el objetivo de analizar el papel del sistema democrático y el poder del voto, así como los principales desafíos económicos y sociales del departamento de Bolívar.

El departamento de Bolívar durante décadas sufrió los estragos del conflicto armado y del abandono estatal. Esto lo convirtió en uno de los entes territoriales con los índices más altos de pobreza extrema. Sin embargo, en la última década estas cifras han ido cayendo. Mientras en 2008 el 58,3 por ciento de los bolivarenses vivía en pobreza monetaria, en 2017 alcanzaba el 38,2 por ciento de la población.

Si bien la cifra ha caído un 20 por ciento, sigue muy por encima del total nacional, que en el mismo año se ubicó en 26,9 por ciento; es decir, 11 puntos por debajo que el departamento. Esta situación plantea grandes retos para la administración local.

Hay que proveer servicios básicos y bienes públicos en las zonas rurales y urbanas; lograr la navegabilidad del río Magdalena y recuperar el canal del Dique; culminar la red de vías terciarias y conectar al departamento con el resto del país; cumplir los Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial e implementar el acuerdo de paz en el territorio; proteger la biodiversidad y evitar la erosión costera; adelantar modelos de transporte intermodal; potencializar el turismo y crear nuevas rutas de interés; mejorar la atención y prestación de salud y educación, e incentivar el emprendimiento y la creación de nuevos empleos.

Si los indicadores han mejorado en el orden departamental, en el ámbito municipal siguen preocupando los altos índices de corrupción y de ineficiencia en la función pública. El caso más polémico es el de Cartagena. Durante los últimos diez años, la ciudad ha tenido más de diez alcaldes. Varios han terminado inhabilitados e incluso condenados por casos de corrupción.

De acuerdo con María Claudia Peñas, directora de Cartagena Cómo Vamos, esa inestabilidad política ha causado el estancamiento e incluso el retroceso de muchos indicadores de progreso social. El año pasado aumentó el hambre en la ciudad a 35 por ciento, ningún colegio público quedó en la categoría A+ en las pruebas Saber 11 y menos del 10 por ciento de la zona rural tiene acueducto. A esto se suma que no ha sido posible actualizar y definir instrumentos de planeación urbana necesarios para el desarrollo de la ciudad como el Plan de Ordenamiento Territorial y el Plan Especial de Manejo y Protección del Centro Histórico.

En la más reciente encuesta de percepción ciudadana, los cartageneros dijeron que la prioridad es mejorar la gestión de la Alcaldía y el manejo transparente de los recursos públicos. La encuesta también reveló que los cartageneros quieren un alcalde con experiencia, que no sea corrupto y que conozca la ciudad y sus necesidades.

Pero ese deseo no se ve reflejado en la asistencia a las urnas. En las últimas elecciones, atípicas, solo participó el 22,63 por ciento de la población apta para votar. Esto se convierte en un círculo vicioso: a pesar de que seis de cada diez cartageneros siente que los constantes cambios de alcalde han afectado su calidad de vida, la decepción y el poco interés que muestran por las elecciones han impedido que se movilicen y cambien esta realidad.

Al respecto, el director ejecutivo de la veeduría ciudadana Corporación Control Visible, Jair Baleta, asegura que la participación ciudadana en Bolívar resulta fundamental, pues permite impulsar el acompañamiento y vigilancia a la gestión de las autoridades públicas. Eso resulta vital para el fortalecimiento de las relaciones de confianza entre ciudadanía e instituciones.

El problema de la abstención se presenta en todo el país, pero el de esta región es un caso dramático. El registrador nacional del Estado Civil, Juan Carlos Galindo, ha señalado que, si bien el sistema colombiano de votación es voluntario, es importante romper esa tradición abstencionista. “Los jóvenes juegan un gran papel y pueden cambiar el futuro del país, ya que son cerca de 15 millones de ciudadanos, es decir, cerca de la mitad del censo electoral”, aseguró.

Ahora el asunto será escoger buenos mandatarios. Para la directora ejecutiva de Colombia Líder, Karem Labrador, un líder carismático, que inspire con sus ideas y tenga una oratoria poderosa puede ser un buen candidato a un cargo de elección popular. Pero si no sabe cómo traducir lo que propone en acciones concretas y legítimas de la administración, lo más probable es que no será un buen gobernante.

Después de varios años de trabajo de esta organización, destacan algunas de las características fundamentales que debe tener un buen gobernante. Entre ellas inspirar, tener un equipo de trabajo de alto desempeño, darle importancia a la institucionalidad, contar con alianzas estratégicas y generar confianza. Igualmente, otorgarle relevancia a la cultura de la legalidad, ser transparente, rendir cuentas, saber administrar los recursos e involucrar a los ciudadanos en el control social. Por último, un buen gobernante debe saber planear y ejecutar, al tiempo que prioriza y le hace seguimiento a los proyectos.

“Para lograr esto, el líder además debe estar bien informado, tener una visión a largo plazo y darle valor a la dignidad humana de los ciudadanos”, concluye Labrador.

Para discutir los desafíos a los que se enfrenta el departamento de Bolívar en los próximos años, las características de una buena administración pública y la importancia de la participación ciudadana, Foros Semana y la Gobernación de Bolívar realizarán el próximo 7 de mayo el foro ‘Ciudadanía y participación: El rol de los bolivarenses en la democracia’.

Fecha: martes, 7 de mayo de 2019

Hora: de 7:00 de la mañana a 1:00 de la tarde

Lugar: Cartagena, Hotel Intercontinental de Cartagena de Indias.