La Alcaldía de Bucaramanga ha sido una de las más exitosas en el país para evitar los contagios de coronavirus. | Foto: Alcaldía de Bucaramanga

Nación

Bucaramanga, la ciudad que se quiere cuidar de la covid y no la dejan

La administración municipal propuso toque de queda hasta la una de la tarde el 8 y el 25 de diciembre, y el 1.° de enero, entre otras medidas, pero el Ministerio del Interior no aprobó la propuesta.

13 de diciembre de 2020

El cambio repentino en algunas de las medidas que la Alcaldía de Bucaramanga tomó para las celebraciones de fin de año generaron confusión y sorpresa en algunos ciudadanos. La capital santandereana ha acertado en las decisiones para contener el coronavirus, procurando que la tasa de contagios se dispare y las decisiones para las fiestas decembrinas fueron una apuesta por conservar el éxito. Sin embargo, desde el Ministerio del Interior se recomendó que algunas de estas no se implementaran.

El alcalde bumangués Juan Carlos Cárdenas anunció estas medidas el primero de diciembre a través de Twitter y fueron replicadas por los medios de comunicación. La propuesta, según dijeron desde la Alcaldía, fue compartida con los alcaldes del área metropolitana (Floridablanca, Piedecuesta y Girón) y las autoridades en un Consejo de Seguridad que se realizó el día anterior, 30 de noviembre, para armonizarla y tener un acuerdo común en las mismas, ajustándola con las recomendaciones que permitieron empezar a trabajar en un borrador de decreto.

Dos de las medidas que compartió Cárdenas el primero de diciembre fueron que “el 8 y el 25 de diciembre, y el 1 de enero, el toque de queda irá hasta la 1:00 p. m., ” y “entre el 15 y el 24 de diciembre, durante la tradicional novena navideña, el toque de queda irá de 11:00 p. m. a 4:00 a. m. para que la ciudadanía participe”. Pero estas medidas, junto con otras disposiciones de horarios, no fueron aprobadas por el Ministerio del Interior, que respondió con recomendaciones para hacer ajustes al decreto.

José David Cavanzo Ortiz, secretario del Interior de Bucaramanga, explicó que la ciudad viene de meses en los que se implementaron toques de queda desde las 11 de la noche, y otras variaciones según el comportamiento de la pandemia, “toque de queda que se pone, además, de manera principal, por evitar los contagios y no por cuestiones de seguridad y orden público. Entonces, nos hacen esa primera recomendación que el toque de queda no debe ser durante todas las festividades, sino que debe ser intermitente”.

Y después de esa primera respuesta que recibieron del ministerio, en la que también les manifestaron que el toque de queda de los días 8 y 25 de diciembre, y primero de enero, no podía ser hasta la una de la tarde, la Alcaldía le justificó al MinInterior que el trabajo y las medidas se toman desde el punto de vista de salud, siempre, y “no desde el punto de vista de seguridad, porque lo que siempre hemos tenido claro y hemos promovido es que estas medidas son para buscar un control en la propagación de la covid, mas no para un tema de control de seguridad y orden público”, detalló el secretario.

Durante un consejo de seguridad departamental que se realizó el jueves 3 de diciembre, el alcalde Cárdenas presentó de nuevo la propuesta exponiendo las razones de las medidas y en ella se ratificaron los demás mandatarios del área metropolitana. Y aunque al día siguiente, durante la visita del viceministro Daniel Palacios, se justificó que la propuesta tenía como soporte el punto de vista epidemiológico, el funcionario del Gobierno nacional dijo que la medida del toque de queda debería ser máximo hasta las cinco de la mañana y que esto se debía complementar con los controles de horarios de funcionamiento de las actividades comerciales. Sugirió, además, que la medida se concertara entre los municipios del área metropolitana.

Frente a este aspecto, Cavanzo Ortiz resaltó que “para nosotros lo más importante es articularnos como área metropolitana para evitar, también, los desplazamientos de un municipio a otro. Lo que queremos evitar son las aglomeraciones, los focos de contagio, las fiestas clandestinas”. Atendiendo el lineamiento del Gobierno nacional, la Alcaldía de Bucaramanga compartió el decreto el lunes seis de diciembre, luego de ser notificado oficialmente por el Ministerio del Interior.

En Bucaramanga hay confusión, pues desde junio, el Gobierno nacional les dio autonomía a los mandatarios seccionales y locales para implementar medidas que, de acuerdo al comportamiento de la pandemia, facilitaran el cuidado de la ciudadanía.