Nación
Buenas noticias sobre nivel de embalses en Cundinamarca: así quedaron para el inicio de esta semana
En algunos de los embalses, los niveles se encuentran con tendencia ascendente.
Durante los últimos meses, Bogotá ha vivido una difícil situación por cuenta del bajo nivel que han registrado los embalses que surten a la capital colombiana del preciado líquido. Una de las razones principales fue la llegada del fenómeno de El Niño, un evento climático en el que las temperaturas aumentan y las precipitaciones se reducen.
Fue por ello que hace algunas semanas, el alcalde Carlos Fernando Galán decidió reactivar nuevamente el racionamiento de agua que se había suspendido tras mejores niveles en los embalses. Ahora, llegó la temporada de lluvias al país y pareciera paradójico que, mientras llueve en las calles, se tenga que racionar el agua por el bajo nivel en los embalses.
Pese a ello, en los últimos días, el panorama ha mejorado y las precipitaciones en el sistema Chingaza, que es el principal surtidor de agua a la capital colombiana, han aumentado considerablemente.
De acuerdo con el más reciente reporte de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), la mayoría de los embalses mostró una tendencia ascendente. La CAR precisó en un informe que, por tratarse de un sistema hídrico integral, el promedio de los embalses se calcula considerando el volumen total almacenado versus la capacidad total.
Lo más leído
Así quedaron los niveles tras este fin de semana.
- Neusa: al 75,80 % ascendente
- Sisga: al 64,02 % ascendente
- Tominé: al 48,87 % ascendente
Total agregado norte: 53,54 % ascendente.
- Chisacá: al 91,77 % estable
- Regadera: al 95,66 % estable
Total agregado sur: 93,14 % estable.
- Chuza: al 38,05 % ascendente
- San Rafael: al 86,62 % ascendente
Total sistema Chingaza: estado al 49,46 % ascendente.
- El Hato: estado 80,42 % ascendente.
Gobierno Petro declaró desastre nacional ante variabilidad climática
El pasado domingo 10 de noviembre, el Gobierno Petro lideró un Puesto de Mando Unificado desde la Sala de Crisis de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en el que declaró desastre nacional. La declaración permitirá movilizar con mayor facilidad los recursos necesarios para asistir a los afectados a nivel nacional. Según explicó el mandatario, este decreto habilita el traslado de recursos presupuestales de la nación, asignados inicialmente a otras entidades, hacia las zonas afectadas por la situación actual.
La UNGRD considera esta medida como una emergencia que permitirá al Gobierno disponer de fondos y tomar acciones extraordinarias para apoyar a los damnificados. Petro también anunció que, a más tardar el lunes o martes de esta semana, se presentará el plan completo de inversión pública para las tres regiones afectadas y otras zonas en situación de emergencia.
La UNGRD aseguró que el monto inicial será de 2.500 millones de pesos, distribuidos a través de dos Fondos de Inversión Colectiva para ayudar a estos municipios. En el caso de Chocó, se estima una inversión de aproximadamente 700.000 millones de pesos.
Hasta el momento, 27 de los 32 departamentos han reportado emergencias, con 186 municipios afectados y 467 eventos registrados. En el departamento del Chocó, cerca de 30.000 familias han sido damnificadas, con daños en 25 municipios y el 87 % de su territorio inundado.
Ese departamento es el más afectado, por lo que la UNGRD envió los primeros 10.000 kits de alimentos y activó los recursos de diversas entidades operativas, incluyendo al Ejército, la Policía, la Armada, la Fuerza Aeroespacial, la Defensa Civil, los Bomberos y la Cruz Roja, con el fin de atender la emergencia.
Además, la UNGRD desplegó un equipo técnico en Chocó para asistir a los municipios en el registro de damnificados, evaluar los daños y poner en marcha un Plan de Acción Específico (PAE), un paso fundamental para avanzar en la adquisición de suministros y continuar proporcionando ayuda humanitaria.
El equipo técnico de la UNGRD llevó a cabo una inspección en los municipios afectados y tiene previsto realizar un sobrevuelo sobre las zonas a las que no ha sido posible acceder por vía terrestre.