VALLE DEL CAUCA
“Buenaventura necesita soluciones que ayuden a responder a los problemas estructurales”
Angélica Mayolo, presidenta de la Cámara de Comercio, habla sobre la difícil situación que atraviesa el principal puerto sobre el Pacífico.
La dura situación de Buenaventura obliga a cambios estructurales verdaderos. A esa conclusión llega la presidenta de la Cámara de Comercio, Angélica Mayolo, cada vez que hace un recuento de lo que está sucediendo en el principal puerto sobre el Pacífico colombiano. Y no son solo cuestiones de inseguridad; también –dice– hay abandono estatal desde hace varias décadas y una falta de compromiso que trascienda del sector público al privado.
SEMANA: ¿Lo que está ocurriendo hoy en Buenaventura en términos de inseguridad ha afectado la inversión en el puerto?
Angélica Mayolo (A.M.): Totalmente. La inseguridad ha generado una retribución negativa en la ciudad y limita las posibilidades de inversión. En Buenaventura, en los últimos cuatro años, se han cancelado más de 3.300 establecimientos de comercio con matrícula mercantil; de ese número, aproximadamente el 30 % indica que el problema de seguridad fue un factor que los llevó a cerrar sus negocios.
SEMANA: Por un lado está el tema de la inseguridad, pero por otro está la pérdida de competitividad con el puerto de Guayaquil, Ecuador, que tiene un dragado más profundo… ¿Qué ha pasado con la profundización del dragado de Buenaventura?
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A.M.: El Gobierno nacional no ha definido el mecanismo de financiación del dragado de profundización del canal de acceso. Los terminales marítimos están de acuerdo en que sea por obra pública en cualquiera caso sin peaje. La demora en tomar la decisión hace que Buenaventura pierda competitividad.
SEMANA: ¿El Gobierno nacional está dándole la espalda a lo que hoy necesita Buenaventura realmente?
A.M.: Yo creo que ningún gobierno, ni este ni los anteriores, han creado soluciones para los problemas estructurales de Buenaventura, sino que han salido a responder de manera reactiva para superar olas de violencia o paros cívicos. Es muy importante entender que Buenaventura necesita un compromiso más allá de los gobiernos de turno.
SEMANA: ¿Qué está ocurriendo hoy en Buenaventura?
A.M.: Todos sabemos que Buenaventura atraviesa una ola de violencia. Y esto ha generado situaciones adversas en el principal puerto sobre el Pacífico y una de las ciudades que más aporta a Colombia por aduana. Buenaventura nunca ha tenido las condiciones mínimas para su desarrollo debido a factores estructurales como la incapacidad del Estado, la responsabilidad de las malas administraciones locales y el narcotráfico en el territorio.
SEMANA: ¿Qué hacer a corto, mediano y largo plazo para solucionar esta situación?
A.M.: Buenaventura necesita soluciones que nos ayuden a responder a las causas estructurales. Por eso es importante que pasemos de tantos anuncios a obras concretas. Yo quiero proponer varias soluciones que desde el sector privado hemos identificado que pueden ayudar en el corto y mediano plazo para mejorar las condiciones de la ciudad. Buenaventura tiene hoy mecanismos de financiamiento como el plan Todos Somos Pacífico, que cuenta con recursos, pero lo que no tiene son proyectos. No hay un banco de proyectos. Por eso, para poder materializar obras, creemos que Buenaventura debe crear un grupo técnico especializado en estructuración de proyectos con los tres niveles del Gobierno, la academia y el sector privado para formular esos proyectos de inversión social que requiere la ciudad en materia de infraestructura educativa, salud, servicios públicos, deporte. Solo con proyectos estructurados vamos a poder ver obras materializadas.
SEMANA: ¿Y en materia de seguridad?
A.M.: Lo otro a corto plazo es recuperar el territorio por parte de la fuerza pública, que ya vienen dando avances significativos en términos de capturas y operativos. Pero lo fundamental es que esta intervención no sea otra coyuntura, sino que venga acompañada de todos estos proyectos de inversión social.
SEMANA: ¿Cómo está la tasa de desempleo en Buenaventura?
A.M.: Buenaventura siempre ha tenido una tasa de desempleo muy alta, si se compara con el promedio nacional en los últimos cinco años. La última medición fue la de 2019, que reveló una tasa de desempleo del 20,13. Esto es, diez puntos porcentuales por encima del promedio nacional. Pero más que la tasa de desempleo nos preocupa el nivel de informalidad en la ciudad: de cada diez personas en edad de trabajar, solo tres tienen un empleo formal.
SEMANA: ¿Cómo formar el capital humano si no hay las herramientas, como universidades públicas o privadas?
A.M.: Se debe trabajar de la mano del sector público-privado para garantizar las inversiones que fortalezcan las instituciones de educación superior que ya existen en Buenaventura, especialmente la Universidad del Pacífico y la sede Pacífico de la Universidad del Valle, y focalizar esfuerzos en la formación técnica y tecnológica a través del SENA y otras instituciones. Con inversión de ambos sectores sería posible aumentar la cobertura, que hoy es bastante baja en educación superior en la ciudad.
SEMANA: ¿Qué impide que se materialice esa convergencia entre sector público y privado?
A.M.: En Buenaventura, históricamente, no ha habido relación cercana entre el sector público y privado. El sector privado no ha tenido confianza en las instituciones públicas locales y ambos sectores se han culpado mutuamente del rezago de la ciudad. Es importante generar confianza entre ambos sectores, que el sector público local mejore en el relacionamiento con el sector privado creando condiciones que permitan la inversión en el territorio, pero que también el sector privado esté más dispuesto a contribuir en la construcción del tejido social en el territorio.
SEMANA: ¿Y la inversión extranjera?
A.M.: También hay que focalizarnos en atraer inversión y generar empleo. Buenaventura, a pesar de ser el puerto por excelencia de importaciones al país y el de mayor recaudo por aduana, hoy no tiene industria, ni un desarrollo significativo. Y para generar inversión en la ciudad se requiere garantizar seguridad, cobertura de los servicios públicos, formar capital humano, actualizar el plan de ordenamiento territorial.
SEMANA: ¿Desde el sector privado ustedes están proponiendo declarar a Buenaventura como zona económica especial?
A.M.: Quiero retomar una propuesta que creo fundamental que volvamos a debatir y es la necesidad de declarar a Buenaventura como zona económica especial, creándole un régimen tributario especial con excepción de renta por 20 años para que en la ciudad se instalen industrias, desarrollo logístico, inversión tanto nacional como internacional. Ese es un modelo que Colombia ya creó con la ley PAEZ, pero que Buenaventura requiere y ve condiciones para hacerlo.
SEMANA: ¿Por qué se debería aplicar la ley PAEZ en Buenaventura?
A.M.: Con la ley PAEZ se creó un mecanismo para ayudar a reactivar la economía en los departamentos del Cauca y el Huila, luego de situaciones adversas. Buenaventura ha puesto más muertos a lo largo de los últimos años por la violencia. Tiene una población que ha padecido unos problemas estructurales. Y crear condiciones mínimas para la inversión, que sumado a un esquema especial tributario va a facilitar que a Buenaventura pueda llegar inversión, teniendo en cuenta la competitividad de tener cinco terminales marítimas.
SEMANA: ¿Cómo está hoy Buenaventura en temas tributarios? ¿Cuánto le tributa a la Nación y cuánto de ese porcentaje es devuelto al puerto?
A.M.: Buenaventura en el año 2019 fue la ciudad que más le contribuyó al país en recaudo por aduana, con una cifra cercana a los 7,9 billones de pesos. Aún no tenemos datos de 2020. Es importante resaltar que este recaudo de aduana una vez entra al presupuesto nacional no se regresa a Buenaventura en una proporción que permita realizar las inversiones sociales que necesita la ciudad.
SEMANA: ¿Qué proponen ustedes en este punto?
A.M.: Como sector privado le queremos presentar al Gobierno nacional que de manera excepcional a Buenaventura se le entregue un porcentaje de recaudo por aduana durante un periodo de cuatro a cinco años, que le permita contar con recursos para financiar los instrumentos que ya existen, como Todos Somos Pacífico, a fin de desarrollar esos proyectos de inversión social e infraestructura básica.