Buscan desesperadamente a colombiano perdido en el Tapón del Darién: esta es su historia

“Muy bravo para mí, ya fue mi sueño. Tengo débil las piernas”. Estas son las últimas palabras que la familia de Héctor Marino Núñez Ramírez escuchó de él luego de que el 7 de septiembre saliera de su casa en búsqueda del denominado ‘sueño americano’.

Este caleño, de 46 años, anhelaba llegar a Estados Unidos de forma ilegal para lograr un mejor porvenir. Para conseguirlo, emprendió una travesía por tierra que irremediablemente lo llevo hasta el Tapón del Darién, un tramo selvático y prácticamente intransitable, puesto que no hay carreteras, que comparten Colombia y Panamá, y al cual acuden cada año cientos de migrantes, de los cuales muchos no consiguen pasar.

Salió desde el terminal de transportes de Cali hacia Medellín, luego llegó hasta Necoclí y finalmente arribó en lancha a Capurganá, Chocó, en la frontera con Panamá. Allí se adentró en la selva, al parecer, con un grupo de personas que al igual que él se dirigían hacia el norte del continente.

“Él le hizo una llamada a mí mamá y le dijo que no lo llamará más, porque desde ahí empezaba la selva y no habría señal. Dijo que volvería a comunicarse con nosotros en nueve días, esa fue la última llamada”, Jean Carlos Ramírez, sobrino de Héctor.

Pasaron los días estimados por el hombre y la llamada prometida no llegó. Volverían a verlo y a escucharlo gracias a un video encontrado en redes sociales en el que aparece tendido en el suelo en un espacio selvático en el que reina la oscuridad. Las imágenes lo muestran cansado, desorientado y muy sucio. Es en este video que asegura que su sueño había terminado.

Quienes lo acompañaban en la travesía, según se escucha en el video, se cuestionan qué hacer con él, pues algunos querían continuar el recorrido para salir del Tapón del Darién. “¿Para eso te viniste con nosotros? ¿Te dejamos aquí?”, pregunta uno de los migrantes, mientras que otro responde que no puede dejarlo abandonado. Héctor implora que lo lleven, que no lo dejen tirado, pero recibe una contestación negativa: “¿Cómo te vamos a llevar? Ni que fueras flaquito”.

Han pasado cinco días desde que la familia conoció el video y son más las preguntas que las respuestas. “Hay mucha incertidumbre y dolor, estamos en blanco (...) pedimos ayuda a las autoridades, mi tío es un caleño más, un colombiano más que quería salir adelante por medio de una aventura imposible”, dice su sobrino.

Jean Carlos afirma que no saben nada de su paradero más allá de lo que se ve en el video y que en redes sociales ha leído diversos comentarios sobre lo que pasó con su tío. “Tengo entendido que él iba a hacer esta travesía con un grupo de amigos, pero estas personas no son conocidas de la familia. Nadie se ha comunicado. Mucha gente dice en redes sociales que él murió en la selva y otras personas nos dicen que una familia lo ayudó”, expone.

Asegura que aunque la familia espera su regreso, lo único que quieren es terminar con el desasosiego: “No vamos a estar tranquilos hasta saber si está vivo o muerto, por eso pedimos a todos los que nos puedan ayudar a que lo hagan. Necesitamos salir de esta incertidumbre”, añadió. El sobrino de Héctor elevó esta petición a todas las esferas gubernamentales, incluyendo a la Presidencia y la Cancillería.

Héctor, quien trabajaba de forma independiente antes de salir en búsqueda del ‘sueño americano’ no tiene hijos, pero sí once hermanos y varios sobrinos que están esperando su regreso a casa, ojalá con vida. Si sabe algo del paradero de este hombre, comuníquese al celular 3117302668.