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Las razones de Cafesalud para no aceptar el ultimátum del Tribunal de Cundinamarca

La crisis financiera que atraviesa la EPS dificulta el cumplimiento de las medidas cautelares que impuso el órgano judicial hace unos días. Las pérdidas mensuales serían superiores a los 60.000 millones de pesos.

8 de noviembre de 2016
| Foto: Guillermo Torres

Uno de los retos que tiene el Ministerio de Salud y la Superintendencia de Salud será sacar adelante a Cafesalud, la EPS que recibió los más de 4,3 millones de usuarios que dejó la liquidada Saludcoop en diciembre pasado.

Aunque el ministro Alejandro Gaviria y el superintendente Norman Julio Muñoz prometieron, sin titubear, que los afiliados no se verían afectados, parece que el plan no ha salido del todo bien. Sobre todo porque Cafesalud no se encontraba preparado, en infraestructura, insumos, presupuesto y personal, para recibir ese exagerado número de usuarios.

Los reclamos por el mal servicio se volvieron cada vez más constantes. Hace unas semanas la Defensoría del Pueblo aseguró que mensualmente se recibían cerca de 50.000 quejas contra la EPS.

Ante la inminente crisis, un grupo de afiliados decidió interponer una acción de tutela para que se les respetara sus derechos. Fue así como, el pasado 13 de octubre, el Tribunal de Cundinamarca falló a favor de ellos y ordenó a la cartera, al ente fiscalizador y a la EPS presentar un plan de acción inmediata, en un máximo de 15 días, para garantizar la atención.

Ahora Cafesalud no sabe qué hacer para responder, sobre todo en un momento en el que tiene que pensar en solucionar todos los problemas financieros para lograr la venta de la EPS.

Por esa razón, hace unos días Cafesalud presentó una oposición a las medidas cautelares del Tribunal de Cundinamarca. En el documento, conocido por Semana.com, se exponen cada uno de los argumentos de por qué no es conveniente ejecutar ese plan de acción inmediata.

Lo primero que cuestiona la EPS es que, para mirar el problema de manera más global, hubiese sido necesario que el Tribunal incluyera en la medida cautelar a otros partícipes del Sistema General de Salud, como el Consorcio SAYP, que administra el Fondo de Solidaridad y Garantías (Fosyga).

"Éste es el encargado de darle liquidez a las EPS, cuyos recursos permiten la contratación de los servicios asistenciales a favor de la población afiliada. En la medida que no esté vinculado el consorcio al proceso, para que se comprometa a entregar los dineros que debe a todas las EPS del país, en particular Cafesalud, un plan de acción inmediata o un fallo condenatorio no tendría el soporte y fluidez económica para poder atender obligaciones", se lee.

Es así como la EPS considera que con esta decisión se crea "un perjuicio a Cafesalud", pues se imponen obligaciones sin tener la capacidad financiera. 

Sumado a eso, la Empresa Promotora de Salud argumenta que atraviesan por una honda crisis económica. Tanto así, que los gastos médicos son superiores a los ingresos y presentan pérdidas mensuales que superarían los 60.000 millones de pesos.

Como si esto fuera poco, enfrentan problemas que vienen “de antaño”, como los que dejó Saludcoop. Y es que no fueron pocos los que cuestionaron, en diciembre pasado, el traslado de los usuarios de la liquidada EPS a Cafesalud, entidad que pertenece al mismo holding empresarial que creó Carlos Palacino y que adolece de los mismos males que llevaron a la Saludcoop a su final. 

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La situación no es desconocida por la Superintendencia de Salud. No en vano prorrogó, en agosto pasado, la medida de vigilancia especial sobre Cafesalud hasta marzo de 2017, en la que quedó estipulado un plan de acción para intentar salir de todos los problemas. (Ver resolución 2564 de 2016). 

Una de esas medidas que Cafesalud ha tomado -por petición de la Superintendencia- para buscar solución a la crisis, fue salir de manera voluntaria de cuatro departamentos (Amazonas, Córdoba, San Andrés y Vichada) y de casi 600 municipios del país. ¿El objetivo? Concentrarse en los lugares donde tiene mayor demanda, es decir, cerca de 5,4 millones de afiliados. 

Con eso en mente, dice el documento, la medida cautelar precipita y pone en un riesgo muy alto la situación financiera. "Al no tener en cuenta el flujo económico de los recursos, la entidad seguiría en caída libre hacia una posición financiera incontrolable y de magnitudes sorprendentes, que bloquearía la venta que se está estructurando como medida de salvamento".

Y es que la venta de la participación accionaria que tiene Saludcoop en esta entidad (que supera el 90%) es el plan de las autoridades para salvar la EPS. El objetivo es que el comprador tenga la capacidad de inyectar los recursos para solucionar los líos económicos y brindar un servicio eficiente. Sin embargo, esa medida cautelar -se afirma- incide directamente en el interés de inversionistas nacionales y extranjeros de comprar esa participación accionaria en Cafesalud.

La situación es cada vez más compleja. Aunque no hay duda de que la venta de la EPS podría solucionar algunos de los problemas, también es natural que los usuarios exijan una buena prestación del servicio y que respeten sus derechos. Todo esto lo debieron prever las autoridades.