CAMBIO CLIMÁTICO

Mal clima para la salud

Nueve de cada diez personas respiran aire contaminado y al menos 7 millones mueren al año por esta causa, según la OMS. El cambio climático no solo afecta al planeta y sus recursos naturales. También tiene efectos graves sobre la salud.

7 de diciembre de 2019
| Foto: FOTO: AP

Estudios científicos han demostrado que las partículas de aire contaminado que generan actividades como la quema de combustibles fósiles y de bosques y la producción industrial llegan hasta los pulmones de millones de personas. Allí terminan en su torrente sanguíneo, donde causan accidentes cerebrovasculares, cáncer de pulmón y enfermedades cardiacas.

Pero el impacto va más allá. Un estudio publicado en la revista Environmental Health Perspectives predice que la crisis climática va a aumentar las infecciones transmitidas por la comida. Y que las sequías o las lluvias extremas dejarán a muchas regiones sin alimentos básicos. Los efectos se verían en 2050: al menos 500.000 personas morirían por esta causa.

El cambio climático también aumentará la ansiedad, la depresión y las tendencias suicidas. Ya hay varios indicios de cómo las altas temperaturas inciden directamente en la salud mental. La revista PNAS, por ejemplo, encuestó a cerca de 2 millones de estadounidenses en octubre de 2018. Encontró que el aumento de 1 grado de temperatura estaba directamente relacionado con un incremento del 2 por ciento en los problemas mentales.

Se trata de un resultado muy similar al de la revista Nature Climate Change. Esta halló que, en 2019, por cada grado centígrado que sube la temperatura por mes, aumenta 0,68 por ciento la tasa de suicidios en Estados Unidos. En 2017, la Asociación Estadounidense de Psicología acuñó el término ecoansiedad, que describe el “miedo crónico a la fatalidad ambiental”.

Sin embargo, sufrirán las peores consecuencias las nuevas generaciones, que verán afectada para siempre su salud. El informe de 2019 de Lancet Countdown sobre salud y cambio climático advierte que los niños son los más vulnerables al mismo. El aumento de las enfermedades infecciosas, la desnutrición y la inhalación de aire sucio retrasará su crecimiento, y en particular el desarrollo de sus pulmones.

“Las COP no han servido para nada”

El vocero internacional de una de las organizaciones más críticas de los acuerdos sobre cambio climático dice que tras 25 años de cumbres y reuniones, los resultados son muy pobres.

Nicolás Eliades Vesga, enlace internacional de Extinction Rebellion (XR), considera que el Acuerdo de París no ha dado resultados. Y que por eso los movimientos sociales y ambientales han puesto el tema del cambio climático en el espectro político mundial, para obligar a los Gobiernos a emprender acciones eficaces.

El 31 de octubre de 2018 un movimiento social decidió protestar contra la extinción. Frente al Parliament Square en Londres, cerca de 1.500 personas se reunieron para anunciar una declaración de rebelión contra el Gobierno del Reino Unido. Miles de científicos hicieron un llamado a los políticos del mundo para actuar. Hoy el movimiento existe en 80 ciudades de 33 países y trabaja por detener la desaparición masiva de animales y plantas, así como de la propia humanidad. XR busca influir sobre los Gobiernos mediante la desobediencia civil pacífica, para que adopten políticas concretas que permitan mitigar la crisis climática.

Semana: ¿Qué tan útiles han sido las conferencias de las Naciones Unidas sobre el cambio climático?

N.V.: Llevamos 25 ediciones de la COP y no ha pasado nada. Los países se comprometen, pero al momento de revisar, los resultados son muy pobres. De los 195 países que firmaron el Acuerdo de París hace tres años, únicamente 16 están cumpliendo una meta u otra.

Semana: ¿Y el Acuerdo de París ha servido?

N.V.: Solo para demostrar la falta de compromiso y de seriedad de los Gobiernos al abordar la crisis climática. En los últimos 20 años, 19 han sido los más calientes de la historia. Esto comprueba la inutilidad de estas negociaciones.

Semana: ¿Qué esperan de la COP que se adelanta en Madrid?

N.V.: Para ser sincero no espero nada, quizá más de lo mismo. En mi mundo ideal sería fantástico que en la próxima COP (26) llegaran a exponer sus logros, y no solo a comprometerse nuevamente.

Semana: ¿Está en manos de la sociedad civil la solución al cambio climático?

N.V.: Por supuesto que los individuos podemos contribuir con pequeñas acciones para apaciguar el impacto, pero son cosas que sirven poco. La presión como sociedad contribuye mucho, sin embargo, en realidad los Gobiernos deben actuar y ejercer su poder con unas políticas de fondo que enfrenten la realidad planetaria. La industria genera la mayoría de los gases de efecto invernadero, y los Gobiernos tienen la potestad de cambiar eso. Pero es difícil, ya que al capitalismo solo le interesa el beneficio monetario.

Semana: ¿Para usted qué significa un personaje como Greta Thunberg?

N.V.: Hacía falta algo para despertar conciencia mundial de los jóvenes y ella llegó en el momento justo. Era necesario una figura como Greta para catalizar el movimiento global. Hay quienes dicen que su lucha le va a quitar su infancia, pero yo creo que es mejor su infancia perdida ahora y no toda una vida sin futuro. Otros dicen que alguien la manipula, y yo considero que en todas las luchas siempre ha habido manipulación y es mejor para esta clase de fines.

“Colombia debe llevar a cero la deforestación”

El primer ministro de Ambiente, Manuel Rodríguez, dice que la COP25 no llegará a grandes acuerdos y que los esfuerzos deben concentrarse en la pérdida de bosques.El reciente informe ‘La verdad detrás de los compromisos sobre el clima’, del reconocido científico Robert Watson, exdirector del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC), le dio cara y cifras al apocalipsis. Desmontó la idea de que el mundo se salva si disminuye en un 50 por ciento la emisión de gases de efecto invernadero a 2030.

Para que la temperatura no se incremente en más de 1,5 grados centígrados, las emisiones deben llegar a 27 gigatoneladas de dióxido de carbono equivalente, algo que ya no van a alcanzar los 184 países que firmaron el Acuerdo de París.

Si todos los países cumplen con el Acuerdo de París, las emisiones mundiales ascenderían a 54 gigatoneladas, según el informe de Watson, panorama que llevaría al incremento en la temperatura de 3 grados centígrados a 2030 y pérdidas económicas por más de 2.000 millones de dólares solo por cuenta de los fuertes eventos climáticos.

Por eso, Manuel Rodríguez, primer ministro de Ambiente de Colombia, dice que los compromisos de reducción de emisiones a 2030 deben duplicarse para evitar el desastre ambiental, social y económico mundial.

Colombia tiene que disminuir 30 por ciento sus emisiones (la meta actual es de 20 por ciento), lo que podría lograrse llevando la deforestación a ceros, pero sin depender de la cooperación internacional, según Rodríguez. “No debemos distraernos con problemas como el ‘fracking’. Hay que disminuir la pérdida de bosque y reforestar las zonas ya afectadas”, dijo.

La lucha climática nacional también debe apuntarle a transformar prácticas agrícolas que generan gases de efecto invernadero, como la ganadería extensiva y la ampliación de la frontera agropecuaria.

Estamos en mora de un programa de desarrollo tecnológico y asistencia técnica para los campesinos, al igual que minimizar la utilización de fertilizantes nitrogenados. El dióxido de nitrógeno es un gas más potente que el CO2 o el metano”.

El exministro apuntó que Colombia tiene que seguir apoyando el uso de la bicicleta, la reducción del automóvil y los buses eléctricos, transformaciones que contribuyen a la mitigación del cambio climático.

Rodríguez piensa que en la Conferencia de las Partes de la Convención de Cambio Climático en Madrid no se llegarán a grandes acuerdos. Un punto en contra es el retiro de Estados Unidos del Acuerdo de París, por lo cual esta COP será la preparación para que en las conferencias de 2020 y 2021 podamos resolver los asuntos más críticos.