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¿Quién manda en Cambio Radical?

Aunque Carlos Fernando Galán es el presidente del partido, ninguna decisión se adopta sin el consentimiento de Germán Vargas Lleras, la casa Char y un secretario con muchas funciones.

20 de mayo de 2015
Germán Vargas Lleras, Carlos Fernando Galán, Fuad Char y Antonio Álvarez Lleras. | Foto: Archivo SEMANA

Cuando Carlos Fernando Galán asumió la presidencia de Cambio Radical, a principios del 2014, se comprometió públicamente a adelantar una profunda depuración del partido, y para ello, en principio, anticipó que no avalaría las aspiraciones de candidatos con serios cuestionamientos de la justicia.

Galán era consciente de que no se trataba de un discurso protocolario del jefe de un partido político. Sabía que llegaba a limpiar una de las organizaciones políticas más afectadas por el escandaloso capítulo de la parapolítica.

En el año 2006, con Germán Vargas Lleras como cabeza de lista al Senado, Cambio Radical sacó votos por todo el país y alcanzó a tener 17 senadores. Era el tercer partido en representación. En el año 2010, con Vargas Lleras como su candidato presidencial, el partido redujo a ocho sus curules en el Senado.

¿Qué pasó en cuatro años? Cambio Radical fue el partido con más congresistas condenados por parapolítica, según lo documentó recientemente el portal Verdad Abierta. Cinco senadores (Reginaldo Montes, Humberto Builes, Rubén Darío Quintero, Miguel Pinedo y Javier Cáceres) y nueve representantes (Édgar Eulises Torres, César Augusto Andrade, Manuel Darío Ávila, Jesús Enrique Doval Urango, Estanislao Ortiz Lara y Jaime Cervantes, entre otros) son una escandalosa estadística.

Y por si fuera poco, en el pasado Congreso fue el partido que estrenó la sanción de la silla vacía y al único que se le aplicó, la de Javier Cáceres. Y en el año 2011 terminó cargando con el pesado lastre de haber avalado al temible gobernador de La Guajira Kiko Gómez, preso por homicidio y por nexos con alias Marquitos Figueroa, jefe de una banda criminal.

Ahora, a las puertas de una nueva campaña política, el partido de Vargas Lleras vuelve a ser cuestionado por los pecados del pasado. La entrega de avales a personas con serios cuestionamientos.

El pasado jueves, el senador Arturo Char le entregó el aval del partido a Oneida Pinto para la Gobernación de La Guajira, pese a que se ha conocido un video en el que aparece en plaza pública de la mano de Kilo Gómez.

Hace cuatro años vetaron la candidatura de Luis Pérez a la Gobernación de Antioquia, pero ahora lo avalaron para la Alcaldía de Medellín. Y la que puede ser la perla, estarían a punto de concederle el aval a Cielo González, exuribista y quien tiene una acusación por parte de la Fiscalía, para la Gobernación de Huila.
 
Sin embargo, el jefe único del partido, Carlos Fernando Galán, se opone a estos avales, pero otros dirigentes de la colectividad los defienden. Eso significa que quien tendría la última palabra está siendo desautorizado, o en realidad no tiene el suficiente poder para mandar en una colectividad tan heterogénea.
 
La opinión pública asocia el logo de Cambio Radical con la imagen del vicepresidente Vargas Lleras. La sensación no es ajena a la realidad. La influencia del exministro es evidente, y muchos dicen que en el partido no se mueve una hoja sin su consentimiento, a pesar de que con su ingreso al Gobierno tuvo que abandonar los asuntos internos del partido.

Los fundadores


Sin embargo, Vargas Lleras no es el padre de Cambio Radical. Por el contrario, entre sus verdaderos fundadores se encuentran nombres como los de Humberto de la Calle, Rafael Pardo, Juan Lozano, Néstor Humberto Martínez, Luis Guillermo Giraldo (quien redactó el referendo para la segunda reelección de Uribe) y hasta Roy Barreras.

Ellos coincidían en haberse iniciado en el Nuevo Liberalismo de Luis Carlos Galán, y en que abandonaron el liberalismo como consecuencia del proceso 8.000. En su primera incursión política, en el 2002, apoyaron a Álvaro Uribe. Vargas Lleras, quien también era una de las figuras que se hicieron bajo el ejemplo de Galán, llegó al partido en el 2004.

Vargas Lleras y Fuad Char

Como en la mayoría de los partidos políticos, el poder lo dan los votos. Vargas Lleras era un experto para conseguirlos, de hecho, en el 2006 batió el record del congresista más votado, con cerca de 320.000 votos.
Vargas Lleras se reparte el poder en el partido con un poderoso clan político de la costa, el que lidera el exsenador Fuad Char. Hace pocos días, el senador conservador Roberto Gerlein recurrió a una contundente frase para describirlo: “Ese sí que tiene dinero”.

Para muchos, Fuad Char, jubilado de la política, es el dueño de Barranquilla. Como si se tratara de un emperador romano, entendió aquella frase de ‘pan y circo’ para el pueblo. Es dueño del Junior de Barranquilla, orgullo de los costeños, y tiene una poderosa cadena de supermercados.

Desde hace ocho años, los Char ostentan el poder político, con la alcaldía de Barranquilla. Su hijo Álex fue uno de los mejores calificados, y su heredera, Elsa Noguera, es quizás una de las alcaldesas de mayor carisma y de reconocida gestión. Bajo estas administraciones, la capital del Atlántico ha mejorado.

Fuad Char, además, heredó los asuntos políticos en el partido en su hijo Arturo, cantante aficionado, expresidente del Junior y quien el año pasado obtuvo más de 100.000 votos para ser senador. Es el encargado de postular los candidatos de la región caribe, y quien le otorgó el aval a la candidata que hoy señalan como cercana de Kiko Gómez.

El poder de los Char a la hora de las campañas políticas en la costa se ha hecho tan evidente, que sus contradictores han salido a calificar que el llamado ‘Clan Char’ se está convirtiendo en una “fábrica de avales” en la que se están beneficiando personas cuestionadas, según lo dijo el senador barranquillero José David Name, presidente del Congreso.

Los herederos del Nuevo Liberalismo

Carlos Fernando Galán, con 80.000 votos, representa la vertiente del galanismo, que es minoritaria en el partido pero que se está dando la pelea con sectores de la política tradicional.

Estas son las figuras de renombre del partido, pero junto a ellos han encontrado cabida parlamentarios y dirigentes muy diversos, por ejemplo, Daira Galvis, quien fue abogada de Enilce López la 'Gata’, va a completar ocho años como congresista del partido.

Y el tío de Vargas Lleras

Pero detrás de ellos hay una persona que mueve a su antojo los hilos del partido. Antonio Álvarez Lleras, un veterano excongresista liberal, arquitecto y hombre de letras, es tío de Germán Vargas Lleras. Y es quien desde la fundación de Cambio Radical prácticamente ha custodiado la plataforma política para su sobrino.

No tiene votos, pero como secretario del partido tiene la obsesión de buscarlos y cuidarlos. Quienes lo conocen aseguran que vive sumando y restando votos en su cabeza.

Como es el representante legal del partido ante el Consejo Nacional Electoral, la firma de Álvarez Lleras fue la que apareció respaldando el aval a 'Kiko' Gómez hace cuatro años. Es decir, aunque haya presidente, el bolígrafo está en las manos del secretario.

De hecho, Álvarez Lleras es casi el único funcionario que despacha en la sede de Cambio Radical, ubicada en el piso 17 del edificio Seguros Tequendama, mismo edificio donde tiene oficina el expresidente Ernesto Samper.

Allí, pasa el día administrando los asuntos del partido desde una modesta oficina, pero es el único que tiene las llaves del despacho contiguo, una enorme sala en la que se destaca el cuadro de Germán Vargas Lleras, quien es el único autorizado para ingresar en ella.