Nación
Cancillería confirma que hay un colombiano muerto y cuatro desaparecidos por graves inundaciones en Valencia
Más de 600 connacionales han recibido asistencia en el consulado. De momento, ninguno ha pedido ayuda para retornar a Colombia.
Continúa la consternación en España por una tragedia sin precedentes nunca antes vista en la historia reciente del país ibérico. Una dana (depresión aislada en niveles altos) se convirtió en lluvias y tormentas que terminaron por arrasar a buena parte de la Comunidad Valenciana.
De acuerdo con el más reciente informe de las autoridades españolas, las graves inundaciones en Valencia ya deja un saldo de 217 muertos. Uno de esos fallecidos es un colombiano, así lo confirmó este domingo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia.
“Hasta la fecha, se reportan cuatro colombianos desaparecidos y un fallecido cuya identidad aún no ha sido confirmada”, informó la Cancillería.
La entidad del Gobierno nacional señaló además que “el Consulado ha brindado asistencia a cerca de 600 personas y, hasta el momento, no se ha registrado ninguna solicitud de retorno a Colombia”.
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No obstante, la Cancillería indicó que “en respuesta a las necesidades identificadas, el canciller ha autorizado el uso del Fondo Especial para Migraciones (FEM) para facilitar el retorno de quienes lo deseen, así como para apoyar la recuperación de viviendas de los afectados”.
“Nuestro Grupo Especial de Reacción Inmediata se encuentra trabajando en coordinación con la Cónsul para proporcionar a las familias impactadas los elementos básicos que requieran”, agregó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Finalmente, el ministerio, en cabeza del canciller Luis Gilberto Murillo, puntualizó que “con el objetivo de garantizar un acompañamiento efectivo, el Ministerio ha activado los canales de comunicación 24/7, movilizando su capacidad logística, financiera y recurso humano en Valencia para asegurar que cada colombiano reciba el apoyo necesario”.
Desgarrador relato de colombiano afectado
En medio del desastre que dejaron las inundaciones en España, y la incertidumbre de qué vendrá en el futuro próximo, SEMANA logró conocer el testimonio de un colombiano que resultó afectado por la inclemencia de la naturaleza.
Daniel Baliz contó la angustia que sintió y la forma impresionante en la que se salvó: tuvo que subirse a un árbol mientras que la situación se calmaba; desde allí, se despidió de sus familiares y pensó que serían sus últimos minutos de vida. Ahora, se dedica a ayudar a los afectados.
De acuerdo con su relato, el árbol fue su salvación. Explicó que en el momento de la tormenta, él se encontraba en el municipio de Ribarroja de Turia, donde estaba esperando a que llegara un compañero suyo para poder ir a la casa.
Pocos minutos después, esta persona se comunicó con él y le indicó que no lo dejaban pasar, el agua comenzó a subir y la furgoneta en la que se encontraba se llenó de líquido, se vio obligado a irse a la parte de arriba y, justo ahí, la corriente la arrastró hasta pegar en un árbol, que se convertiría en el salvador.
“Me agarro del árbol y, de inmediato, la furgoneta se fue para otro lado. Ahí logro subir con ayuda de los pies. La sentí un poco cruda porque pensé que no sería capaz de subirme. Me asusté bastante porque el agua comenzó a subir y había mucha oscuridad”, señaló.
Daniel duró trepado, según cuenta, desde las 6:00 de la tarde como hasta las 11:00 de la noche. La espera fue eterna e incluso, llegó a sentir que él montando en el árbol serían los últimos momentos de vida que iba a tener.
“Los tráilers se comenzaron a mover y pensé que se caería el árbol, momento en el que me asusté y aproveché que tenía señal para llamar a mi familia y despedirme. Les dije: ‘Discúlpenme y cuídense mucho’. Ellos me preguntaron que qué había pasado, y yo les dije: ‘Todavía nada porque no me he muerto, pero ya me despedí’”, dijo.
Luego de más de cinco horas montado en lo más alto del árbol, y ya con las aguas más calmadas, Daniel decidió bajar.
“Yo estaba en un shock. Cuando ya llegamos al carro de la novia de mi amigo, me senté en la silla y sentí que se me caía un peso encima del cuerpo. Me repetía una y otra vez que estaba bien y vivo”, relató.