JUSTICIA
La caída de la temible banda de sicarios Los Caparrapos
Así cayeron los principales integrantes de una red de asesinos y extorsionistas que sembraron el terror en gran parte de Antioquia.
El nombre con el cual se les conoce es exótico: Los Caparrapos. No es claro por qué se llaman así o de dónde salió esa denominación. Lo que sí es evidente es que desde el año pasado su sola mención en sinónimo de muerte y un temor infinito. Y no es para menos. Así es como se llama a una de las más peligrosas estructuras sicariales y de extorsión que actúa en el Bajo Cauca y norte de Antioquia.
Se trata de un grupo criminal que hizo parte del Clan del Golfo pero que desde hace un poco más de un año decidió apartarse de esa bacrim y tomar su propio rumbo en el mundo del hampa. Conformado por un puñado de hombres de lo que algunos llaman las discicendias del Clan, a sangre y fuego se fueron haciendo cada vez mayor presencia en algunos municipios, principalmente del Bajo Cauca.
En la tarde del lunes, en Caucacia, una de las poblaciones más golpeadas por la presencia de bandas, la Policía de Antioquia, comandada por el coronel Mauricio Sierra, realizó una operación en la que detuvo a cuatro integrantes de Los Caparrapos. Allí cometieron varios homicidios y eran los responsables de la mayoría de las extorsiones a los comerciantes.
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En la mañana de este martes, en el municipio de Tarazá, otro de los líderes de esa banda fue arrestado en otra acción de la Sijín de la Policía de Antioquia. Se trata de un hombre conocido con el alias de Negro Valencia. Y buscado por los delitos de concierto para delinquir agravado y homicidio. Su prontuario revela la peligrosidad. Se trata de un exparamilitar con más de 12 años en el mundo del crimen.
Se desmovilizó como parte del bloque mineros de las AUC en 2007 y poco después entró a formar parte de Clan del Golfo en donde se desempeñaba como jefe de sicarios de esa bacrim. En agosto del año pasado se “independiza” y se une a Los Caparrapos.
Fue responsable de más de una docena de asesinatos. Su sangre fría y la facilidad para jalar del gatillo lo convirtieron en uno de los hombres más peligrosos de la región. A primera hora de este martes su carrera criminal terminó cuando los uniformados de la Policía de Antioquia lo arrestaron.